jueves, 21 de marzo de 2024

Fiesta

porque vengo de un sitio
donde parece que siempre va a llover
y el agua se resuelve en piedra y bruma

porque vuelvo donde mis vivos viven
donde mis muertos yacen bajo cipreses
de opaca raíz oscura y suben
azules y cimbreantes bajo el cielo
de esmalte de un cielo más lejano
para ceñirse las cinturas igual que
adolescentes alborotando el aire
como una Santa Rita con su lazo de amor,
enamorados
en medio exacto de la luz alegre

porque vuelvo a mis lares
donde el mundo es fiesta
cuando en el aceite de oro de los días
se cuece el ajo de la vida

el mundo es fiesta
cuando la montaña se ama con la nube
bajo la blanca sonrisa de los dioses

cuando los ríos copulan
con la lava escondida de las rocas

cuando el árbol rojo del otoño estira
hacia el verano los brotes germinales
que mecerán la brisa encelada por
el salto detenido del gamo
el vertical aroma del jazmín
y la punzante pezuña del bisonte.

El mundo es fiesta

Jorge Arbeleche: Alfa y omega (1996)

Versións:

Estela Medina: Fiesta; Ágape. Poemas de Jorge Arbeleche; 1997; Pista 2

miércoles, 20 de marzo de 2024

Tres segundos de memoria bastarían para recordarte

IV

Tres segundos de memoria bastarían para recordarte.

O corazón é un ourive
que trafica coas cadeas do desexo
e condensa as lembranzas
coma a esencia dos perfumes.

Esculpe matrioskhas,
pequeñas caixas de Pandora
para gardarte nelas
        e non abrirte nunca,
para soterrar o medo a que devores
os meus labirintos
internos.

Ti
e a nosa historia toda
concentrada en tres segundos.

Celia Parra: No berce das mareas (2009)

Versións:

A banda da loba: Tres segundos*; Bailando as rúas; 2017; Pista 1



*[A versión musical do grupo A banda da loba, repite, a xeito de retrouso, os títulos dos tres capítulos nos que se divide a obra de Celia Parra, No berce das mareas: 1. A memoria…; 2. …é un preludio…; 3. …do esquecemento.]

domingo, 17 de marzo de 2024

Conjuro

Y cada vez más triste
mi alma y más profunda
respira un aire turbio
de nubes y de espumas

Te traigo un trago seco
de trigo y de tragedia
un aire de aureolas
y un vaho de vacas negras

                              (Madrid, 1954)

Carlos Edmundo de Ory: Poesía (1945-1969)* (1970)

Versións:

Fernando Polavieja: Tres cosas / Conjuro**; El desenterrador de vivos; 2006; Pista 12



*[Publicado orixinalmente na revista Cuadernos Hispanoamericanos, nº 182, «Poemas reunidos», Madrid, fedrero 1965, pags. 244-245.]
**[A versión musical de Fernando Polavieja está precedida polo poema Tres cosas, da obra de Carlos Edmundo de Ory: Lee sin temor, do ano 1976.]

sábado, 16 de marzo de 2024

Tres palomas imperan en tus sueños

Tres palomas imperan en tus sueños
anidan en tu luz y en tu teclado.
A tres palomas va tu sino atado
por albures amargos o halagüeños.

Tres palomas te escancian los beleños
de sus gracias, que aduermen tu cuidado,
y en sus giros te llevan arrastrado
con singulares ímpetus y empeños.

Picotean tus noches y tus días
y tu hacienda de bienes y de males,
tu tiempo presuroso, que no domas

con trabajos, desvelos ni porfías.
¡Más viento que los ábregos y australes
despliegan con sus alas tres palomas!

Rosa Chacel: A la orilla de un pozo (1936)

Versións:

Inés Fonseca: Tres palomas; Recuerdo de Sombras. Generación del 27. Ellas; 2019; Pista 11

jueves, 14 de marzo de 2024

Estoy atado a esta tierra

(…)

Estoy atado a esta tierra
Donde tengo mis muertos y mi sombra
Donde conozco el cielo y cada muro
Donde hay una tarde
Que me guarda un aire conocido
Que sabe de tus pasos y los míos
Que me brinda la fiesta
De respirarte cuando me respiras.

Mira ese silencio recostado en la casa.

(…)

Jorge Arbeleche: Los ángeles oscuros (1976)

Versións:

Washington Carrasco e Cristina Fernández: Estoy atado a esta tierra; De puerta en puerta; 1982; Cara B, Corte 6




Estela Castro, Washington Carrasco e Cristina Fernández: Estoy atado a esta tierra: Vidamorymuerte; 1984; Lado 2, Corte 13




Washington Carrasco e Cristina Fernández: Estoy atado a esta tierra; Ágape. Poemas de Jorge Arbeleche (VVAA); 1997; Pista 1



*[Queremos agradecer efusiva e públicamente a Jorge Arbeleche as súas indicacións sobre a xénese deste poema (ou poemas) musicalizado por Washington Carrasco:
«… Respecto al poema le digo que pertenece al libro Los ángeles oscuros, de 1976, en épocas muy aciagas para Uruguay ya que padecíamos la dictadura militar. En realidad, el texto poético se integra a otra serie de textos breves que van concatenados, aunque no con una estricta correspondencia entre sí, en realidad fueron concebidos como textos autónomos entre sí. Fue el editor quien los envolvió en una unidad, y como el resultado me satisfizo, así quedó. …»;
así como que manteña viva unha comunicación epistolar sincera e cordial. É unha honra para nós contar coa súa amizade e, un privilexio asistir, na distancia, as súas leccións de literatura española e uruguaia.
]

martes, 12 de marzo de 2024

Tres eran tres

Tres eran tres mis bienes de
     antaño:
tu letra, tu voz y un pañuelo
     blanco.

Tu letra entre miles reconocería,
la T de «te quiero», el A de
     «alma mía»;
tu voz brasa y miel en la noche
     fría.
Y desde el balcón, al rayar el día,
el pañuelo «vuelve» y «adiós» te
     decía.

Tres eran tres mis bienes de
     antaño,
y los tres son hoy recuerdo
     aventado.

Tu voz se me pierde por esos
     barrancos,
las cartas las lleva el viento a
     otro lado.

Ni letra, ni voz,
ni el pañuelo sabe
a quién dice adiós.

Carmen Martín Gaite: Poemas (2000)

Versións:

Amancio Prada: Tres eran tres; De la mano del aire; 1984; Pista 6




Carmen Martín Gaite: Tres eran tres; Poemas; 2000; Pista 30




Amancio Prada e Juan Carlos Mestre*: Tres eran tres / Una felicidad libre de euforia; Huellas de Salamanca; 2005; Pista 11



*[O tema musical remata co poema Una felicidad libre de euforia da obra do poeta salmantino Juan Antonio González Iglesias: Esto es mi cuerpo, do ano 1997; na voz de Juan Carlos Mestre.]

sábado, 9 de marzo de 2024

Es así

Es como si del marco de una puerta entreabierta
quisieras ver qué ocurre en una inmensa sala
viendo tal vez la esquina de una mesa,
el vuelo de un vestido.

Como esos cielos de las calles estrechas
telones desvaídos
un pedazo flotando, cortado
sobre los ojos miopes, lejos.

Es así: contemplarnos
retazos, trozos, sueltos.

¿Quién sale de su fina ranura, quién se alza
escuchando el rumor total: sonido puro
o roto, absurdo ruido?

Circe Maia: Presencia diaria (1964)

Versións:

Circe Maia: Es así; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 5

Tres cosas

Cansado ya de todo
Agotado de amar
No tengo más que un modo
de existir respirar

Ya no sé dónde ir
Ni sé de dónde vengo
Me quemé de existir
Cenizas ahora tengo

Perdí mi corazón
Lo pagué como pieza
de fuego al fin carbón
Y echa humo mi cabeza

Perseguí como un ciego
tres cosas sin piedad
RESPIRACIÓN y luego
PLACER y OSCURIDAD

(Barco Tánger-Algeciras, 9 de agosto de 1970)

Carlos Edmundo de Ory: Agni. Lee sin temor (1976)

Versións:

Fernando Polavieja: Tres cosas / Conjuro*; El desenterrador de vivos; 2006; Pista 12



*[A versión musical de Fernando Polavieja inclue tamén o poema Conjuro, da obra de Carlos Edmundo de Ory: Poesía (1945-1969), do ano 1970.]

jueves, 7 de marzo de 2024

Ella que pasa

Paso que pasa
rostro que pasabas
qué más quieres
te miro
después me olvidaré
después y solo
solo y después
seguro que me olvido.

Paso que pasas
rostro que pasabas
qué más quieres
te quiero
te quiero sólo dos
o tres minutos
para quererte más
no tengo tiempo.

Paso que pasas
rostro que pasabas
qué más quieres
ay no
ay no me tientes
que si nos tentamos
no nos podremos olvidar
adiós.

Mario Benedetti: Poemas del hoy por hoy (1958-1961) (1961)

Versións:

Mario Benedetti: Ella que pasa; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 3

martes, 5 de marzo de 2024

Tres árboles

    Tres árboles caídos
quedaron a la orilla del sendero.
El leñador los olvidó, y conversan,
apretados de amor, como tres ciegos.

   El sol de ocaso pone
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!

    Uno, torcido, tiende
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.

    El leñador los olvidó. La noche
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!

Gabriela Mistral: Desolación (1922)

Versións:

Ángel Parra: Tres árboles; Amado, apresura el paso; 1995; Pista 4

El testigo

Yo no te pido nada
yo no te acepto nada.
Alcanza con que estés
en el mundo
con que sepas que estoy
en el mundo
con que seas
me seas
testigo juez y dios.
Si no
para qué todo.

Idea Vilariño: Poemas de amor (1957)

Versións:

Idea Vilariño: El testigo; Poesía 1947-1991; 2004; Pista 2