domingo, 31 de mayo de 2015

La Pampa es un viejo mar

Si usted no conoce el sur
si piensa que es el desierto,
ni sabe cómo es La Pampa
ni conoce su secreto:
¡La Pampa es un viejo mar
donde navega el silencio!

Usted que pasa y se va,
puede bajarse sin miedo,
podrá escuchar como suenan
las trutrucas del Pampero:
¡Si usted no ha estado por aquí
no sabe lo que es el viento!

Tierra para estar de pie
con las vigilias del tiempo.
A veces, entre los cardos,
se va desangrando el suelo.
¡Y un llanto de sangre y sal
le llora su río muerto!

Busque en el pobre hachador
su caracú jornalero:
la médula de un caldén
hallará si escarba el hueso.
¡Con sus raigones de fe
son plantas mirando el cielo!

Deje que llueva nomás,
sobre este cultrún reseco;
ya verá como florecen
los surcos del chacarero:
¡Con sus muchachas en flor
el trigo se da en un beso!

Venga conmigo y seré
para siempre su aparcero;
verá un manantial de luz
en el corazón del médano.
¡La Pampa es de áspera piel,
pero jugosa por dentro!

Usted no conoce el sur
si piensa que es el desierto;
mire bien ese horizonte:
¿no ve mil barcos veleros?
¡La Pampa es un viejo mar
donde navega el silencio!

Juan Ricardo Nervi: Canto a La Pampa (1947)

Versións:
Alberto Cortez: La Pampa es un viejo mar; Entre líneas; 1985; Pista 5

sábado, 30 de mayo de 2015

Canción de los que buscan olvidar

Al costado de la barca
mi corazón he apegado,
al costado de la barca
de espumas ribeteado.

Lávalo, mar, con sal eterna;
lávalo, mar, lávalo mar.
que la Tierra es para la lucha
y tú eres para consolar.

En la proa poderosa
mi corazón he clavado.
Mírate barca que llevas
el vértice ensangrentado.

Lávalo, mar, con sal tremenda,
lávalo, mar, lávalo mar
O me lo rompes en la proa
que no lo quiero más llevar.

Sobre la nave toda puse
mi vida como derramada!
Múdala, mar, en los cien días
que ella será tu desposada.

Múdala, mar, con tus cien vientos.
Lávala, mar; lávala, mar,
que otros te piden oro y perlas,
y yo te pido el olvidar!

Gabriela Mistral: Desolación (1922)

Versións:
Fernando González e Paula Batarce: Canción de los que buscan olvidar; A Gabriela Mistral. Amo amor; 2005; Pista 5



Eduardo Peralta: Canción de los que buscan olvidar; XXI poetas chilenos; 2009; Pista 10

viernes, 29 de mayo de 2015

La palomita

            Letrilla XXXIII

    Una paloma blanca
como la nieve,
me ha picado en el alma;
mucho me duele.
    Dulce paloma,
¿cómo pretendes
herir el alma
de quien te quiere?
    Tu pico hermoso
brindó placeres,
pero en mi pecho
picó cual sierpe.
    Pues dime, ingrata,
¿por qué pretendes
volverme males
dándote bienes?
    ¡Ay! nadie fíe
de aves aleves;
que a aquel que halagan,
mucho más hieren.

José Iglesias de la Casa: La esposa aldeana. Poesías póstumas (1798)

Versións:
Paco Ibáñez: Una paloma blanca; A flor de tiempo; 1978; Pista 5



Paco Ibáñez: Una paloma blanca; En vivo, en el Luna Park de Buenos Aires; 1987; Pista 13



Paco Ibáñez: Una paloma blanca; Concierto en el Espai de Música y Danza de la Generalitat, Barcelona; 2003; Pista 5

jueves, 28 de mayo de 2015

Al amor de la lumbre

                    A la señora Dolores Endeyza de Silva.

Junto a las grutas de las quebradas
donde las aguas alborotadas
charlan de asuntos si tón ni són,
hay una casa de corredores
donde hay palomas tiestos con flores,
y enredaderas en el balcón.


Es una casa de tres ventanas
donde la madre luce sus canas
como argumento de algo gentil,
y unos modales llenos de gracia
que hacen más grave la aristocracia
del aire místico y señoril.


Si fueran cosas de tiempo antiguo,
más de una oda de metro exiguo
hubiera escrito Fray Luis de León,
sobre la dama de blanco pelo,
sobre las dichas que allá en el cielo
tendrán los buenos de corazón.

Y en verdad digna es de verso y prosa
la blanca mesa, la blanca loza,
la porcelana de albo matiz,
los cuchicheos, los tenues corros
y el agua alegre que salta a chorros
por una enorme llave matriz.


Es una dicha que causa pena...
La broma alegre, la charla amena
y allá en el piano, la, si, do, re...
Los besos largos, las risas claras
y el tintineo de las cucharas
sobre las blancas tazas de té.


Unos comentan el cuento charro;
éste que piensa fuma el cigarro
mirando el humo subir, subir.
Hace proyectos mientras bosteza
y ve en las brumas de su pereza
las alegrías que han de venir.

La madre cose; la joven piensa;
la chica enreda su oscura trenza;
los grandes hurgan temas de amor.
Y si a la larga se ponen tristes,
el más alegre cuenta unos chistes
que a todos ponen de buen humor.


Mientras, las flores pueblan la mesa
y la bandeja de plata gruesa
y las cajitas donde hay café,
en cuyas clásicas etiquetas
hay unos chinos que hacen piruetas
sobre cajones llenos de té.

En los jarrones de porcelana
hay una torre y una campana
que casi, casi repica ya...
un cuadro antiguo, colgado al muro,
y en él un gesto grave y seguro
sobre el retrato del buen papá.

Si allá un piloto maniobras manda,
los chicos todos en la baranda
piensas: ¿a dónde va el bergantín?
...Y sopla el viento del mediodía
y una brumosa melancolía
vacía en el aire vahos de esplín.

En las heladas tardes de invierno
se leen libros de arte moderno
o alguna charla de Pedro Gil;
oye la dama de pelo cano,
callado el viento, callado el piano,
y Paderewsky sobre el atril...

Cuando en las noches hay aguacero,
niños y gatos junto al brasero
oyen La lámpara de Aladín;
cuentos de negros duchos en bromas,
niñas que un hada volvió palomas
o gigantones con piel de espín.


...Suenan las doce; la madre reza;
hay en los cielos mucha tristeza,
abajo un vaho sentimental
mientras que enfermas de hipocondría
cantan las ranas su letanía
allá en la orilla de un manantial.


Sueñan los niños que allá en la gloria
hay una inmensa preparatoria
donde Dios hace de preceptor;
y que en las clases, de traje blanco,
a cada uno pone en el banco
una corneta con un tambor.


Carlos Pezoa Véliz: Alma chilena (1912)

Versións:
Eduardo Peralta: Al amor de la lumbre; Encanto de las lluvias. Poetas nacidos en el siglo XIX; 2014; Pista 2

La paloma

(Versión libre)

                    <<… ay que vente conmigo, chinita,
                    adonde vivo yo.>>
                    (Popular hispanoamericana)

Se habla de la esperanza
últimamente.

… en donde vivo yo

Alguien la vio pasar por los suburbios
de París, allá hacia el año
mil novecientos cuarenta
y tantos. Poco después
aparecieron huellas de su vuelo
en Roma. También es cierto
que desde las Antillas voló un día,
tan alta, que su sombra
cubrió pueblos enteros,
acarició los montes y los ríos,
cruzó sobre las olas,
saltó a otros continentes,
parecía…

… ay, que vente conmigo
adonde vivo yo.


Años más tarde,
un profesor ilustre
dedujo de unas plumas mancilladas,
halladas entre sangre
cerca de un arrozal, en el Sudeste
asiático, que ahí
estaba
ella:
en el sitio y la hora de la ira.

… en donde vivo yo

No en el lugar del pacto, no
en el de la renuncia,
jamás en el dominio
de la conformidad,
donde la vida se doblega, nunca.

… en donde muero yo.

Ángel González: Intermedio de canciones, sonetos y otras músicas. Tratado de urbanismo (1967)

Versións:
Ángel González e Pedro Guerra: Habanera; La palabra en el aire; 2003; Pista 14

martes, 26 de mayo de 2015

El bienaventurado

Tonada 21

Aquel hombre de enfrente,
simple de corazón,
agonizó sus años
corriendo a tres empleos.
Un día, simplemente,
su simple corazón
le estalló en una esquina
y despertó en el cielo.

Dios, bonachón y antiguo,
le dio la bienvenida,
palmeándolo y diciendo:
Qué cuenta de la vida?

Y aquel hombre de enfrente,
simple de corazón,
se quedó boquiabierto
y preguntó: qué vida?

Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)

Versións:
Armando Tejada Gómez: El bienaventurado; Poeta de la legua; 1959; Cara A, Corte 14



Benjo Cruz*: El bienaventurado; Grito del pueblo**; 1971; Lado A, Corte 5



Armando Tejada Gómez: El bienaventurado; Vigencia; 2005; CD3, Pista 5

(Recitativo semellante a versión do disco Poeta de la legua, do ano 1965.)





*[Non dispoñemos da carátula orixinal, pero sí das etiquetas do vinilo.]
**[Obra póstuma. Editada tra-la morte do autor, con grabacións magnetofónicas analóxicas, recollidas en recitais universitarios, principalmente.]
***[Por razóns de espazo nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respetamos a etiqueta anterior para evitar duplicidades.]

lunes, 25 de mayo de 2015

La palmera levantina

La palmera levantina,
la columna que camina.
La palmera…
La palmera
levantina,
la que otea la marina,
la mediterránea era.
La palmera levantina,
la que atrapa la primera
ráfaga de primavera,
la primera golondrina.
La señora de paisajes.
La que araña a los luceros
y se ciñe los encajes
de las nubes,
cual turbantes, a los zancos datileros.
El magnífico incensario
que se mece solitario
al final de una colina,
contra azul extraordinario…
¡La palmera levantina!

La que arranca
la primer hebra de luces
a la aurora blanca.
La que brinda sol en grano al verderol.
La que arrójase de bruces
contra el Sol.
La que encuna
al arcángel de la luna.
La que escalan los palmeros,
que le arrancan sus macizos lagrimones
entre risas y canciones
y jilgueros;
aunque a veces se hacen llantos
risas y cantos,
cuando de un violento viento
sacudidos estos árboles tornátiles
echan todo el firmamento:
aves, palmas, hombres, dátiles.
La palmera levantina,
lo primero que ve el ojo marinero
de los mares de Levante.
¡La palmera de Alicante!
Vedla, fina,
palpitar en el confín.
Vedla, presa, en la retina
de Azorín.

Contempladla entre los ojos
rojos de belleza, rojos
de crepúsculo y pena de Miró:
del amante de las horas soleadas de las siestas,
de los corpus campesinos, de las fiestas
aldeanas
olorosas a cosechas y a campanas,
del que adoro tanto yo.
Vedla hecha largas varas
ante aras
en los templos, recordando que el Rabí a Jerusalén
fue triunfante en un pollino.
Contempladla suspirando por el pino
del amargo Enrique Heine.
Como manos compañeras,
al dejar mis anchos valles virgilianos
y marchar de una mentira bella en pos,
como manos,
desde fondos de horizontes y colinas
me dijeron las palmeras
levantinas:
<<¡Adiós!>>

                                    1932

Miguel Hernández: Primeros poemas. Obras completas (1976)*

Versións:
Joan Manuel Serrat: La palmera levantina; Hijo de la luz y de la sombra; 2010; Pista 4



*[Miguel Hernández: Obra poética completa; Introducción, estudios y notas de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia; Col. Biblioteca Promoción del Pueblo, serie P, nº 92; Editorial ZERO, S.A.; Madrid, 1976; Dep. Leg.: M39381-1976; ISBN: 84-317-0390-3]

domingo, 24 de mayo de 2015

Algo se mueve

Tonada 12

Galileo abjuró.

Dijo que se tuviera
lo dicho por no dicho.

Pero desde ese día
de obstinada tiniebla,
nada,
ni aún la nada,
se mantuvo en su sitio.

Una noción diabólica
de insolentes galaxias
pasó
aventando el polvo
muerto del Santo Oficio.

Alguien
había visto
por dentro
el infinito.

Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)

Versións:
Armando Tejada Gómez: Algo se mueve; Poeta de la legua; 1959; Cara A, Corte 12



*[Por razóns de espazo nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respetamos a etiqueta anterior para evitar duplicidades.]

La novela de un joven pobre

Se llamaba Pacífico,
Pacífico Ricaport,
en Santa Rita en Pampanga,
en el centro de Luzón,


y todavía le quedaba
un ligero acento pampangueño
cuando se impacientaba
y en los momentos tiernos,


precisamente al recordar,
compadecido de sí mismo,
desde sus años de capital
su infancia de campesino,


en las noches laborables
—más acá del bien y el mal—
de las barras de los bares
de la calle de Isaac Peral,


porque era pobre y muy sensible,
y guapo además, que es peor,
sobre todo en los países
sin industrialización,


y eran vagos sus medios de vida
lo mismo que sus historias,
que sus dichas y desdichas
y sus llamadas telefónicas.


Cuántas noches suspirando
en el local ya vacío,
vino a sentarse a mi lado
y le ofrecí un cigarrillo.


En esas horas miserables
en que nos hacen compañía
hasta las manchas de nuestro traje,
hablábamos de la vida


y el pobre se lamentaba
de lo que hacían con él:
<<Me han echado a patadas
de tantos cuartos de hotel…>>.


Adónde habrás ido a parar,
Pacífico, viejo amigo,
tres años más viejo ya?
Debes tener veinticinco.

Jaime Gil de Biedma: Moralidades (1966)

Versións:
Alejandro Martínez: La novela de un joven pobre; Que te voy a enseñar un corazón infiel. Alejandro Martínez canta a Jaime Gil de Biedma; 2010; Pista 6

viernes, 22 de mayo de 2015

Abú el viejo y la linda Nela

                                        (del hebreo-sefardí)

En su bodega Abú Yudá,
            el viejo usurero,
bajo el feroz estío está
        descabezando un sueño,

cuando hasta el hondo a su rincón
            a paso de pluma
Nela la hermosa se le entró,
        toda blanca y desnuda:

<<Abú Yudá, ¿me dejas hoy
        (mil veces me dijiste,
y es hoy tan fuerte la calor)
        bañarme en tu aljibe?>>

<<Mil veces te he llamado aquí,
        y no venías nunca,
desque de niña te sentí,
        y fuiste mi locura.>>

<<Era una niña, buen Abuí,
        y no entendía nada,
ni fuego de tus ojos ni
        regalos que me dabas.>>

<<Sedas te daba y perlas yo,
            mas no era por compra,
sino las manos, de tu amor,
        que se me abrían solas.>>

<<Yo lo tomaba sin saber,
            como yerba la lluvia.
Pero hoy te vengo, Abú, ya ves;
        pero hoy soy toda tuya.>>

<<Me he hecho tan viejo, Nelané,
            queriéndote en vano:
seca mi piel, mi sangre hiel
        de amor envenenado.>>

<<Perdona al tiempo, Abú señor,
        tú que sabes de deudas:
mis dieciocho aquí te doy,
        para que de ellos bebas.>>

<<¡Pudiera tu tardío don
            quitarme a mí nueve
y como laja de asperón
        esta vejez raerme!

Soy viejo y viejo, Nelaní:
            ni tú me devuelves
fuerzas para estrujarte ni
        para comerte dientes.>>

<<Viejo serás, Abú, mas ¿qué,
        si yo no sé de edades?
Levanta, y a tu aljibe ven,
        que conmigo te bañes.>>

<<Ya entiendo, Nela, tu piedad,
        a lo que aquí venías:
la muerte me has venido a dar.
        Que sea bienvenida.>>

Agustín García Calvo: Ramo de romances y baladas (1991)

Versións:
Luis Ramos: Abú el viejo y la linda Nela; www.editoriallucina.es/seccion/cancionero.html; 2009;

La noria

La tarde caía
triste y polvorienta.

El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.

Soñaba la mula
¡pobre mula vieja!
al compás de sombra
que en el agua suena.

La tarde caía
triste y polvorienta.

Yo no sé qué noble,
divino poeta,
unió a la amargura
de la eterna rueda

la dulce armonía
del agua que sueña,
y vendó sus ojos,
¡pobre mula vieja!...

Mas sé que fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia.

Antonio Machado: Soledades (1903)

Versións:
Vicente Monera: La noria; www.musicaypoemas.com; 2008;

miércoles, 20 de mayo de 2015

Cultivo una rosa blanca

        XXXIX

Cultivo una rosa blanca
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni oruga cultivo;
Cultivo la rosa blanca.

José Martí: Versos sencillos (1891)

Versións:
Coro de Cámara de la ENA*: La rosa blanca**; Antología Martiana, vol.1; 2003; Pista 11



*[Escuela Nacional de Arte de La Habana (Cuba), baixo a dirección de Beatriz Corona.]
**[A versión musical do Coro de Cámara de la ENA está composta por este e máis polo poema Si ves un monte de espumas, da obra Versos Sencillos, de José Martí, do ano 1981.]

La niña que se va al mar

    ¡Qué blanca lleva la falda
la niña que se va al mar!

    ¡Ay niña, no te la manche
la tinta del calamar!

    ¡Qué blancas tus manos, niña
que te vas sin suspirar!

    ¡Ay niña, no te las manche
la tinta del calamar!

    ¡Qué blanco tu corazón
y qué blanco tu mirar!

    ¡Ay niña, no te los manche
la tinta del calamar!

Rafael Alberti: Marinero en tierra (1925)

Versións:
Fernando Polavieja: La niña se va al mar; Marinero en tierra. Fernando Polavieja canta a Rafael Alberti; 2008; Pista 2

lunes, 18 de mayo de 2015

Con una cinta de seda

                    XXXIII

    Con una cinta de seda
                            las Horas
    le quieren atar al viento
        las crenchas canosas.
Mira, niña, lo que te traigo
    en este estuche de concha.

    Con una peina de nácar
                            las Horas
    pretenden al río verde
        prenderle las ondas.
Mira tú lo que te he mercado
    en el ferial de Zamora.

    Con mil agujas de vidrio
                            las Horas
    a los álamos blancos quieren
        coserles las hojas.
Oye cómo te lo pregono,
    que está la voz casi sorda.

    De su frasquito de plata
                            las Horas
    por las barbas al Tiempo le echan
        perfume de rosas.
Huele, niña, lo que te digo:
    te volverá la memoria.

    Se quieren ir de puntillas
                            las Horas,
    que el año se duerma y ronque
        y tú no lo oigas.
Peines, cintas, perfume, agujas
    le traigo a la más hermosa.

                                        1975

Agustín García Calvo: Valorio 42 veces (1986)

Versións:
Luis Ramos: Con una cinta de seda; Por arroyo y senda; 2003; Pista 6

domingo, 17 de mayo de 2015

La nana de Julia

Los niños van por la tierra
y las niñas por el aire.
Por el sueño nadie.

Nadie nadie nadie
por el sueño nadie.

Los niños van por la orilla
y las niñas por el agua.
Por el sueño nada.

Nada nada nada
por el sueño nada.

Los niños van por el sol
y las niñas por la luna.
Por el sueño Julia.

Julia Julia Julia
por el sueño Julia.

José Agustín Goytisolo: Del tiempo y del olvido (1977)*

Versións:
Rosa León: Canción de cuna para Julia; Rosa se está buscando en el espejo; 1983; Pista 2



Rosa León: Canción de cuna para Julia; Amigas mías; 1986; Pista 2



*[O poema aparece publicado nesta obra co título La berceuse de Julia e así aparecerá tamén nas obras Palabras para Julia y otras canciones (1980), Del tiempo y del olvido (1980) e, Palabras para Julia (1990). Recibe o título La nana de Julia na antoloxía Poesía para estudiantes (1996), na obra Claridad (1998) e na antoloxía Poesía (1999). José Agustín Goytisolo: Poesía completa; Edición, prólogo e notas de Carmen Riera e Ramón García Mateos; Poesía, 178; Editorial Lumen, Barcelona, 2009; ISBN: 978-84-264-1409-5]

sábado, 16 de mayo de 2015

Brinca el arroyo

                    XXIV

Brinca el arroyo,
murmura en sombra,
sonríe al sol.
            Pero aquí no hay voz
            para cantar.
    ¡Áylino áylino aylalá!

Varas de álamos,
floridas mimbres,
mi jaula son.
            Pero no hay gorrión
            para cantar
    ¡Áylino áylino aylalá!

Ese sol tierno,
también conmigo
que está en prisión.
            Pero ¿qué canción
            sin libertad?
    ¡Áylino áylino aylalá!

Fue en este bosque:
la niña blanca
conmigo entró.
            Pero aquí quedó,
            y ya no está.
    ¡Áylino áylino aylalá!

Álamos, nubes,
arroyo, rejas
de mi prisión,
            sol y corazón,
sin amor, cantad
    ¡Áylino áylino aylalá!

                                        1966

Agustín García Calvo: Valorio 42 veces (1986)

Versións:
Ciento Volando: Ay lino; www.youtube.com*; 2008;



Ciento Volando: Ay lino; www.youtube.com*; 2014



*[Versión musical inédita. Vídeo aloxado neste servidor por Alejandro González, membro do grupo Ciento Volando.]

viernes, 15 de mayo de 2015

Nada

En el mar de la esperanza
Boga el hombre de continuo,
Ora errante, ora en bonanza,
Ora en oculto camino.
En la frente desconfianza
De su incógnito destino,
En el pecho vanagloria,
En el recuerdo una historia.

Sigue así, de cada luna
Mirando la faz serena,
Como la humilde laguna
Siempre besando la arena
Sin recompensa ninguna
A su ignorada faena:
Porque es su afán vanagloria
Y siempre igual es su historia.

Pasan años siempre ciego,
Llega al fin de su calvario,
Y afán y gloria van luego
Al fondo vil de un osario,
¡Tanto valor, tanto fuego
Extingue un leve sudario!
Es la vida, camarada,
Llama, estopa, viento… y nada!

Pedro Bonifacio Palacios “Almafuerte”: Poesías completas (1917)

Versións:
Alberto Cortez: La mortaja – Nada*; Versos escogidos de Almafuerte; 1989; Cara B, Corte 5



*[A versión musical de Alberto Cortez está precedida polo recitativo do poema La mortaja, da obra de Pedro Bonifacio Palacios "Almafuerte": Poesías completas y Evangélicas, do ano 1928.]

jueves, 14 de mayo de 2015

La muralla

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.

Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel…
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel…
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés…
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la hierbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…

Alcemos una muralla
juntando todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte…

Nicolás Guillén: La paloma de vuelo popular (1958)

Versións:
Nicolás Guillén: La muralla; El Son entero en la voz de Nicolás Guillén; 1963; Lado B, Corte 4



Quilapayún: La muralla; Basta; 1969; Cara A, Corte 2



Quilapayún: La muralla; Quilapayún 4; 1970; Cara B, Corte 6

(Reedición da versión do disco Basta, do ano 1969)




Los Lobos: La muralla; Vientos del pueblo; 1972; Cara A, Corte 3



Los Sabandeños: La muralla; Cantan a hispanoamérica, vol.3; 1974; Cara B, Corte 1



Ana Belén: La muralla; La paloma de vuelo popular; 1976; Pista 5



Víctor Manuel e Ana Belén: La muralla; Víctor y Ana en Vivo; 1983; Pista 1



Quilapayún: La muralla; En Argentina; 1983; Pista 9



Quilapayún: La muralla; ¡en Chile!; 1989; Pista 10



Ana Belén: La muralla; Los primeros años; 1994; CD1, Pista 14

(Reedición da versión do disco La paloma de vuelo popular, do ano 1976)




Ana Belén e Víctor Manuel: La muralla; Mucho más que dos; 1994; CD2, Pista 16



Los Sabandeños: La muralla; 30 años cantándole al mundo. Grabado en vivo en el Palau de la Música de Barcelona; 1996; Pista 6



Ana Belén e Víctor Manuel: La muralla; 20 éxitos; 1996; Pista 12

(Reedición da versión do disco Víctor y Ana en vivo, do ano 1983)




Los Sabandeños: La muralla; Tierra, Aire, Agua, Fuego. Los grandes éxitos; 1998; CD2, Pista 10

(Reedición da versión do disco Cantan a hispanoamérica, vol.3, do ano 1974)




Quilapayún: La muralla; Antología (1968-1992); 1998; CD1, Pista 5

(Reedición da versión do disco Basta, do ano 1969)




Quilapayún: La muralla; Canta a grandes poetas; 2000; Pista 1

(Reedición da versión do disco Basta, do ano 1969)




Quilapayún: La muralla; 35 años; 2001; Pista 1

(Reedición da versión do disco Basta, do ano 1969)




Quilapayún: La muralla; A Palau. Grabado en vivo en el Palau de la Música de Barcelona; 2003; CD1, Pista 7



Quilapayún: La muralla; El reencuentro; 2004; CD2: Canciones fundamentales, Pista 9



Quilapayún e Inti-Illimani: La muralla; Música en la memoria. Juntos en Chile; 2005; CD2, Pista 8



Los Sabandeños: La muralla; 40 años; 2006; CD1, Pista 13



Ana Belén e Víctor Manuel: La muralla; Los grandes éxitos… y mucho más; 2008; CD2, Pista 18

(Reedición da versión do disco Víctor y Ana en vivo, do ano 1983)



Los Sabandeños: La muralla; Sus 50 mejores canciones; 2011; CD1, Pista 12

(Reedición da versión do disco 40 años, do ano 2006)

martes, 12 de mayo de 2015

Amo amor

    Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
Late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
        ¡Lo tendrás que escuchar!

    Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
Ruegos tímidos, imperativos de amar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
        ¡Lo tendrás que hospedar!

    Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
        ¡Lo tendrás que hospedar!

    Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
Argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
        ¡Le tendrás que creer!

    Te echa venda de lino; tú la venda toleras;
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
        ¡Que eso para en morir!

Gabriela Mistral: Desolación (1922)

Versións:
Fernando González e Paula Batarce: Amo amor; A Gabriela Mistral. Amo amor; 2005; Pista 3

lunes, 11 de mayo de 2015

La mortaja

Esa seda que relaja
tus procederes cristianos,
es obra de unos gusanos
que labraron tu mortaja,
también en la región baja
la tuya han de devorar.
¡De qué, pues te has de jactar,
ni en qué tus glorias consisten,
si unos gusanos te visten
y otros te han de desnudar!

Pedro Bonifacio Palacios “Almafuerte”: Poesías Completas y Evangélicas* (1928)

Versións:
Alberto Cortez: La mortaja – Nada**; Versos escogidos de Almafuerte; 1989; Cara B, Corte 5



*[Recopilación de Alfredo J. Torcelli; El Ateneo; Buenos Aires; 1928, en: María Minellono (coord.): Almafuerte. Poesía Completa. Edición crítica; Córdoba, Alción Editora / La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Colección Archivos; 2011.]
**[A versión musical de Alberto Cortez componse do recitativo deste poema e a musicalización do poema Nada, da obra de Pedro Bonifacio Palacios “Almafuerte”: Poesías completas, do ano 1917.]

sábado, 9 de mayo de 2015

Clave para los lunes

Tonada 8

Y si de pronto llueve, como a veces sucede?
Y si pasa noviembre sin tus ojos? Si cae
el corazón al pozo de sus crueles honduras
y duele, nuevamente, en lo propio la sangre?
Puede pasar. Hay veces que nos ronda el presagio.
y que uno, mansamente, entra a las tempestades
sólo porque ha sembrado de vientos la memoria
y, denodadamente, junta furia en las manos.

En días como estos suelo esperar la lluvia,
un olvido, esas muertes, cierta ausencia incesante
y aunque no advierta signos en las hojas del día
entro, como un guerrero, al país de la tarde.

Suele pasar. Hay días que duele interrogarse.

Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)

Versións:
Armando Tejada Gómez: Clave para los lunes; Poeta de la legua; 1959; Cara A, Corte 8



*[Por razóns de espazo nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respetamos a etiqueta anterior para evitar duplicidades.]

jueves, 7 de mayo de 2015

La mujer de humo

Hombre que me besas,
hay humo en tus labios.
Hombre que me ciñes,
viento hay en tus brazos.

Cerraste el camino,
yo seguí de largo;
alzaste una torre,
yo seguí cantando...

Cavaste la tierra,
yo pasé despacio...
Levantaste un muro
¡Yo me fui volando!...

Tu tienes la flecha:
yo tengo el espacio;
tu mano es de acero
y mi pie es de raso...

Mano que sujeta,
pie que escapa blando...
¡Flecha que se tira!...
(El espacio es ancho...)

Soy lo que no queda
ni vuelve. Soy algo
que disuelto en todo
no está en ningún lado...

Me pierdo en lo oscuro,
me pierdo en lo claro,
en cada minuto
que pasa... En tus manos.

Humo que se crece,
humo fino y largo,
crecido y ya roto
sobre un cielo pálido...

Hombre que me besas,
tu beso es en vano...
Hombre que me ciñes:
¡Nada hay en tus brazos!

Dulce María Loynaz: Versos (1920-1938) (1950)

Versións:
Amaury Pérez: La mujer de humo; Eternidad; 1999; Pista 10

miércoles, 6 de mayo de 2015

La Juana Robles llorando

Lo gritaron y alzó el puño
dos cuartas de su pobreza.

Los milicos lo llevaron
por no agachar la cabeza.

Su mujer pasó la noche
hilando lágrimas tercas.

Amaneció de papel.

Sostenida por las trenzas.

El miedo es como un suburbio
por donde la noche entra
desflorando los gemidos
y el crujido de las puertas

La soledad quedó sola,
apagándose en la vela,
hasta que, párpado a párpado,
murió con la sombra puesta.

Amaneció de papel.
La tos cavando la pena.

La encontró el amanecer
empozada en las ojeras.

Vez que chumban al Porfiao
le sale de la pobreza
un duende de rebeldía
y un pariente de violencia.
Y la Juana se lo ha visto
cuando el vino lo libera:
macho de sangre en el grito
con la risa de bandera:
a un paso de la ternura,
El Porfiao se acerca y pega
y ella rueda, llanto y furia,
manejada por la tierra.

Pero es un llanto distinto.

Es una lágrima fresca.

Cosas de hombre y de mujer
gastados por la miseria.

Pero ese llanto es de miedo.
Es una lágrima nueva.
Gota que colma los ojos
desde un río de impotencia.

Cuando vio que lo llevaban
por no agachar la cabeza,
la aplastó un pesado espanto
de candados y cadenas.

Cosas de pobre y porfiado
salirse de la pobreza.

La Juana le ha hilado un llanto
antiguo, como la tierra.

Armando Tejada Gómez: Los compadres del horizonte (1961)

Versións:
Armando Tejada Gómez: La Juana Robles llorando; Sonopoemas del horizonte; 1964; Lado B, Corte 3



Armando Tejada Gómez: La Juana Robles llorando; Vigencia; 2005; CD1: su palabra, Pista 9

(Recitativo semellante ao do disco Sonopoemas del horizonte, do ano 1964)





*[Por razóns de espazo nunha entrada anterior, etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respetamos a etiqueta anterior para evitar duplicidades.]