yo el hondo silencio y ella la palabra,
yo senda y caminos y ella la distancia
yo puse los ojos y ella la mirada.
Quise entre mis manos retener el agua
y sobre la arena levanté mi casa,
me quedé sin manos, me quedé sin casa,
fui raíz oscura, y ella tronco y rama.
Para que la cuenta del amor sumara,
ella puso el cuerpo, yo el cuerpo y el alma.
Era toda viento, yo todo montaña,
yo pura resina y ella pura llama.
Una noche oscura se fue de mi casa,
cegaron mis ojos para no mirarla,
para no seguirla cerré las ventanas,
clausuré las puertas para no llamarla.
Puse rosas negras sobre nuestra cama,
sobre su memoria puse rosas blancas
y a la luz difusa de la madrugada
me quité la vida para no matarla.
Yo lo puse todo: vida, cuerpo y alma,
ella, Dios lo sabe, nunca puso nada.
José Fernando Dicenta: La pirámide invertida (1977)
Versións:




(Directo da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)


(Reedición da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)


(Reedición da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)

(Directo da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)
Alberto Cortez: El amor desolado; Un poeta de la vida; 1997; CD5; Pista 3
(Reedición da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)


(Reedición da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)

(Directo da versión do disco A mis amigos, do ano 1975)

No hay comentarios :
Publicar un comentario