martes, 30 de diciembre de 2014

Huerta

Recuerdo de Quevedo

Doña Ensalada,
para algo urgente,
toda su gente
tiene citada:

Madre Lechuga, Padre Tomate,
Pica Pimienta, Berro de Aguas,
Tío Rabanito, Don Aguacate,
Hoji Alcachofa, Quítale Enaguas.

La Remolacha, Nabo Modesto,
Coliflor Fresca, Señor Pepino,
Robusta Acelga y Ajo Dentino,
Berza y su esposo Repollo Apuesto.

La Zanahoria, La Berenjena,
la señorita Verde Espinaca,
Punta de Espárrago, siempre flaca,
Doña Cebolla Carirrellena.

Apio de Queso, Mostaza Ardiente,
Aceite Oliva, Niña Aceituna,
Señor Salero y Comadre Fuente.

Todos citados para algo urgente
Todos a una.
En la cocina, naturalmente.

Mirta Aguirre: Juegos y otros poemas (1974)

Versións:
José Mª Vitier e María Felicia: Huerta; Si yo volviera a nacer; 1995; Pista 12

domingo, 28 de diciembre de 2014

Hubo un día

          LXXIV

Hubo un día tan rico el año pasado...!
que ya ni sé qué hacer con él.

      Severas madres guías al colegio,
asedian las reflexiones, y nosotros enflechamos
la cara apenas. Para ya tarde saber
que en aquello gozna la travesura
y se rompe la sien.
Qué día el del año pasado,
que ya ni sé qué hacer con él,
rota la sien y todo.

      Por esto nos separarán,
por eso y para ya no hagamos mal.
Y las reflexiones técnicas aún dicen
¿no las vas a oír?
que dentro de dos gráfilas oscuras y aparte,
por haber sido niños y también
por habernos juntado mucho en la vida,
reclusos para siempre nos irán a encerrar.

      Para que te compongas.

César Vallejo: Trilce (1922)

Versións:
Rafo Ráez e Los Paranoias: Vallejo blues; Los pasos lejanos. Tributo rock a César Vallejo (VVAA); 2007; Pista 1

viernes, 26 de diciembre de 2014

Hoy vuelvo a la ciudad enamorado

Hoy vuelvo a la ciudad enamorado
donde un día los dioses me envidiaron.
Sus altas torres, que por mí brillaron,
pavesa sólo son desmantelada.

De cuanto yo recuerdo, ya no hay nada:
plazas, calles, esquinas se borraron.
El mirto y el acanto me engañaron,
me engañó el corazón de la granada.

Cómo pudo callarse tan deprisa
su rumor de agua clara y fácil nido,
su canción de árbol alto y verde brisa.

Dónde pudo perderse tanto ruido,
tanto amor, tanto encanto, tanta risa,
tanta campana como se ha perdido.

Antonio Gala: Sonetos de la Zubia (1987)

Versións:
Clara Montes: Hoy vuelvo a la ciudad enamorada; Canta a Antonio Gala; 1998; Pista 12

martes, 23 de diciembre de 2014

Bosque

Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.

Ángel González: Acariciado mundo. Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: Bosque; A todo amor: antología personal; 2006; Pista 12

domingo, 21 de diciembre de 2014

Hoy no me levanto yo

Una cosa hay bien segura:
hoy no me levanto yo;
tengo sábanas y mantas,
buena almohada y buen colchón,
tengo tabaco y cerillas
y buena imaginación,
y aquí en la cama he llegado
a la clara conclusión
de que, pase lo que pase
hoy no me levanto yo.

Cerca ya del medio día
entran en mi habitación
mi mujer y mi cuñada
y mi hija la mayor
y mi suegra con su hermana
que está aquí ahora de pensión
y confirma mi designio
constatar su irritación
cada vez que les repito
que hoy no me levanto yo.

Hablando todas a un tiempo
reclaman una razón.
-No siento molestia alguna
ni tampoco desazón,
no me ha despertado el niño,
he dormido de un tirón,
digerí bien la fabada,
pesadillas, no, señor,
pero aquí estoy en la gloria
y hoy no me levanto yo.

Mi mujer me amonestaba
con paciencia y con amor,
mi suegra más duramente,
mi hija desapareció
y me trajo un té con leche
y unas lonchas de jamón;
yo me tomé el té con leche,
me arrellané y dije: no,
dejarme por imposible,
que hoy no me levanto yo.

Por fin les dije: aunque vengan
gobierno y oposición,
la televisión y la prensa
y el cabildo en procesión,
policías y alguaciles
que mande gobernación
y los propios comunistas
me envíen su excomunión,
aunque vengan dios y el diablo
hoy no me levanto yo.

Hoy se nace con el sino
de actuar por actuar,
la gente anda arrebatada
y no se para a pensar
que hay veces que el levantarse
se lo puede uno saltar
y aunque a nadie le hagas falta
allí te vienen a hurgar,
pues por mí que canten misa,
no me pienso levantar.

Chicho Sánchez Ferlosio: Canciones, poemas y otros textos (2008)

Versións:
Chicho Sánchez Ferlosio: Hoy no me levanto yo; A contratiempo; 1978; Pista 13



Amancio Prada: Hoy no me levanto yo; Hasta otro día Chicho Sánchez Ferlosio; 2005; Pista 13

Geografía humana

Lúbrica polinesia de lunares
en la pulida mar de tu cadera.
Trópico del tabaco y la madera
mecido por las olas de tus mares.

En los helados círculos polares
toda tu superficie reverbera...
Bajo las luces de tu primavera,
a punto de deshielo, los glaciares.

Los salmones avanzan por tus venas
meridianos rompiendo en su locura.
Las aves vuelan desde tus colinas.

Terreno fértil, huerto de azucenas:
tan variada riqueza de hermosura
pesa sobre tus hombros, que te inclinas.

Ángel González: Sonetos. Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: Geografía humana; A todo amor: antología personal; 2006; Col. De viva voz; Edit. Visor Libros; Pista 9

jueves, 18 de diciembre de 2014

Hermano hombre

¡Arriba hermano hombre!
¡Arriba sobre tus sueños de alegría despedazada!
Como un rayo asesinas las nadas circundantes
y en un pozo de sangre ilusionas tus dones fracasados.
Todo es cielo en silencio. Tú sólo ruges.
Tú sólo ríes. Tú sólo lloras sobre el mar.
Nace la primavera otra vez para ti.
Y para que tú los venzas
se han hecho los abismos en que cada vida se crean
y las noches terribles
en que una voz desolada
nos advierte para siempre
que nada importa ya.
¡Arriba esa mirada eterna
que desafía océanos impávidos de estrellas
y es capaz de enfrentarse
cara a cara
con la sorpresa de existir
en el inocente vértigo del tiempo!
¡Todo es quimera en torno!
¡Todo es un tigre merendando
entre tumbas y olvido y viento y nubes!
Pero tu relámpago abrasa las colinas
y es tu testuz altiva
como mundos de asombro
la exacta demostración dolorosa
de que el infierno se ha hecho para ti
y para que tú la violes sagradamente
de ahí a la Vida esperando tus puños y tus besos
y estelares nacientes prometidas
surcando tu viejo corazón de niño navegante
entre horas sin cerco y horas derruidas y amarguras proféticas
moldeando en sollozos la aurora de los dioses.
Triste es el fondo de tus ruinas. Pero un buzo celeste
tú: hombre hermano maldito
minero de ternura luchador sanguinario
sin una meta fija en las noches ardientes
marcha busca acaricia mata
ávido de esplendores dice la palabra
y la tierra sabe de un sentido como espada
y ya no es tan ciego el girar de los soles.

                                                              1948

Miguel Labordeta: Epilírica (1961)

Versións:
José Antonio Labordeta: Hermano hombre; Que no amanece por nada; 1978; Pista 7

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Final

Entre el amor y la sombra
me debato: último yo.
Prendido de un débil sí,
sobre el abismo de un no,
me debato: último
amor.
Tira de mis pies la sombra.
Sangran mis manos, mis dos
manos asidas al frío
aire: último dolor.
Éste es mi cuerpo de ayer
sobreviviendo de hoy.

Ángel González: Canciones. Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: Final; A todo amor: antología personal; Col. De viva voz; Edit. Visor Libros; 2006; Pista 5

domingo, 14 de diciembre de 2014

Hoy encuentro, temblando ya y vacía

Hoy encuentro, temblando ya y vacía,
la casa que los dos desperdiciamos
y el vago sueño del que despertamos
sin habernos dormido todavía.

Acordarse del agua en la sequía
no hace brotar ni florecer los ramos.
¿Dónde estás, dónde estoy y dónde estamos?
¿Qué fue del mundo cuando amanecía?

Hoy me pasa el amor de parte a parte.
Temo encontrarte y no reconocerte.
Temo extender la mano y no tocarte.

Temo girar los ojos y no verte.
Temo gritar tu nombre y no nombrarte...
Temo estar caminando por la muerte.

Antonio Gala: Sonetos de la Zubia (1987)

Versións:
Clara Montes: Hoy encuentro, temblando ya y vacía; Canta a Antonio Gala; 1998; Pista 2

viernes, 12 de diciembre de 2014

Es verdad

¡Ay, qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.

¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?

¡Ay, qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!

Federico García Lorca: Andaluzas. Canciones (1921-1924) (1927)

Versións:
Camarón: Homenaje a Federico*; La leyenda del tiempo; 1979; Cara A, Corte 3



Javier Ruibal: Por tu amor me duele el aire**; Contrabando; 1997; Pista 4



Ana Belén: Por tu amor me duele el aire**; Lorquiana. Poemas de Federico García Lorca; 1998; Pista 10



Camarón: Homenaje a Federico***; Antología inédita; 2000; Pista 8



Marta Gómez: Es verdad; El corazón y el sombrero; 2011; Pista 1



Marta Gómez e Javier Ruibal: Por tu amor me duele el aire**; El corazón y el sombrero; 2011; Pista 11



*[A versión musical de Camarón está precedida dun fragmento do poema Tengo los ojos puestos, da peza teatral de Federico García Lorca: Los títeres de cachiporra. Tragicomedia de Don Cristobal y la señá Rosita (1923); e seguida por fragmentos dos seguintes poemas: Murió al amanecer, da obra de Federico García Lorca: Canciones (1927); La Lola e Sorpresa, da obra de Federico García Lorca: Poema del Cante jondo (1931).]
**[A versión musical de Javier Ruibal, Ana Belén e Marta Gómez e Javier Ruibal están seguidas polo poema Adelina de paseo, da obra Canciones, de Federico García Lorca.]
***[A versión musical de Camarón está precedida dun fragmento do poema Tengo los ojos puestos, da peza teatral de Federico García Lorca: Los títeres de cachiporra. Tragicomedia de Don Cristobal y la señá Rosita (1923); e seguida por fragmentos dos seguintes poemas: Murió al amanecer, da obra de Federico García Lorca: Canciones (1927); e La Lola, da obra de Federico García Lorca: Poema del Cante jondo (1931).]

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Hospicio

Y las estrellas pobres
las que no tienen luz,
¡qué dolor,
que dolor,
que pena!,
están abandonadas
sobre un azul borroso.

¡Que dolor,
qué dolor,
qué pena!

Federico García Lorca: Suites (1920-1936) (1986)*

Versións:
Vicente Monera: Hospìcio; www.musicaypoemas.com; 2008;



*[Este poema aparece recollido en Andrew A. Anderson: Federico García Lorca: Antología poética del cincuentenario; Diputación de Granada; 1986; ISBN- 8450534259]

martes, 9 de diciembre de 2014

Alga quisiera ser, alga enredada

Alga quisiera ser, alga enredada,
en lo más suave de tu pantorrilla.
Soplo de brisa contra tu mejilla.
Arena leve bajo tu pisada.

Agua quisiera ser, agua salada
cuando corres desnuda hacia la orilla.
Sol recortando en sombra tu sencilla
silueta virgen de recién bañada.

Todo quisiera ser, indefinido,
en torno a ti: paisaje, luz, ambiente,
gaviota, cielo, nave, vela, viento...

Caracola que acercas a tu oído,
para poder reunir, tímidamente,
con el rumor del mar, mi sentimiento.

Ángel González: Sonetos. Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: Alga quisiera ser, alga enredada; A todo amor: antología personal; Col. De viva voz; Edit. Visor Libros 2006; Pista 7

viernes, 5 de diciembre de 2014

Hombre pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy tu canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.

Alfonsina Storni: Irremediablemente (1919)

Versións:
Rosa León: Hombre pequeñito; Cuenta conmigo; 1984; Pista 4



Imanol: Hombre pequeñito; Viajes de mar y luna; 1990; Pista 11

jueves, 4 de diciembre de 2014

Adiós. Hasta otra vez o nunca

Adiós. Hasta otra vez o nunca.
Quién sabe qué será,
y en qué lugar de niebla.
Si habremos de tocarnos para reconocernos.
Si sabremos besamos por falta de tristeza.
Todo lo llevas con tu cuerpo.
Todo lo llevas.
Me dejas naufragando en esta nada
inmensa.
Cómo desaparece el monte
—me dejas…—,
se hunde el río
—…en esta…—,
se desintegra la ciudad.
Despiertas.

Ángel González: Canciones. Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: Adiós. Hasta otra vez o nunca; A todo amor: antología personal; Col. De viva voz; Edit. Visor Libros; 2006; Pista 6

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Hombre de provecho

Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.

Trabaja, niño, no te pienses
que sin dinero vivirás,
junta el esfuerzo y el ahorro,
ábrete paso, ya verás

como la vida te depara
buenos momentos. Te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar.

La vida es lucha despiadada,
nadie te ayuda así, nomás,
y si tu solo no adelantas
te irán dejando atrás, atrás.

Anda, muchacho, dale duro,
la tierra toda, el sol y el mar
son para aquellos que han sabido
sentarse sobre los demás…

Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
que lo he olvidado siempre más.

José Agustín Goytisolo: Algo sucede (1968)*

Versións:
Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Paco Ibáñez 3; 1969; Pista 10



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Paco Ibáñez en el Olympia de París; 1969; CD2, Pista 9



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Concierto en el Teatro de la Ópera de Buenos Aires; 1971; CD1, Pista 12



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Canta a José Agustín Goytisolo; 2002; Pista 5



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Concierto en el Palau de la Música de Barcelona; 2002; Pista 6



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Les concerts de Paco Ibáñez a Paris; 2002; Pista 13



Paco Ibáñez: Me lo decía mi abuelito; Concierto en el Espai de la Música y Danza de la Generalitat, Barcelona; 2003; Pista 11



Ángel Parra: Me lo decía mi abuelito; Ángel Parra chante Paco Ibáñez; 2011; Pista 13



*[O poema aparece posteriormente incluido nas obras: Palabras para Julia y otras canciones (1980), co título Me lo decía mi abuelito, suprimindo as comas, repetindo a primeira estrofa tra-lo v.12 a xeito de estribillo, ainda que modificando o adverbio de cantidade ‘muchas’, polo de tempo ‘siempre’ que pecha o texto; Palabras para Julia (1990), igual que a anterior; La voz y la palabra (1994) coas modificacións anteriores agás o cambio de adverbios do segundo estribillo v.24 y lo he olvidado siempre más. ; Algo sucede (1996) cambia a puntuación: v.8 ábrete paso y ya verás v.16 te irán dejando atrás y atrás. v.18 la tierra toda y el sol y el mar v.24-25 me lo dijeron tantas veces / que lo he olvidado siempre más. e; Poesía para estudiantes (1996) que reproduce as edicións dos anos 1980 e 1990. {José Agustín Goytisolo: Poesía completa; Edición, prólogo e notas de Carmen Riera e Ramón García Mateos; Poesía, 178; Editorial Lumen, Barcelona, 2009; ISBN: 978-84-264-1409-5}]

martes, 2 de diciembre de 2014

Cantiga para andar pola Terra Cha

Cruzarei o Fabilus, o Lea, Moares e Martiñán
por entremedias dos agros acugulados de pan.
                Soio unha estrela por guía.

Cruzarei o Anllo, o Landra, o Azúmara e o Miño
pra ver correr as súas ondas despaciño, despaciño.
                Soio unha estrela por guía.

Hei de mercar en Vilalba, algún día de feirón,
un par de capós cebados e queixos de San Simón.
                Soio unha estrela por guía.

¡Hei de ir a Santa Sabel e ó San Ramón de Vilalba
e ruarei ó meu xeito do anoitecer deica a alba!
                Soio unha estrela por guía.

Irei as feiras de Rábade, a do Monte e a Moimenta
pra ver si merco soños que agora non teñen venta.
                Soio unha estrela por guía.

Castelos de Caldaloba, de Vilalba e de Sobrada:
¡as vosas pedras tan vellas xa non se lembran de nada!
                Soio unha estrela por guía.

Co meu anceio calado, pequeniño e silandeiro
achegareime a Loentia pra deprender a zoqueiro.
                Soio unha estrela por guía.

Hei ir de Castro a Abadín e de Begonte a Cospeito
pra ver como os labregos teñen que partir o peito.
                Soio unha estrela por guía.

Irei de Outeiro a Vilalba e de Pol deica Xoibán
pra mirar como os labregos teñen que suar o pan.
                Soio unha estrela por guía.

Heime chegar deica Bonxe para ver o barro cocer
dende o abrente do día ós pechos do anoitecer.
                Soio unha estrela por guía.

Achegareime a Sistallo e a Cospeito preguntar
polas lendas da Lagoa que acaban de desecar…
                Soio unha estrela por guía.

Hei andar a Terra Cha sen esquecer un rincón
¡ouh terra da miña alma, lume do meu corazón!
                Non quero máis compañía
                Soio unha estrela por guía.

Manuel María: Terra Cha (1954)

Versións:
Milladoiro: Unha estrela por guía; Unha estrela por guía; 2006; Pista 4

lunes, 1 de diciembre de 2014

Hombre

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!

Blas de Otero: Ángel fieramente humano (1950)

Versións:
Vicente Monera: Hombre; www.musicaypoemas.com; 2009;

domingo, 30 de noviembre de 2014

A qué mirar. A qué permanecer

A qué mirar. A qué permanecer
seguros
de que todo es así, seguirá
siendo... Jamás pudo
ser de otra forma, compacto
y duro,
este —perfecto en su cadencia—
mundo.
Preferible es no ver. Meter las manos
en un oscuro
panorama, y no saber
qué es esto que aferramos, en un puro
afán de incertidumbre, de mentira.
Porque la verdad duele. Y lo único
que te agradezco ya es que me engañes
una vez más...
            —«Te quiero mucho...»

Ángel González: Áspero mundo (1956)

Versións:
Ángel González: A que mirar. A que permanecer; A todo amor: antología personal; Col. De viva voz; Edit. Visor Libros; 2006; Pista 2

sábado, 29 de noviembre de 2014

Historia conocida

Hace tiempo hubo un hombre, entre nosotros,
alegre, iluminado,
que amó, vivió y cantaba hasta la muerte,
libre como los pájaros.

Es una historia conocida, amigos,
todos la recordamos;
—viento del pueblo, se perdió en el pueblo—
pero no ha terminado.

¡Qué bonito sería! Nace, escribe
muere desamparado.
Se estudian sus poemas, se le cita,
y a otra cosa, muchachos.

Pero su nombre continúa, sigue,
como nosotros, esperando,
el día en que este asunto, y otros muchos,
se den por terminados.

José Agustín Goytisolo: Años decisivos (1961)*

Versións:
Paco Ibáñez: Historia conocida; Concert au Teatro de la Ópera de Buenos Aires; 1971; CD2, Pista 5



Paco Ibáñez: Historia conocida; Del Olimpia al Palais des Sport; 1972; Pista 4



Joan Manuel Serrat: Historia conocida; 1978; 1978; Cara B, Corte 4



Paco Ibáñez: Historia conocida; Les concerts de Paco Ibáñez a Paris; 2002; Pista 18



*[O poema aparece incluido na obra Claridad, dentro da recopilación Años decisivos que fai o autor no ano 1961 da súa obra publicada. Aparece, tamén, incluido nas obras: Del tiempo y del olvido (1977; 1980), onde modifica a puntuación mantendo só os puntos e cambia v.7 viento del pueblo se perdió en el pueblo v.9 Qué bonito sería! Nace escribe ; Palabras para Julia y otras canciones (1980), cos cambios de puntuación anteditos; Palabras para Julia (1990), igual que a anterior, e; Claridad (1998) onde modifica a puntuación e cambia v.3 qué amó y vivió y cantaba hasta la muerte e v.10 y muere encarcelado. {José Agustín Goytisolo: Poesía completa; Edición, prólogo e notas de Carmen Riera e Ramón García Mateos; Poesía, 178; Editorial Lumen, Barcelona, 2009; ISBN: 978-84-264-1409-5}]

viernes, 28 de noviembre de 2014

Himno a los pájaros

Dios te guarde, pajarillo,
flor del bosque, plumas oro,
nadie mate tus pichones,
nadie toque tu tesoro.

La tormenta no te asuste
en las noches despiadadas,
que el viento no te castigue,
ni te maten las heladas.

Que el cazador no te encuentre
cuando te busca en la selva,
la sombra por defenderte,
en sus repliegues te envuelva.

Vuela siempre por los aires,
canta siempre entre las ramas,
picotea en los jardines,
cuelga el nido en las retamas.

Dios te guarde, pajarillo,
flor del bosque, plumas de oro,
nadie mate tus pichones,
nadie toque tu tesoro.

Alfonsina Storni: El Dios de los pájaros, Cuadro Iº, Acto Iº (1942)*

Versións:
Imanol: Himno a los pájaros; Viajes de mar y luna; 1990; Pista 10



*[Publicada orixinalmente na Revista Ser, nos 23-24, Buenos Aires, 1942]

jueves, 27 de noviembre de 2014

Hijo de la luz y de la sombra

                         I
          (Hijo de la sombra)
Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.


Forjado por el día, mi corazón que quema
lleva su gran pisada del sol adonde quieres,
con un sólido impulso, con una luz suprema,
cumbre de las montañas y los atardeceres.

Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.


El aire de la noche desordena tus pechos,
y desordena y vuelca los cuerpos con su choque.
Como una tempestad de enloquecidos lechos,
eclipsa las parejas, las hace un solo bloque.

La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.


Ya la sombra es el nido cerrado, incandescente,
la visible ceguera puesta sobre quien ama;
ya provoca el abrazo cerrado, ciegamente,
ya recoge en sus cuevas cuanto la luz derrama.

La sombra pide, exige seres que se entrelacen,
besos que la constelen de relámpagos largos,
bocas embravecidas, batidas, que atenacen,
arrullos que hagan música de sus mudos letargos.

Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.


El hijo está en la sombra que acumula luceros,
amor, tuétano, luna, claras oscuridades.
Brota de sus perezas y de sus agujeros,
y de sus solitarias y apagadas ciudades.

El hijo está en la sombra: de la sombra ha surtido,
y a su origen infunden los astros una siembra,
un zumo lácteo, un flujo de cálido latido,
que ha de obligar sus huesos al sueño y a la hembra.

Moviendo está la sombra sus fuerzas siderales,
tendiendo está la sombra su constelada umbría,
volcando las parejas y haciéndolas nupciales.
Tú eres la noche, esposa. Yo soy el mediodía.

                         II
          (Hijo de la luz)
Tú eres el alba, esposa: la principal penumbra,
recibes entornadas las horas de tu frente.
Decidido al fulgor, pero entornado, alumbra
tu cuerpo. Tus entrañas forjan el sol naciente.

Centro de claridades, la gran hora te espera
en el umbral de un fuego que al fuego mismo abrasa:
te espero yo, inclinado como el trigo a la era,
colocando en el centro de la luz nuestra casa.

La noche desprendida de los pozos oscuros,
se sumerge en los pozos donde ha echado raíces.
Y tú te abres al parto luminoso, entre muros
que se rasgan contigo como pétreas matrices.

La gran hora del parto, la más rotunda hora:
estallan los relojes sintiendo tu alarido,
se abren todas las puertas del mundo, de la aurora,
y el sol nace en tu vientre, donde encontró su nido.

El hijo fue primero sombra y ropa cosida
por tu corazón hondo desde tus hondas manos.
Con sombras y con ropas anticipó su vida,
con sombras y con ropas de gérmenes humanos.

Las sombras y las ropas sin población, desiertas,
se han poblado de un niño sonoro, un movimiento,
que en nuestra casa pone de par en par las puertas,
Y ocupa en ella a gritos el luminoso asiento.

¡Ay, la vida: qué hermoso penar tan moribundo!
Sombras y ropas trajo la del hijo que nombras.
Sombras y ropas llevan los hombres por el mundo.
Y todos dejan siempre sombras: ropas y sombras.

Hijo del alba eres, hijo del mediodía.
Y ha de quedar de ti luces en todo impuestas,
mientras tu madre y yo vamos a la agonía,
dormidos y despiertos con el amor a cuestas.

Hablo, y el corazón me sale en el aliento.
Si no hablara lo mucho que quiero me ahogaría.
Con espliego y resinas perfumo tu aposento.
Tú eres el alba, esposa. Yo soy el mediodía.

                         III
          (Hijo de la luz y la sombra)
Tejidos en el alba, grabados, dos panales
no pueden detener la miel en los pezones.
Tus pechos en el alba: maternos manantiales,
luchan y se atropellan con blancas efusiones.

Se han desbordado, esposa, lunarmente tus venas,
hasta inundar la casa que tu sabor rezuma.
Y es como si brotaras de un pueblo de colmenas,
tú toda una colmena de leche con espuma.

Es como si tu sangre fuera dulzura toda,
laboriosas abejas filtradas por tus poros.
Oigo un clamor de leche, de inundación, de boda
junto a ti, recorrida por caudales sonoros.

Caudalosa mujer: en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura.
Si quemaran mis huesos con la llama del hierro,
verían que grabada llevo allí tu figura.


Para siempre fundidos en el hijo quedamos:
fundidos como anhelan nuestras ansias voraces:
en un ramo de tiempo, de sangre, los dos ramos,
en un haz de caricias, de pelo, los dos haces.

Los muertos, con un fuego congelado que abrasa,
laten junto a los vivos de una manera terca.
Viene a ocupar el hijo los campos y la casa
que tú y yo abandonamos quedándonos muy cerca.

Haremos de este hijo generador sustento,
y hará de nuestra carne materia decisiva
donde asienten su alma, las manos y el aliento,
las hélices circulen, la agricultura viva.

Él hará que esta vida no caiga derribada,
pedazo desprendido de nuestros dos pedazos,
que de nuestras dos bocas hará una sola espada
y dos brazos eternos de nuestros cuatro brazos.

No te quiero en ti sola: te quiero en tu ascendencia
y en cuanto de tu vientre descenderá mañana.
Porque la especie humana me han dado por herencia,
la familia del hijo será la especie humana.

Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo.
Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.


Miguel Hernández: Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941) (1958)

Versións:
Joan Manuel Serrat: Hijo de la luz y de la sombra; Hijo de la luz y de la sombra; 2010; Pista 13

martes, 25 de noviembre de 2014

Prólogo

Hijo:

Espantado de todo, me refugio en ti.

Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.

Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en esa forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón.

¡Lleguen al tuyo!*

José Martí: Ismaelillo (1882)

Versións:
Sara González: Hijo…; Versos José Martí cantados por Sara González; 1975; Pista 7



Teresita Fernández: Dedicatoria; Teresita canta a Martí; 2007; Pista 2



*[Introducción, en prosa, ao libro de poemas citado]

domingo, 23 de noviembre de 2014

Hermana Marica

Hermana Marica,
mañana, que es fiesta,
no irás tú a la amiga
ni yo iré a la escuela.
Pondraste el corpiño
y la saya buena,
           
cabezón labrado,
toca y albanega;
           
y a mí me pondrán
mi camisa nueva,
           
sayo de palmilla,
media de estameña;
           
y si hace bueno
trairé la montera
que me dio la Pascua
mi señora abuela,
           
y el estadal rojo
con lo que le cuelga,
que trajo el vecino
cuando fue a la feria.
Iremos a misa,
veremos la iglesia;
darános un cuarto
mi tía la ollera.
Compraremos de él
(que nadie lo sepa)
chochos y garbanzos
para la merienda;
           
y en la tardecica,
en nuestra plazuela
jugaré yo al toro
y tú a las muñecas
           
con las dos hermanas
Juana y Madalena
y las dos primillas
Marica y la tuerta;
y si quiere madre
dar las castañetas,
podrás tanto de ello
bailar en la puerta;
y al son del adufe
cantará Andrehuela:
No me aprovecharon,
madre, las hierbas;
y yo de papel
haré una librea
           
teñida con moras
porque bien parezca,
           
y una caperuza
con muchas almenas;
pondré por penacho
las dos plumas negras
del rabo del gallo,
que acullá en la huerta
           
anaranjeamos
las Carnestolendas;
           
y en la caña larga
pondré una bandera
con dos borlas blancas
en sus tranzaderas;
y en mi caballito
pondré una cabeza
de guadamecí,
dos hilos, por riendas;
           
y entraré en la calle
haciendo corvetas,
           
yo y otros del barrio,
que son más de treinta.
Jugaremos cañas
junto a la plazuela,
porque Barbolilla
salga acá y nos vea;
           
Barbola, la hija
de la panadera,
la que suele darme
tortas con manteca,
porque algunas veces
hacemos yo y ella
las bellaquerías
detrás de la puerta.
           

                             1580

Luis de Góngora: Romances burlescos. Manuscrito Vicuña* (1627)

Versións:
Paco Ibáñez: Hermana Marica; Paco Ibáñez 1; 1964; Pista 11



Diego Carrasco: Flamenco barroco; A tiempo; 1994; Pista 4



Diego Carrasco: La canción del mariquita**; El tiempo del diablo*** (VVAA); 2008;



*[Manuscrito Vicuña: Obras en Verso del Homero español que recogió Juan López de Vicuña; Madrid; 1627; BNE.]
**[A versión musical de Diego Carrasco está precedida pola interpretación do poema Canción del mariquita, da obra de Federico García Lorca: Canciones, do ano 1927, na voz de Miguel Poveda.]
***[Espectáculo dirixido por Diego Carrasco, estrenado no Teatro Lope de Vega de Sevilla o 21 de setembro de 2008, no transcurso da celebración da Bienal de Flamenco.]

viernes, 21 de noviembre de 2014

A Revolución Irmandiña

Cando espiraba en Galicia
o período medioeval
o povo fixo xusticia
en irmandá comunal.

Pois os nosos Irmandiños
co gran Roi Xordo por guía
saíron polos camiños
na busca dun novo día.

Foi a Irmandade Galega
unha unidade do povo.
¡Foi a xusticia que chega
traguendo un sol puro e novo!

Baixo o mando de Lanzós
ningún castelo quedóu.
¡Galicia sin torreós
a sí mesma se mandóu…!

E unha forza poderosa
a fe do povo mantiña.
¡Foi unha xeira groriosa
a da Revolta Irmandiña!

Manuel María: As rúas do vento ceibe (1979)

Versións:
Roi Casal: A Revolución; Lendas douradas; 2008; Pista 11

jueves, 20 de noviembre de 2014

Heces

Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.
Esta tarde es dulce.  Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.
Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"
Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.
Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.
Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.
Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!

César Vallejo: Los heraldos negros (1918)

Versións:
Noel Nicola e Susana Baca: Heces; Canta a César Vallejo; 1986; Pista 4



Campo de almas: Heces; Los pasos lejanos. Tributo rock a César Vallejo (VVAA); 2007; Pista 3

miércoles, 19 de noviembre de 2014

É xa tempo de erguer a Libertade

(…)

É xa tempo de erguer a Libertade,
de saír deste noxo e deste abismo
pra poñer en outo a diñidade,
a ira, a rebelión, o inconformismo.

É tempo preciso pra se alzar,
de enterrar dunha vez a tiranía
e erguer a nosa fe como un cantar
pra traguer a pureza e a alegría.

É o tempo do combate, do cramor,
da afirmación enteira máis varil.
É o tempo do incendio abrasador
baixo este ceo purísimo de abril.

É tempo de ofrendar a propia vida,
de vestir o uniforme de soldado.
É tempo de ir coa frente erguida
pra facer un mañán esperanzado.

Abril fixo xurdir rosas vermellas,
toxos arnás e estirpos feridores.
É tempo de gadañas e de rellas;
de seiturar a traición, ós traidores.

Galicia é, dende agora, chama acesa,
un agromar de mapoulas a frorir;
unha fouce xigante, unha promesa;
unha vontade absoluta de porvir.

Galicia é o empeño máis fermoso,
o pulo trascendente máis cabal;
un ideal vivo, virxe e poderoso;
unha desperta conciencia comunal.

Este é tempo de loita, de xenreira.
É tempo de semente e de colleita.
¡O tempo de que agrome a Primaveira
pra levantar á Terra tan maltreita!

                                                 4 de abril de 1846.
                                                 Rúa de SANTIAGO DE COMPOSTELA.
                                                 Varios ESTUDIANTES.
                                                 O poeta FRANCISCO AÑÓN.

(…)

Manuel María: Abril de Lume e Ferro* (1974)

Versións:
A Quenlla: Abril de Lume e Ferro; 30 anos con A Quenlla de amor, dor e loita; 2014; CD2, Pista 3



*[Este poema forma parte da obra teatral Abril de Lume e Ferro. Dita peza foi estreada no Campo da Feira de Carral no ano 1986. A obra publicouse no ano 1989, polo Excmo. Concello de Carral.]

martes, 18 de noviembre de 2014

He vivido: me he muerto

He vivido: me he muerto: y en mi andante
Fosa sigo viviendo: una armadura
Del hierro montaraz del siglo octavo.
Menos, sí, menos que mi rostro pesa.
Al cráneo inquieto lo mantengo fijo
Porque al rodar por tierra, el mar de llanto
…………………no asombre.*
Quejarme, no me quejo: es de lacayos
Quejarse, y de mujeres,
Y de aprendices de la trova, manos
Nuevas en liras viejas: —Pero vivo
Cual si mi ser entero en un agudo
Desgarrador sollozo se exhalara.—
De tierra, a cada sol mis restos propios
Recojo, presto los apilo a rastras,
A la implacable luz y a los voraces
Hombres, cual si vivieran los paseo:
Mas si frente a la luz me fuese dado
Como en la sombra do duermo, al polvo
Mis disfraces echar, viérase súbito
Un cuerpo sin calor venir a tierra
Tal como un monte muerto que en sus propias
Inanimadas faldas se derrumba.

He vivido: al deber juré mis armas
Y ni una vez el sol dobló las cuestas
Sin que mi lidia y mi victoria viere:—
¡Ni hablar, ni ver, ni pensar yo quisiera!
Cruzando los brazos como en nube
Parda, en mortal sosiego me hundiría.
De noche, cuando al sueño a sus soldados
En el negro cuartel llama la vida,
La espalda vuelvo a cuanto vive: al muro
La frente doy, y como jugo y copia
De mis batallas en la tierra miro—
¡La rubia cabellera de una niña
Y la cabeza blanca de un anciano!


José Martí: Versos libres (1878-1882) (1913)

Versións:
Sara González: He vivido, me he muerto; Versos José Martí cantados por Sara González; 1975; Pista 13



*[Verso non rematado.]

viernes, 14 de noviembre de 2014

He ido marcando con cruces de fuego

Poema 13

He ido marcando con cruces de fuego
el atlas blanco de tu cuerpo.
Mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose.
En ti, detrás de ti, temerosa, sedienta.

Historias que contarte a la orilla del crepúsculo,
muñeca triste y dulce, para que no estuvieras triste.
Un cisne, un árbol, algo lejano y alegre.
El tiempo de las uvas, el tiempo maduro y frutal.

Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.
La soledad cruzada de sueño y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.

Entre los labios y la voz, algo se va muriendo.
Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Así como las redes no retienen el agua.
Muñeca mía, apenas quedan gotas temblando.
Sin embargo, algo canta entre estas palabras fugaces.
Algo canta, algo sube hasta mi ávida boca.
Oh poder celebrarte con todas las palabras de alegría.
Cantar, arder, huir, como un campanario en las manos de un loco.
Triste ternura mía, qué te haces de repente?
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío
mi corazón se cierra como una flor nocturna.

Pablo Neruda: 20 poemas de amor y una canción desesperada (1924)

Versións:
Pablo Neruda: Poema 13; La voz del poeta, Vol.1; 1968; Pista 13



Ángel Parra: He ido marcando con cruces de fuego; Sólo el amor. Ángel Parra canta a Pablo Neruda; 2004; Pista 3



Pablo Neruda: He ido marcando con cruces de fuego; 20 poemas de amor y una canción desesperada; Audio-Libro, Editorial Visor; 2008; Pista 13

(Reedición da versión do disco, La voz del poeta, Vol.1, do ano 1968)



Vicente Monera: (Poema 13) He ido marcando; www.musicaypoemas.com; 2008;