Cuando jurada y hecha la misma
secreta y poderosa y continuada noche del amor
sobre el tapete en luces transparentes
dibujados los rostros de los que fuimos víctimas o héroes
de los que aprendimos a doblar en lo oscuro
los plieguecitos con que el fuego alimenta
a los que ponen a prueba del calor algo más
que el cuerpo
es decir cuando
a los recuerdos del amor suceden como los poros
uno tras del otro los recuerdos
cuando sabemos sin rodeos que las pasiones fueron
caprichosas verdades del destino
y que sólo es posible en la espesura de la noche
repetirse lo que faltó o pudo suceder para salvarlas
si es que ahora tu cara de este siglo
la nueva cara del amor aparecida
no será todas las caras asumiendo la única
posible cara cierta
sino será llamado a engaño el corazón
por mí por vos por los que amé y me amaron
porque de pronto miro barajar estas cartas
y desde ese caballo el REY me guiña un ojo
y se presenta socavando del fondo de los tiempos
hasta que en boca sale la figura de fuego y me sonríe
y no sé si es tu rostro manejado devuelto rostro siempre
el que da vueltas
barajándome
en la última carta del destino.
Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte (1969)
Versións:
Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte*; Cantares y otros poemas; 1978; Cara B, Corte 1
*[O recitativo deste poema, na voz de Nancy Bacelo, está precedido polo recitativo dos poemas Las pruebas de la suerte, Despegados los ojos, Ahora que suena e Sabés qué miedo, da obra de Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte (1969).]