martes, 31 de mayo de 2022

Nocturno

                                A Rosario

                  I
¡Pues bien!, yo necesito
decirte que te adoro,
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.


                  II
Yo quiero que tú sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías,
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías,

que ya no sé ni dónde
se alzaba en porvenir.

                  III
De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada,
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino
mucho, mucho
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada,
y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.

                  IV
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos;
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás;

y te amo, y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.

                  V
A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y huir de esta pasión;
mas si es en vano todo
y mi alma no te olvida,
¿qué quieres tú que yo haga
pedazo de mi vida?
¿qué quieres tú que yo haga
con este corazón?

                  VI
Y luego que ya estaba
concluido el santuario,
la lámpara encendida
tu velo en el altar,
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...

                  VII
¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo.
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola,
los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Dios!

                  VIII
¡Figúrate qué hermosas
las horas de la vida!
¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida,
y al delirar en eso
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no más por ti.

                  IX
Bien sabe Dios que ese era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
¡bien sabe Dios que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
en el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!

                  X
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡adiós por la última vez,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores,
mi lira de poeta,
mi juventud, adiós!

Manuel Acuña: Poesías completas (1911)

Versións:

Anabantha: Nocturno a Rosario; Resucitando el olvido… Tributo a poetas muertos; 2013; Pista 4

martes, 10 de mayo de 2022

Son a suma total

Son a suma total
daquel que foi medindo
a pegada aquela que non digo,
pegada que soia se puxo o seu nome.
Son resta da esperanza —diferencia quedou—.
Multiplicada xa nacín,
pra que dividirme agora?

San, enteira voume indo,
san, enteira vou quedando,
o paso xa me cederon,
inda que o camiño se vira,
vaise virando en duro,
as pegadas ben se ven
vense volcar nas penas,
liman os picos dos montes,
raxan a cume i o mar,
raxan as alturas todas,
raxan a néboa,
raxan o sol,
ráxanse todas nunha,
esta cínguese
vaise cinguindo.
Terra, alma dona!
Pegada que soia
se puxo o seu nome.

María Mariño: Verba que comenza (1990)

Versións:

Manoele de Felisa: Son a suma total; De Felisa a María Mariño; 2007; Pista 10




Flor Maceiras: Son a suma total; As voces de María Mariño (VVAA); 2007; Pista 6

jueves, 5 de mayo de 2022

No Líbano nom hai cedros do Líbano

No Líbano nom hai cedros do Líbano.
Hai-nos nalguns versículos
da Bíblia. Hai-nos nos parques

de inúmeras ciudades de Ocidente.

Mas no Líbano, nom. Ao menos
na cordilheira homónima. Talvez
os esgotassem
os agentes
de Hiram, rei de Tiro,
que se comprometeu
a enviar materiais a Salomom
para a construçom do Templo.
E em jangadas, até Jope,
polo mar forom os madeiros
transportados polos fenícios.
E Salomom encarregou aos seus servos
de transportá-los dali a Jerusalém.
E Hiram, rei de Tiro, enviou
a Salomom um arquitecto, Huran-Abi,
cujo pai era natural de Tiro
e a sua mai umha mulher da tribo
de Dan; e já servirá ao Rei David.

Obedecendo ordens, lenhadores
fenícios derrubarom
cedros
a eito; mas
nom creio que o rei
Hiram fosse
tam insensato que arruinasse
a sua riqueza forestal.


Mais bem deveu de ser na escura noite
medieval
—bizantinos e cruzados,
árabes e mogóis— cando a orgulhosa
árvore da sua terra desertou.

Permaneceu a denominaçom
de origem. A gramática histórica
prevaleceu sobre a semántica
sincrónica. A história tiraniza-nos.
O passado agrilhoa-nos.
As cousas mudam, as palabras ficam.
Palavras enganosas, fantasmas
lexicamente vestem-nos. O tempo
trocou em falsos os nomes verdadeiros.
A superestrutura
lingüística pseudomorfosifica
a realidade. Preguiceira língua
que nom pode seguir
a evoluçom das cousas de pés ágeis.

Muitas vezes espectros sem sentido
—porque o rato do tempo
lhes rilhou a substância—
obrigam-nos a guerrear.
E a história é um combate de mortos.
As bandeiras que à morte nos conduzem,
hai tempo que perderom a memoria
do povo que simbolizavam.
Como o astrónomo capta a luz de estrelas
longo tempo apagadas no Universo,
assi as nossas ferozes
contendas por ideais ou tesouros,
som luitas por palabras
que já nom significam
o que significarom.

No Líbano nom hai cedros do Líbano.
Mentimos ao falarmos. Batalhamos
por damas que deixarom de estar vivas,
por pátrias que trocarom os seus mapas,
por riquezas que som papel moeda
sem reservas en ouro
nem trigo nem metal nem grao
algum
que podam garantir
umha troca vital.


Espectros administram-nos
e palavras vazias
formam o nosso código
de falsas locuçons,
o nosso dicionário de imposturas.

No Líbano nom hai cedros do Líbano.
Nom existe o presente.
O pasado
rege-nos, a anacrónica
sombra do que já foi, mas já nom é.

Nom hai cedros do Líbano no Líbano.
Empregamos a fala
de Salomom nos tempos de Shamir.

Ricardo Carballo Calero: Reticências (1986-1989) (1990)

Versións:

As Efémeras: No Líbano nom hai cedros do Líbano; Musicando Carvalho Calero (VVAA)*; 2020; Pista 47



*[Concurso musical organizado pola AGAL (Associaçom Galega da Língua) en colaboración coa CRTVG e a Consellería de Cultura da Xunta de Galicia, para conmemorar o ano das Letras Galegas 2020, adicado a Ricardo Carballo Calero.]

martes, 3 de mayo de 2022

Somos os pacifistas

Somos os pacifistas,
que andamos dando guerra.

Somos as feministas,
que vestimos de home.

Somos os poetas eróticos,
impotentes no tálamo nupcial.

Somos os sacerdotes,
que nom cremos em Deus.

Somos os comunistas,
mui zelosos da nossa propiedade privada.

Somos os homes —e as mulheres—. Inumanos,
como cumpre à nossa humana condiçom.

Se os nossos nomes e as nossas condutas
nom foram como som contradiçom,
só seríamos sombras.

Mas somos realidades, e por isso
somos assí, contrários do que somos.

Ricardo Carballo Calero: Reticências (1986-1989) (1990)

Versións:

De catro a catro: Somos os pacifistas; Musicando Carvalho Calero* (VVAA); 2020; Pista 29




Faneca: Somos assi; Musicando Carvalho Calero* (VVAA); 2020; Pista 33




Eunice Quartet: Somos; Musicando Carvalho Calero* (VVAA); 2020; Pista 58




Carlos Marca Fernández-Novo: Contradiçom; Musicando Carvalho Calero* (VVAA); 2020; Pista 79



*[Concurso musical organizado pola AGAL (Associaçom Galega da Língua) en colaboración coa CRTVG e a Consellería de Cultura da Xunta de Galicia, para conmemorar o ano das Letras Galegas 2020, adicado a Ricardo Carballo Calero.]

Muchacha campesina

Hundida entre maizales
a doble filo armados,
arqueada en el maní
de verdores rastreros,
andrógina en tu ropa
de varón y de hembra
muchacha campesina,
liviano panadero.

El rostro se te hizo
a viento y madrugada,
enero agrió limones
en tus mejillas nuevas
y el baile de tu paso
se endureció en los zuecos,
como tus manos palas
dando vuelta la tierra.

Un pajilla ruinoso
sobre la mata arisca,
los viejos pantalones
sobre la gris pollera,
partida por el eje
de tus riñones rotos
y los ojos caídos
en un lugar cualquiera.

Muchacha campesina,
verdadera muchacha,
no la mentida rosa
del pago o la calandria,
no la mentida rosa
del pago o la calandria.

Promiscua, desclasada
por un tiempo en hectáreas,
perdida en un delirio
de girasoles de oro,
cuando tus senos alcen
apenas la camisa
te harán madre, aunque sigas
siendo niña, en el fondo.

Aparejada al hombre
en áridas cosechas,
el amor de tu cuerpo
se da en puro contacto
y en la “fiesta del pobre”
sucederán los hijos,
los que mañana mismo
pueden todo cambiarlo.

Washington Benavides: Tanta vida en cuatro versos (un cancionero) (2013)

Versións:

Alfredo Zitarrosa: Muchacha campesina; Zitarrosa 74; 1974; Lado B, Corte 4




Alfredo Zitarrosa: Muchacha campesina; Zitarrosa 74; 1991; Pista 9

(Reedición da versión do disco Zitarrosa 74, do ano 1974.)


Alfredo Zitarrosa: Muchacha campesina; Antología (1936-1989), Vol.3; 1994; Pista 8

(Reedición da versión do disco Zitarrosa 74, do ano 1974.)


Alfredo Zitarrosa: Muchacha campesina; Los esenciales; 2004; Pista 18

(Reedición da versión do disco Zitarrosa 74, do ano 1974.)