viernes, 31 de mayo de 2019

Quiero dormir y no puedo

   Quiero dormir y no puedo, 
que el Amor me quita el sueño.
Manda pregonar el Rey
por Granada y por Sevilla,
que todo hombre enamorado
que se case con su amiga.
Que el amor me quita el sueño,
quiero dormir y no puedo,
que el Amor me quita el sueño.
Que se case con su amiga.
¿Qué haré, triste cuitado,
que era casada la mía?
Que el Amor me quita el sueño,
quiero dormir y no puedo,
que el Amor me quita el sueño.

Juan Vázquez: Villancico a tres voces. Libro de música para vihuela* (1554)

Versións:

Eduardo Darnauchans: Anónimo; Sansueña; 1978; Lado 2, Corte 3




Eduardo Darnauchans: Anónimo; Sansueña; 1997; Pista 11

(Reedición da versión do disco Sansueña, do ano 1978.)

Amancio Prada: Quiero dormir y no puedo; Del amor que quita el sueño; 2010; Pista 2




Eduardo Darnauchans: Anónimo; Sansueña; 2009; Pista 11

(Reedición da versión do disco Sansueña, do ano 1978.)




*[Libro de música para vihuela, intitulado Orphenica Lyra. En el que se contienen muchas y diversas obras. Compuesto por Miguel de Fuenllana; Sevilla, 1554; Libro V, fol. CXXXVII.]

miércoles, 29 de mayo de 2019

Hombres necios que acusáis

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.
           
   
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
           
   
Combatís su resistencia
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
           
   
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
           
   
Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.
           
   
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
           
   
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
           
   
Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.
           
   
Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.
           
   
¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?
           
   
Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y queja enhorabuena.
           
   
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
           
   
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?
           
   
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
           
   
¿Pues para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
           
   
Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
           
   
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
           

Sor Juana Inés de la Cruz: Poemas* (1690)

Versións:

Manzanita: Hombres necios; En voz baja a las rosas; 1988; Cara 1, Corte 4




Manzanita: Hombres necios; En Aranjuez con tu amor; 1992; Cara A, Corte 3

(Reedición da versión do disco En voz baja a las rosas, do ano 1988.)


Marcela Morelo: Redondillas; La canción de las poetas (VVAA); 2023; Pista 1



*[Poemas de la única poetisa americana, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz, religiosa profesa en el Monasterio de San Gerónimo de la Imperial ciudad de México, que en varios metros, idiomas, y estilos, fertiliza varios asuntos: con elegantes, sutiles, claros, ingeniosos, útiles versos: para enseñanza, recreo, y admiración. Dedícalos a la Excelentísima Señora, Señora Doña María Luisa Gonçaga Manrique de Lara, Condesa de Paredes, Marquesa de La Laguna. Y los saca a la luz D. Juan Camacho Gayna, caballero del Orden de Santiago, Mayordomo, y caballerizo que fue de su Excelencia, Gobernador actual de la Ciudad del Puerto de Santa María. Segunda edición, corregida, y mejorada por su Autora. Con privilegio. En Madrid: por Juan García Infançón. Año de 1690.]

¿Quiénes se amaron como nosotros?

Soneto XCV

¿Quiénes se amaron como nosotros? Busquemos
las antiguas cenizas del corazón quemado
y allí que caigan uno por uno nuestros besos
hasta que resucite la flor deshabitada.

Amemos el amor que consumió su fruto
y descendió a la tierra con rostro y poderío:
tú y yo somos la luz que continúa,
su inquebrantable espiga delicada.

Al amor sepultado por tanto tiempo frío,
por nieve y primavera, por olvido y otoño,
acerquemos la luz de una nueva manzana,

de la frescura abierta por una nueva herida,
como el amor antiguo que camina en silencio
por una eternidad de bocas enterradas.

Pablo Neruda: Cien sonetos de amor (1959)

Versións:
Enrique Morente: ¿Quiénes se amaron como nosotros? (Sonetos XCV e XCVI)*; Neruda en el corazón (VVAA); 2004; CD, Pista 18



Estrella Morente: ¿Quiénes se amaron como nosotros? (Sonetos XCV e XCVI)*; Neruda en el corazón (VVAA); 2004; DVD, Pista 18



*[A versión musical de Enrique Morente e Estrella Morente está seguida do poema Pienso esta época en que tú me amaste (Soneto XCVI), da obra de Pablo Neruda: Cien sonetos de amor, do ano 1959.]

lunes, 27 de mayo de 2019

Hay quién me compra un juguete

¿Hay quién me compra un juguete
que ni hiere, ni mata, ni pica, ni muerde?

Yo le vendo por travieso
no porque a nadie ofende;
es alegre y juguetón,
y por las niñas se pierde.
Niñas, guardaos de enojalle,
que vive Dios que arremete,
y cuando estéis más seguras,
por vuestros postigos entre.
Que ni hiere, ni mata, ni pica, ni muerde.

Es alegre a todas horas,
y, amanece o no amanece,
hay vecinas que darían
cuanto tienen por tenedle,
porque le conocen ya,
y a fe que son más de siete
las noches que, por pecar,
ha amanecido a la muerte.
Que ni hiere, ni mata, ni pica, ni muerde.

Es su condición tan noble,
que cuando más furia tiene
las niñas juegan con el
al juego de esconderse;
a mí me daba Juanilla,
la esposa de Antón Llorente,
una hora de descanso
por un palmo del juguete.
Que ni hiere, ni mata, ni pica, ni muerde.

Anónimo*: Letrilla. Cartapacio de Pedro de Penagos** (1603)

Versións:
Paco Ibáñez: Quién quiere un juguete; En vivo, en Obras Sanitarias, Argentina; 1985; Pista 8



Paco Ibáñez: Quién quiere un juguete; A Galopar; 1992; CD1, Pista 6



Paco Ibáñez: Quién quiere un juguete; Canta a los poetas andaluces; 2008; CD1, Pista 5



*[Atribuido a Luis de Góngora.]
**[Cartapacio de Pedro de Penagos, MS. II-1581 de la Biblioteca del Palacio Real de Madrid. José J. Labrador Herraiz e Ralph A. Di Franco: Cartapacio de Pedro de Penagos (Real Biblioteca de Madrid, II-1581); prólogo de Antonio Carreira; estudio de Abraham Madroñal; Colección Cancioneros Castellanos, nº 8; Moalde (Pontevedra), 2015; Dep. Leg.: PO 326-2015; ISBN: 978-84-615-5682-3.]

Quién te dice que la ausencia causa olvido

Quién te dice que ausencia causa olvido
mal supo amar, porque si amar supiera,
¿qué, la ausencia?: la muerte nunca hubiera
las mientes de su amor adormecido.

¿Podrá olvidar su llaga un corzo herido
del acertado hierro, cuando quiera
huir medroso, con veloz carrera,
las manos que la flecha han despedido?

Herida es el amor tan penetrante
que llega al alma; y tuya fue la flecha
de quien la mía dichosa fue herida.

No temas, pues, en verme así distante,
que la herida, Amarili, una vez hecha,
siempre, siempre y doquiera, será herida.


Francisco de Medrano: Remedios de amor* (1617)

Versións:
Nydia Caro: Quién te dice que la ausencia causa olvido; De amores luminosos; 1998; Pista 2



*[Algúns dos poemas de Francisco de Medrano foron incluidos na obra do seu amigo Pedro Venegas Saavedra, Remedios de amor, publicada en Palermo no ano 1617.]

sábado, 25 de mayo de 2019

Dame un fogar e sanarei as túas costas

Dame un fogar e sanarei as túas costas.
As túas labiais louvanzas as louvanzas únicas.

Así quero que me contes cómo e cánto me buscaches
e que así rememores todos os nomes da ausencia,
de cando eramos aínda tan remotos cara a cara,
e que queden sepultados baixo o cemento do esquecemento.
E eu
fago unha cova para ti no
                          van do meu abrazo,
                          na sima dos meus brazos,
                  no rexime feudal do oco do meu colo.
A devoción enfermiza
que durmía nunha caixa pequeniña cun diagrama.
E agora a omnipotente resonancia da túa fronte,
e a íntima estancia onde ninguén é máis ca ti.

Tamén ti na viva esfera fixeches unha ofrenda,
aquela sonora e álxida quietude do teu Castelo.

Son a Cristiana.

Hoxe dicíanme que as cousas escuras son cousas terribles.
Tacho as liñas, pecho os libros, teño dereito a un exército.
Desexo mecelos, os nomes brutais que me dabas, mecelos de novo.
Xuntos deixamos caer as nosas diplomaturas co mundo.

Cándo calarán.
O meu nome é Cristiana.

Yolanda Castaño: Vivimos no ciclo das erofanías (1998)

Versións:
Yolanda Castaño*: Dame un fogar; Edénica; 2000; Pista 6



*[A versión musical de Yolanda Castaño foi composta, arranxada, grabada e producida por José Antonio Fernández Calero (Factoría musical SSM).]

Quién sabe se va a ti

                    XLIII

          Quién sabe se va a ti. No le ocultes.
Quién sabe madrugada.
Acaríciale. No le digas nada. Está
duro de lo que se ahuyenta.
Acaríciale. Anda! Cómo le tendrías pena.

          Narra que no es posible
todos digan que bueno,
cuando ves que se vuelve y revuelve,
animal que ha aprendido a irse… No?
Sí! Acaríciale. No le arguyas.

          Quién sabe se va a ti, madrugada.
¿Has contado qué poros dan salida solamente,
y cuáles dan entrada?
Acaríciale. Anda! Pero no vaya a saber
que lo haces porque yo te lo ruego. Anda!

César Vallejo: Trilce (1922)

Versións:
Noel Nicola e Santiago Feliú: Quién sabe se va a ti; Entre otros; 2002; Pista 5

viernes, 24 de mayo de 2019

Fuego en Anymaná

Dicen que yo, de sólo estar,
fui apagándome
como la luz lenta y azul
de un atardecer.

Piensan que estoy secando el sol
de la soledad,
que por estar en mi raíz
ya no crezco más.

Es que yo soy, ése que soy,
el mismo nomás,
hombre que va buscándose
en la eternidad.
Si es por saber de dónde soy,
soy de Anymaná.

Sepan los que no han sabido
que no estoy de sólo estar,
que estoy parado en el grito
bagualero del Pukyay.

Recitado
Ayer nomás ardió el pueblo
por la tierra y por el pan,
y la fogata en el valle
no estaba de sólo estar!


Si yo me voy, conmigo irá
todo lo que soy.
Lejos de mí, lejos de aquí,
yo no seré yo.
Déjenme estar, de sólo estar,
viendo el sol volver.
Yo quiero ver en mi país
el amanecer.

Soy pa’durar, como el maíz,
simple y cereal.
Soy pa’durar, porque yo sé
pasar y pisar.
Si es por saber de dónde soy,
soy de Anymaná.

Armando Tejada Gómez: Toda la piel de América (1984)

Versións:
César Isella: Fuego en Animaná; A José Pedroni; 1972; Cara B, Corte 5



Cuarteto Zupay: Fuego en Animaná; Cuarteto Zupay; 1973; Lado 1, Corte 2



Los Juglares: Fuego en Animaná; Los Juglares; 1974; Lado 2, Corte 1



América Joven: Fuego de Animaná; América Joven; 1974; Lado 1, Corte 5



Cantoral: Fuego en Animaná; Cantoral; 1976; Lado 1, Corte 5



Mercedes Sosa: Fuego en Anymaná; En Argentina; 1982; LP2, Lado 2, Corte 3



Cuarteto Zupay: Fuego en Anymaná; La armonía del diablo; 1982; Lado 1, Corte 4



César Isella: Fuego en Animana; Resurrección de la alegría; 1982; Lado 1, Corte 5

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)



César Isella: Fuego en Anymaná; Para volver cantando; 1983; Lado 1, Corte 2



Cuarteto Zupay: Fuego en Anymaná; 20 Grandes éxitos; 1993; Pista 19

(Reedición da versión do disco La armonía del diablo, do ano 1982.)




Abel Pintos: Fuego en Anymaná; Para cantar he nacido; 1997; Pista 17



Jorge González: Fuego en Anymaná; Añoranzas; 2000; Pista 1



César Isella: Fuego en Anymaná; La historia; 2002; Pista 4



Cantoral: Fuego en Anymaná; …en el camino; 2003; Pista 13



Jairo: Fuego en Animaná; Criollo; 2007; Pista 2



Mercedes Sosa: Fuego en Anymaná; Censurada. “Y seguí cantando”; 2011; Pista 14



Los Nocheros: Fuego en Animamá; Clásicos. El pecado original; 2012; Pista 1

miércoles, 22 de mayo de 2019

Quién pudiera morderte lentamente

Quién pudiera morderte lentamente
como a una fruta amarga en la corteza.
Quién pudiera dormir en tu aspereza
como el día en las sierras del poniente.

Quién pudiera rendir la hastiada frente
contra el duro confín de tu belleza,
y arrostrar sonriendo la tristeza,
rota la paz y el paso indiferente.

Quién pudiera, mi amor, la alborotada
resistencia del alma distraída
conducir a tu parva apaciguada.

Quién pudiera ostentar, como una brida,
el arcoiris sin par de tu mirada
desde tu luz a mi negror caída.

Antonio Gala: Sonetos de la Zubia (1987)

Versións:
Clara Montes: Quién pudiera; Vuelvo a Antonio Gala; 2013; Pista 12

Chamarte en oración

Non podo máis que ficar
a sentirte asulagar día a día estes escuros corredores,
vieiros mornos que están repetindo o teu nome,
cantándote, chamándote, agardándote case sen decatarse,
camiñando cada día ó teu través a sentirte asulagar
pouco a pouco esta conciencia estes ollos estas
cordas vocais para chamarte até o fin de
cada vida nova, chamarte en oración de lume até calar

definitivamente.

Yolanda Castaño: Delicia (1998)

Versións:
Yolanda Castaño*: Chamarte en oración; Edénica; 2000; Pista 10



*[A versión musical de Yolanda Castaño foi composta, arranxada, grabada e producida por José Antonio Fernández Calero (Factoría musical SSM).]

viernes, 17 de mayo de 2019

¿Quién menoscaba mis bienes?

¿Quién menoscaba mis bienes?
                          Desdenes.
¿Y quién aumenta mis duelos?
                          Los celos.
¿Y quién prueba mi paciencia?
                          Ausencia.
De este modo, en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me matan la esperanza,
desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?
                          Amor.
Y ¿quién mi gloria repugna?
                          Fortuna.
Y ¿quién consiente en mi duelo?
                          El cielo.
De ese modo, yo recelo
morir de este mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.

¿Quién mejorará mi suerte?
                          La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
                          Mudanza.
Y sus males, ¿quién los cura?
                          Locura.
De ese modo, no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.

Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha (I, 27) (1605)

Versións:
Espliego, Amancio Prada e Maite Dono: ¿Quién menoscaba mis bienes?; Nunca fuera caballero; 2005; Pista 6


Ángel Corpa: ¿Quién menoscaba mis bienes?; Amor tiene por nombre; 2005; Pista 11

jueves, 16 de mayo de 2019

A la orilla del arroyo

              I            
Una mañana de mayo,
una mañana muy fresca,
entréme por estos valles,
entréme por estas vegas.
Cantaban los pajaritos.
olían las azucenas
eran azules los cielos
y claras las fuentes eran.
           
Junto a un arroyo más claro
que un espejo de Venecia,
hallara una pastorcica,
una pastorcica bella.
           
Azules eran sus ojos,
dorada su cabellera,
sus mejillas como rosas
y sus dientes como perlas.
Quince años no más tendría
y daba placer el verla,
«lavándose las sus manos,
peinándose las sus trenzas.»
             
   
              II            
—Pastorcica de mis ojos,            
admirado la dijera,            
Dios te guarde por hermosa;            
bien te lavas, bien te peinas.            
Aquí te traigo estas flores
cogidas en las pradera;
           
sin ellas estás hermosa
y estaráslo más con ellas.
—No me placen, mancebico,
respondióme la doncella,
           
no me placen, que me bastan
las flores que Dios me diera.
—Quién te dice que las tienes?
Quién te dice que eres bella?
—Me lo dicen los zagales
           
y las fuentes de estas vegas.—
Así habló la pastorcica
entre enojada y risueña,
«lavándose las sus manos,
peinándose las sus trenzas.»
           
   
              III            
—Si no te placen las flores,
vente conmigo siquiera,
y allá, bajo las encinas,
sentadicos en la yerba,
contaréte muchos cuentos,
contaréte cosas buenas.
—Pues eso menos me place,
porque el cura de la aldea
no quiere que con mancebos
vayan al campo doncellas.—
Tal dijo la pastorcica
y no pude convencerla
con estas y otras razones,
con estas y otras promesas.
Partíme desconsolado,
y prorrumpiendo en querellas
lloré por la pastorcica
que sin darme otra respuesta,
siguió a orilla del arroyo
entre enojada y contenta,
«lavándose las sus manos,
peinándose las sus trenzas.»
           
   
              IV            
Entréme por estos valles,
entréme por estas vegas;
mas… ¡mi corazón estaba
muriéndose de tristeza,
que odiosas me eran las flores
y odiosas las fuentes me eran.
Torné junto el arroyuelo
donde a la doncella viera….
El arroyo encontré al punto,
mas no encontré la doncella!
Pasaron días y días,
y hasta semanas enteras,
y yo no paso ninguna
sin que al arroyo no vuelva;
pero ay, que la pastorcica
mis ojos allí no encuentran,
«lavándose las sus manos,
peinándose las sus trenzas.»
           

Antonio Trueba: El libro de los cantares (1852)

Versións:
Bernardo Xosé: Bandolera; Belter 08.377 (single); 1974; Cara B



Manzanita: Hierve mi boca; Dímelo…; 2000; Pista 8

Quién fuera luna

Rima XCIV

¡Quién fuera luna,
quién fuera brisa,
quién fuera sol!

¡Quién del crepúsculo
fuera la hora,
quién el instante
de tu oración!

¡Quién fuera parte
de la plegaria
que solitaria
mandas a Dios!

¡Quién fuera luna
quién fuera brisa,
quién fuera sol! ...

Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas y leyendas (1871)

Versións:
Manzanita: Quién fuera luna*; Talco y bronce; 1981; Cara 1, Corte 3



Manzanita: Quién fuera luna*; Verde y otros grandes éxitos; 1984; Cara A, Corte 4

(Reedición da versión do disco Talco y bronce, do ano 1981.)




Manzanita: Quién fuera luna*; 30 grandes éxitos y un ramito de violetas; 1998; CD2, Pista 1

(Reedición da versión do disco Talco y bronce, do ano 1981.)



Imanol: Quien fuera luna; Versos encendidos; 2003; Pista 7



*[A versión musical de Manzanita intercala estes versos da Rima XCIV de Gustavo Adolfo Bécquer, dentro dunha composición propia do intérprete.]

miércoles, 15 de mayo de 2019

La cuna

Trajeron la cuna. Ligera,
la entró mi ruidosa alegría;
y solo con Dios en la espera,
me puse a mecerla vacía.

José Pedroni: Gracia plena (1925)

Versións:
Jorge Cafrune: La cuna*; Interpreta a José Pedroni; 1970; Cara A, Corte 4



Jorge Cafrune: La cuna*; Interpreta a José Pedroni; 1984; Cara A, Corte 4

(Reedición da versión do disco Interpreta a José Pedroni, do ano 1970.)




*[A versión de Jorge Cafrune está seguida polo recitativo do poema Cuna, da obra de José Pedroni: El nivel y su lágrima, do ano 1963.]

lunes, 13 de mayo de 2019

Quién dejará, del verde prado umbroso

GELASIA

¿Quién dejará, del verde prado umbroso,
las frescas yerbas y las frescas fuentes?
¿Quién, de seguir con pasos diligentes
la suelta liebre o jabalí cerdoso?

¿Quién, con el son amigo y sonoroso,
no detendrá las aves inocentes?
¿Quién, en las horas de la siesta, ardientes,
no buscará en las selvas el reposo,

por seguir los incendios, los temores,
los celos, iras, rabias, muertes, penas
del falso amor que tanto aflige al mundo?

Del campo son y han sido mis amores,
rosas son y jazmines mis cadenas,
libre nací, y en libertad me fundo.

Miguel de Cervantes: La Galatea (1585)

Versións:
Ángel Corpa: En libertad me fundo; Amor tiene por nombre; 2005; Pista 10

domingo, 12 de mayo de 2019

En horizontes tan largos

Canción 2

En horizontes tan largos,
me soplan los aires cortos,
los aires de pies ligeros,
los aires finos,
de pies quebrados.

Vuelvan a mí, siempre ágiles,
veloces, tenues, livianos.
Nada pesa, suspendido.
Vuela el árbol.
El bañado está en el aire,
por el aire los caballos.
El río pende del cielo.
Y todo el campo.

El hombre, un pájaro apenas.
Y la mujer, un vilano.
(Apenas casi un vilano.)

Para cantar lo que el aire
lleva sin casi llevarlo,
volved a mí, finos aires,
los aires cortos, ligeros,
de pies quebrados.

Rafael Alberti: Baladas y canciones de la Quinta del Mayor Loco. Baladas y canciones del Paraná (1954)

Versións:
Enrique Llopis: Por el aire los caballos; El viento que viene y va; 2002; Pista 13

Quién cabalgara el caballo

   ¡Quién cabalgara el caballo
de espuma azul de la mar!

   De un salto
¡quién cabalgara la mar!

   ¡Viento, arráncame la ropa!
¡Tírala, viento, a la mar!

   De un salto,
quiero cabalgar la mar.

   ¡Amárrame a los cabellos,
crin de los vientos del mar!

   De un salto,
quiero ganarme la mar.

Rafael Alberti: Tercer libro: El verde alhelí. El alba del alhelí (1927)

Versións:
Rosa León: Quién cabalgara el caballo; Paloma desesperada; 1989; Pista 4



*[O poema aparece incluido na obra Marinero en tierra, a partires da publicación da antoloxía: Poesía 1924-1930, no ano 1934 e en todas as edicións posteriores.]

sábado, 11 de mayo de 2019

Alimentamos ó animal

Un silencio encendido de todos os gustos posibles.
Un silencio que se move.
E eu reclamo un crisantemo de oufanías.

Espérame así,
desplumando as asas da noite,
para dar un trago a esta febre que non cala,
ambición de suxedade que incubamos sen vergonza
unha gula insensata e lámbeme por aquí
alimentar noso animal con esta enferma dor que
                                                                             doe e
                                                                                      alimenta.
Vén,
tes que probar isto.
Vén.
Dar un sorbo a unha gana que nunca nos pertence;
danza amarga de serpes
                                      que me fala de ti.

Yolanda Castaño: Vivimos no ciclo das erofanías (1998)

Versións:
Yolanda Castaño*: Alimentamos ó animal; Edénica; 2000; Pista 7



*[A versión musical de Yolanda Castaño foi composta, arranzada, grabada e producida por José Antonio Fernández Calero (Factoría musical SSM).]

jueves, 9 de mayo de 2019

Quezáis

Non sei por qué me deron esta mañá vidrada
chea de alas de pomba.
Foi, se cadra, un grande anxo esquencido que tivo
dó destes ollos cansos.

Non sei por qué me deron esta tarde tan cenza
cunha fonte no medio.
Quezais nunha batalla sen nome oieu a Virxe
voz que Ela coñecera.

E esta noite baixiña con mil ventas acesas,
¡e baixo dela un leito!
Quezais Deus, tendo dó da noite que hai en min,
variou soles e mundos…

Xosé María Díaz Castro: Nimbos (1961)

Versións:
2naFronteira: Quezáis; Zapatiños para Díaz Castro; 2014; Pista 9

martes, 7 de mayo de 2019

Cuna

Haz con tus propias manos
la cuna de tu hijo.
Que tu mujer te vea
cortar el paraíso.

Para colgar del techo,
como en los tiempos idos
que volverán un día.
Hazla como te digo.

Trabajarás de noche.
Que se oiga tu martillo.
“Está haciendo la cuna”
que diga tu vecino.

Alguna vez la sangre
te manchará el anillo.
Que tu mujer la enjugue.
Que manche su vestido.

Las noches serán blancas,
de columpiado pino.
Harás según el árbol
la cuna de tu niño.

Para que tenga el sueño
en su oquedad de nido.
Para que tenga el ángel
en un oculto grillo.

La obra será tuya.
Verás que no es lo mismo.
Será como tus brazos
la cuna de tu hijo.

Se mecerá con aire.
Te acordarás del pino.
Dirás: “Duerme en mi cuna”.
Verás que no es lo mismo.

José Pedroni: El nivel y su lágrima (1963)

Versións:
Jorge Cafrune: La cuna*; Interpreta a José Pedroni; 1970; Cara A, Corte 4



César Isella: La cuna de tu hijo; A José Pedroni; 1972; Cara A, Corte 2



Mercedes Sosa: La cuna de tu hijo; En dirección del viento; 1976; Lado B, Corte 2



Mercedes Sosa: La cuna de tu hijo; La mamancy; 1976; Lado 2, Corte 2

(Reedición da versión do disco En dirección del viento, do ano 1976.)




César Isella: La cuna de tu hijo; Serie Grandioso; 1980; Lado 2, Corte 3

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)



Cantoral: La cuna de tu hijo; Nuestras canciones; 1980; Lado 2, Corte 3



Jorge Cafrune: La cuna*; Interpreta a José Pedroni; 1984; Cara A, Corte 4

(Reedición da versión do disco Interpreta a José Pedroni, do ano 1970.)




César Isella: La cuna de tu hijo; La Historia; 2002; Pista 12

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)





*[A versión musical de Jorge Cafrune está precedida polo recitativo do poema La cuna, da obra de José Pedroni: Gracia plena, do ano 1925.]