sábado, 30 de noviembre de 2019

Donde acaba el amor

Cuando llegas al muro
donde acaba el amor
ya no hay escapatoria.
Y lo escalaba trabajosamente,
repitiendo «ya no hay escapatoria»,
desafiando los cristales rotos
clavados en su cumbre;
y se dejó caer al otro lado
con las manos heridas.
Se las miró un momento,
y se lamió la sangre,
«Ya no hay escapatoria»
susurraba anhelante.
Por fin echó a correr,
sin mirar hacia atrás,
por la llanura estática,
plana, infinita y yerma.

Carmen Martín Gaite: Después de todo. Poesía a rachas (1996)

Versións:
Carmen Martín Gaite: Donde acaba el amor; Poemas; 2000; Pista 29

jueves, 28 de noviembre de 2019

Retrato de familia

Ciego de Ávila, provincia de Camagüey, isla de Cuba.
Mi abuelo tocaba el clarinete
y tenía un cinturón con hebilla de oro.
Esto sucede en 1920, delante de una tela pintada con palmeras y pájaros que habrían de ser multicolores.
En una calle de La Habana, recién llegado de Vigo, Leonardo Mestre le compró a su novia una peineta de carey.
Están los dos, él lánguido de ojos y con un traje de lino,
ella, bajo la luz de los trópicos, es bella y me mira.
Han conocido el ancho cielo
y los grandes peces de los mares.
Su juventud es dichosa
como la aventura que acaban de descubrir.
Entonces se han colocado para la fotografía
y con ella, como el que es alegre y vencido por el amor,
entran en el hermoso sueño de la vida.
Ya nada pudo separarlos, sólo ellos saben
por qué fue aquel el instante preciso del milagro.
Yo podría continuar esta historia
pero no sé si en 1920 había Chevrolets en Cuba.

Juan Carlos Mestre: Antífona del otoño en el valle del Bierzo (1986)

Versións:
Juan Carlos Mestre: Retrato de familia; Antífona del otoño en el Valle del Bierzo; 2004; Libro-CD. Editorial Calambur;



Juan Carlos Mestre: Retrato de familia; La palabra y el tiempo (VVAA); 2010; Pista 12

Amor nómada

Cada pitillo una carta
y cada carta un amor
y cada amor una herida.

Así vas tú por la vida,
dulce poeta menor
de la palabra fingida.

Cuando han prendido la llama
tus ojos levantan vuelo
a hacer noche en otra tierra,
ciegos a quién los reclama
y a su celo,
corazón de fuego y guerra
que conquista y nunca ama.

No hay reposo ni guarida
para tu breve fulgor,
incierta hoguera aterida.

Así vas tú por la vida,
dulce poeta menor
de la palabra fingida.

Carmen Martín Gaite: A rachas (1976)

Versións:
Carmen Martín Gaite: Amor nómada; Poemas; 2000; Pista 27

martes, 26 de noviembre de 2019

Retrato

      Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, 
y un huerto claro donde madura el limonero; 
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; 
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
      Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido 
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, 
más recibí la flecha que me asignó Cupido, 
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
      Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, 
pero mi verso brota de manantial sereno; 
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, 
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
      Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
      Desdeño las romanzas de los tenores huecos 
y el coro de los grillos que cantan a la luna. 
A distinguir me paro las voces de los ecos, 
y escucho solamente, entre las voces, una.
      ¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
      Converso con el hombre que siempre va conmigo 
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—; 
mi soliloquio es plática con ese buen amigo 
que me enseñó el secreto de la filantropía.
      Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. 
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago 
el traje que me cubre y la mansión que habito, 
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
      Y cuando llegue el día del último viaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado: Campos de Castilla (1912)

Versións:
Alberto Cortez: Retrato; Poemas y canciones, Vol.2; 1968; Cara A, Corte 4



Joan Manuel Serrat: Retrato; Dedicado a Antonio Machado, poeta; 1969; Cara A, Corte 2



Joan Manuel Serrat: Retrato; Álbum de oro; 1981; LP3: Mis poetas; Cara A, Corte 2

(Reedición da versión do disco Dedicado a Antonio Machado, poeta, do ano 1969.)




Alberto Cortez: Retrato; Testimonio; 1997; Pista 3

(Reedición da versión do disco Poemas y canciones, Vol.2, do ano 1968.)




Calixto Sánchez: Mi infancia son recuerdos (sevillanas); Antonio Machado. Retrato flamenco; 2001; Pista 1



Alberto Cortez: Retrato; En un rincón del alma; 2001; CD1, Pista 8

(Reedición da versión do disco Poemas y canciones, Vol.2, do ano 1968.)




Alberto Cortez: Retrato; Poesía necesaria con su música (VVAA); 2003; Pista 10

(Reedición da versión do disco Poemas y canciones, Vol.2, do ano 1968.)




Bertín Osborne: Retrato; Algo contigo; 2005; Pista 4

Cada vez que paso

Cada vez que paso
bajo tu ventana,
me azota el aroma
que aún flota en tu casa.

Cada vez que paso
junto al cementerio
me arrastra la fuerza
que aún sopla en tus huesos.

Miguel Hernández: Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941) (1958)

Versións:
Carmen Linares: Cada vez que paso; Verso a verso; 2017; Pista 12

domingo, 24 de noviembre de 2019

Retorno fugaz

¿Cómo era, Dios mío, cómo era?
—¡Oh, corazón falaz, mente indecisa!—
¿Era como el pasaje de la brisa?
¿Cómo la huida de la primavera?

Tan leve, tan voluble, tan ligera
cual estival vilano... ¡Sí! Imprecisa
como sonrisa que se pierde en risa...
¡Vana en el aire, igual que una bandera!

¡Bandera, sonreír, vilano, alada
primavera de junio, brisa pura...
¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste!

Todo tu cambiar trocose en nada
—¡memoria, ciega abeja de amargura!—
¡No sé cómo eras, yo que sé que fuiste!

Juan Ramón Jiménez: Sonetos espirituales (1914-1915) (1917)

Versións:
Santiago Gómez Valverde e Juan Valderrama: Retorno fugaz; La palabra y el tiempo, vol.2; 2013; Pista 3

viernes, 22 de noviembre de 2019

In pace

      Tú duermes en tu noche sumergido. Estás en paz. Yo araño las heladas paredes de tu ausencia, los muros no agrietados por el tiempo que no puede durar bajo tus párpados. Ceniza tú. Yo sangre. Leve hoja tu voz. Pétreo este canto. Tú ya no eres ni siquiera tú. Yo, tu vacío. Memoria yo de ti, tenue, lejano, que no podrás ya nunca recordarme.
22/12/1992

José Ángel Valente: Fragmentos de un libro futuro (1991-2000) (2000)

Versións:
Carmen Linares: In pace; Un ramito de locura; 2001; Pista 11

Retirado en la paz de estos desiertos

Retirado en la paz de estos desiertos,
Con pocos pero doctos libros juntos,
Vivo en conversación con los difuntos,
Y escucho con mis ojos a los muertos.

Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
O enmiendan o fecundan mis asuntos;
Y en músicos callados contrapuntos
Al sueño de la vida hablan despiertos.

Las Grandes Almas que la Muerte ausenta,
De injurias de los años vengadora,
Libra, oh gran Don Josef, docta la Imprenta.

En fuga irrevocable huye la hora;
Pero aquélla el mejor Cálculo cuenta,
Que en la lección y estudios nos mejora.

Francisco de Quevedo: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve musas castellanas (1648)

Versións:
Vicente Monera: Retirado en la paz de estos desiertos; www.musicaypoemas.com; 2008;

jueves, 21 de noviembre de 2019

Con tu voz

Cuando esté con las raíces
llámame tú con tu voz.
Me parecerá que entra
temblando la luz del sol.

Juan Ramón Jiménez: De ríos que se van* (1957)

Versións:
Carmen Linares: Con tu voz**; Raíces y alas; 2008; Pista 10



*[Publicado orixinalmente na revista Ínsula, Madrid, nº 85, 16 de enero de 1953. “De ríos que se van” é o título que Juan Ramón Jiménez deulle aos derradeiros poemas que escribiu en vida, datados entre 1951 e 1953, e recollidos na Tercera Antolojía Poética, o derradeiro libro publicado por él.***]
**[A versión musical de Carmen Linares está precedida polo poema Clavo débil, clavo fuerte, da obra de Juan Ramón Jiménez: Diario de un poeta recién casado, do ano 1917.]
***[Juan Ramón Jiménez: Tercera Antolojía Poética (1898-1953); Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1957.]

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Resurrección de la alegría

Ya no me acuerdo del olvido
ni de la ausencia lastimando.
Sólo recuerdo tu silueta,
dulce habitante del paisaje.
Resurrección del cielo tuyo
entre mis manos y la tarde.
Ya no me acuerdo del olvido.
Ando de sol con tu milagro.

Desde el amor todo regresa
como los pájaros del alba.
Resurrección, digo su nombre
y lleno el aire de campanas.
Porque el que nace a la ternura,
vence a la muerte cotidiana,
abre las puertas de la vida
y lleva un niño en la mirada.

Amor que vuelve, amor que espera,
amor que dura, amor que nace:
resurrección de la alegría,
¡estoy de fiesta con mi sangre!

                                            Buenos Aires, 1974

Armando Tejada Gómez: Historia de tu ausencia (1985)

Versións:
César Isella: Resurrección de la alegría; A José Pedroni; 1972; Cara B, Corte 6



César Isella: Resurrección de la alegría; Hombre en el tiempo; 1975; Cara B, Corte 1

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)



Contracanto: Resurrección de la alegría*; Yo te nombro; 1978; Cara B, Corte 2



María Jiménez: Resurrección de la alegría; Resurrección de la alegría; 1979; Cara B, Corte 1



César Isella: Resurrección de la alegría; Resurrección de la alegría; 1982; Lado 2, Corte 3

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)



Rafael Amor: Resurrección de la alegría; Armando Tejada Gómez (VVAA); 1999; Pista 8



César Isella: Resurrección de la alegría; La Historia; 2002; Pista 18

(Reedición da versión do disco A José Pedroni, do ano 1972.)




César Isella e Joan Manuel Serrat: Resurrección de la alegría; 50 años de simples cosas; 2006; Pista 2



Rafael Amor: Resurrección de la alegría; Armando Tejada Gómez, Vol.2 (VVAA); 2012; Pista 7

(Reedición da versión do disco Armando Tejada Gómez, do ano 1999.)



Varios Coros**: Resurrección de la alegría; 60. Todas las voces todas; 2016; Pista 13



*[A versión musical do grupo Contracanto inclue o recitativo do poema Canción del forastero, da obra de Armando Tejada Gómez: Historia de tu ausencia, do ano 1985.]
**[A versión musical está interpretada por membros das seguintes corais: Coro del Colegio de María de la ciudad de Córdoba, Coro de la Universidad Blas Pascal e Coro do CPiC Argüello; baixo a dirección de Ariel Borda.]

martes, 19 de noviembre de 2019

Canción de los vendimiadores

Lomas y laderas de viñas.

                              ESCENA I

VENDIMIADORAS y VENDIMIADORES, cuatro y cuatro, en la faena de recolección: ellos cortando racimos y ellas ordenándolos en canastas

VENDIMIADORES.— (cantando)
Si vas a la vendimia,
mi niña, sola
con la saya
de cualquier forma.
Y a pocos meses
te rondarán el talle
sandías verdes.

VENDIMIADORAS.—
De la vendimia vengo
sola, mi niño,
con la saya ordenada
y el talle fino.
De la vendimia
vuelve revuelto el talle
que se malicia.

VENDIMIADORES.—
A la vendimia, niñas
vendimiadoras.
A la vendimia, niña,
que ya es la hora.
¡Si vendimiara
el ramo de tu pecho
y el de tu cara!

VENDIMIADORAS.—
A la vendimia, niños
vendimiadores.
A la vendimia, niño,
van mis amores.
Mas con el cuido
de no perder las hojas
ni los racimos.

VENDIMIADORES.—
Enriquezco tu mano
cortando uvas
cubiertas por los soles
y por las lunas.
¡Ay si quisieras
que cortara tus besos
con mis tijeras!

VENDIMIADORAS.—
Cuando pisa racimos
tu abarca verde,
tu pie se vuelve sangre,
mi sangre nieve.
Pisa las uvas,
que como mis amores
ya son maduras.

(…)

Miguel Hernández: Acto IIº, Escena Iª. Los hijos de la piedra (1935)*

Versións:
Jarcha: Canción de los vendimiadores; El rayo que no cesa; 2011; Pista 2



Carmen Linares: Canción de los vendimiadores; Verso a verso; 2017; Pista 4



*[Publicada orixinalmente pola Editorial Quetzal de Buenos Aires o ano 1959.]

lunes, 18 de noviembre de 2019

Resucitado

      Onde escuramente comeza nos ollos
aquel corpo de min mesmo isolado:
unha auga quezais, que se amosa por dous pozos xemeos.
De onde vén, pondo un goto de sangue na memoria,
esquiva verba se non vai cantando
peito de meu cedido á terra dime.
      Este é o áer descalzo de pé e perna,
onde ergo unha man a sombra esperta
e retornan o sono e a vaidade. Home!
      Soamente, Francesca, a cinza dos teus beizos
—a desexada sorrisa por quen levo
un amargo coitelo e unha hedra—
      e o po dourado dos teus cabelos deixo
caír no chan do vento esparexidos.
Esto perdo, meu ben, se aquí regreso.
      Cedo é sempre acolá. País-sen-Nome:
pois onde vai o corpo sempre amanece.
Dime se poido desenterra-los días.

Álvaro Cunqueiro: Herba aquí e acolá (1980)

Versións:
César Morán: Resucitado; Haberá primavera; 2011; Pista 13

sábado, 16 de noviembre de 2019

Clavo débil, clavo fuerte

                IV

                (Madrid, 20 de enero)

   Clavo débil, clavo fuerte…
Alma mía, ¡qué más da!
Fuera cual fuera la suerte,
el cuadro se caerá.

Juan Ramón Jiménez: I. Hacia el mar. Diario de un poeta recién casado (1917)

Versións:
Carmen Linares: Con tu voz*; Raíces y alas; 2008; Pista 10



*[A versión musical de Carmen Linares está seguida polo poema Con tu voz, da obra de Juan Ramón Jiménez: De ríos que se van, do ano 1957.]

viernes, 15 de noviembre de 2019

Responso por Ramón Cabanillas

Qué vento veu, Ramón, preso de encono,
preso de noite e sombra e luz que acora;
preso do van da morte que en tí afrora
e vendima longal sucos de outono.

Qué vento así deixou en abandono
patria, luar e mar que tamén chora;
i ó corazón que nunca como agora
soupo, Ramón, que o pranto era o seu dono.

Qué delor, ai, delor, a barlovento
afundiu a túa nao e nun momento
crebou mastros ergueitos á luzada.

E qué olvido, qué olvido a un son escuro
bateu nos cons, bateu, penedo duro
e desterroute a terra amortallada…?

Arcadio López-Casanova: Palabra de honor (1967)

Versións:
Aurora López e Teresa Luján: Responso por Ramón Cabanillas; Saloucos. 15 poetas da terra nai; 1999; Pista 13

jueves, 14 de noviembre de 2019

Dos normas

                I
Norma de ayer encontrada
sobre mi noche presente.
Resplandor adolescente
que se opone a la nevada.
No quieren darte posada
mis dos niñas de sigilo,
morenas de luna en vilo
con el corazón abierto;
pero mi amor busca el huerto
donde no muere tu estilo.

                II
Norma de seno y cadera
bajo la rama tendida,
antigua y recién nacida
virtud de la primavera.
Ya mi desnudo quisiera
ser dalia de tu destino,
abeja, rumor o vino
de tu número y locura;
pero mi amor busca pura
locura de brisa y trino.

                                [1928]*

Federico García Lorca: Poemas sueltos (1917-1936) (1996)**

Versións:
Manolo Sanlúcar e Carmen Linares: Normas; Locura de brisa y trino; 2000; Pista 2



*[Publicado orixinalmente na revista Parábola de Burgos en maio de 1928.]
**[Miguel García Posada: Federico García Lorca: Obras completas; Tomo I: Poesía I; Círculo de Lectores/Galaxia Gutemberg; Madrid/Barcelona; 1996.]

domingo, 10 de noviembre de 2019

Responde tú...

Tú, que partiste de Cuba,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde,
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú.

Tú, que tu lengua olvidaste,
responde tú,
y en lengua extraña masticas
el güel y el yu,
¿cómo vivir puedes mudo?
Responde tú.

Tú que dejaste la tierra,
responde tú,
dónde tu padre reposa
bajo una cruz,
¿dónde dejarás tus huesos?
Responde tú.

Ah, desdichado, responde,
responde tú,
¿dónde hallarás verde y verde
azul y azul,
palma y palma bajo el cielo?
Responde tú...

Nicolás Guillén: Tengo (1964)

Versións:
Pablo Milanés: Responde tú; Canta a Nicolás Guillén; 1975; Cara A, Corte 5



Ana Belén: Responde tú; La paloma de vuelo popular; 1976; LP2, Cara B, Corte 3

sábado, 9 de noviembre de 2019

Adán

                              A José Barbeito

Árbol de sangre moja la mañana
por donde gime la recién parida.
Su voz deja cristales en la herida
y un gráfico de hueso en la ventana.

Mientras la luz que viene fija y gana
blancas metas de fábula que olvida
el tumulto de venas en la huida
hacia el turbio frescor de la manzana,

Adán sueña en la fiebre de la arcilla
un niño que se acerca galopando
por el doble latir de su mejilla.

Pero otro Adán oscuro está soñando
neutra luna de piedra sin semilla
donde el niño de luz se irá quemando.

Federico García Lorca: Primeras canciones (1921-1932) (1936)

Versións:
Manolo Sanlúcar e Carmen Linares: Adán; Locura de brisa y trino; 2000; Pista 1

jueves, 7 de noviembre de 2019

Resol de verbena

Ingrata luz de la tarde,
La lejanía en gris de plomo,
Los olivos de azul cobarde,
El campo amarillo de cromo.

Se merienda sobre el camino
Entre polvo y humo de churros,
Y manchan las heces del vino
Las chorreras de los baturros.

Agria y dramática la nota
Del baile. La sombra morada,
El piano desgrana una jota,
Polvo en el viento de tronada…

El tiovivo su quimera
Infantil, erige en el raso:
En los caballos de madera
Bate el reflejo del ocaso.

Como el monstruo del hipnotismo
Gira el anillo alucinante,
Y un grito pueril, de histerismo
Hace a la rueda el consonante.

Un chulo en el baile alborota,
Un guardia le mira y se naja:
En los registros de la jota
Está desnuda la navaja.

Y la daifa con el soldado
Pide su suerte al pajarito:
Los envuelve un aire sagrado
A los dos, descifrando el escrito.

La costurera endomingada,
En el columpio da su risa,
Y enseña la, liga rosada
Entre la enagua y la camisa.

El estudiante se enamora,
Ve dibujarse la aventura,
Y su pensamiento decora
Un laurel de literatura.

Corona el columpio su juego
Con cantos. La llanura arde:
Tornóse el ocaso de fuego,
Los nardos ungieron la tarde.

Por aquel rescoldo de fragua
Pasa el inciso transparente
De la voz que pregona: —¡Agua,
Azucarillos y aguardiente!

Vuela el columpio con un vuelo
De risas. Cayóse en la falda
De la niña, la rosa del pelo,
Y eros le ofrece una guirnalda.

Se alza el columpio alegremente,
Con el ritmo de onda en la arena,
Onda azul donde asoma la frente
Vespertina de una sirena.

Brama el idiota en el camino,
Y lanza un destello rijoso —
Bajo el belfo— el diente canino
Recordando a Orlando Furioso.

¡Un real, la cabeza parlante!
¡A la suerte del pajarito!
¡La foca y el hombre gigante!
¡Los gozos del Santo Bendito!

¡Naranjas! ¡Torrados! ¡Limones!
¡Claveles! ¡Claveles! ¡Claveles!
Encadenados, los pregones
Hacen guirnaldas de babeles.

Se infla el buñuelo. La aceituna
Aliñada reclama el vino,
Y muerde el pueblo la moruna
Rosquilla, de anís y comino.

Ramón María del Valle-Inclán: La pipa de Kif (1919)

Versións:
Cecilia: Resol de verbena; Diálogos…, Vol.3*; 2013; Pista 4



*[Grabacións e interpretacións orixinais remasterizadas dixitalmente a partir de cintas caseiras grabadas pola autora; despois dun minucioso traballo de reconstrucción feito por Jesús Caramés, e no que tamén colaboraron Julio Seijas, Bob Painter, Luis Delgado e Javier Bergia; publicadas polo selo discográfico Rama Lama Music.]

martes, 5 de noviembre de 2019

Nicaragua

Madre, que dar pudiste de tu vientre pequeño
tantas rubias bellezas y tropical tesoro,
tanto lago de azures, tanta rosa de oro,
tanta paloma dulce, tanto tigre zahareño.

Yo te ofrezco el acero en que forjé mi empeño,
la caja de armonía que guarda mi tesoro,
La peaña de diamantes del Ídolo que adoro
y te ofrezco mi esfuerzo, y mi nombre y mi sueño.

Rubén Darío: Textos dispersos. Poesías completas* (2016)

Versións:
Juan Luis Dammert e Marcela Pérez Silva: Nicaragua; Darío nuestro. Rubén Darío en ritmos peruanos (VVAA); 2016; Pista 3



*[Rubén Darío: Poesía completa; Edición, introducción e notas de Álvaro Salvador; Editorial Verbum, S.L.; Madrid, 2016; ISBN: 978-84-9074-324-9-E.]

Réquiem por la modelo

Tonada 37

Lástima la modelo
con esos ojos suyos
y ese cuerpo de lujo
natural, pero ajeno.
Lástima esa muchacha
que podría fundarnos
con su joven milagro
casi un pueblo de nuevo.
Lástima. Es una lástima
su desnudez de hielo,
su mirada de vidrio,
su sexo sin misterio.
Lástima que no tenga
terror por su agonía
y que su piel de fruta
no sienta el manoseo.
Qué lástima esa risa
de bonita bobita,
siempre crucificada
por el lucro y el tedio.
Lástima. Es una lástima
que nadie se lo diga
y que su primavera
se venda al menudeo.

Qué lástima, tan joven
en un mundo tan viejo!

Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)

Versións:
Armando Tejada Gómez: Réquiem por la modelo; Poeta de la legua; 1959; Cara B, Corte 5


*[Por razóns de espazo nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]

viernes, 1 de noviembre de 2019

Marisel

Yo recuerdo que tú eras
como la primavera trizada de las rosas,
o como las palabras que los niños musitan
sonriendo en sus sueños.

Yo recuerdo que tú eras
como el agua que beben silenciosos los ciegos,
o como la saliva de las aves
cuando el amor las tumba de gozo en los aleros.

En la última arena de la tarde tendías
agobiado de gracia tu cuerpo de gacela
y la noche arribaba a tu pecho desnudo
como aborda la luna los navíos de vela.

Y ahora, Marisel, la vida pasa
sin que ningún instante nos traiga la alegría…

Ha debido morirse con nosotros el tiempo,
o has debido quererme como yo te quería.

Juan Gonzalo Rose: Simple canción (1960)

Versións:
Tania Libertad e Juan Gonzalo Rose: Marisel; El mismo puerto; 1978; Lado 1, Corte 6



Juan Luis Dammert e Gabriel Hernández: Marisel; El cancionero de los poetas (VVAA); 1994; Pista 8