sábado, 30 de diciembre de 2023

Tonás y livianas

Mi morena fue a sacar
agüita fresca del pozo,
y el agua salió jirviendo
con la lumbre de sus ojos.

Un manojito de rosas
no tiene comparación
con la cara de mi nena
cuando se asoma al balcón.

Tú me estás dando motivo,
motivo tú me estás dando...
y yo no quiero, no quiero
hacer lo que estoy pensando.

De querer a no querer
hay un camino muy largo,
y todo el mundo lo anda
sin saber cómo ni cuándo.

Quita una pena otra pena;
un dolor, otro dolor;
un clavo saca otro clavo,
y un amor quita otro amor.

Siempre gustan del misterio
los gustitos del querer.
Amores, para ser buenos,
calladitos han de ser.

Esperar en la experiencia
es esperanza perdía,
que antes que llegue el saber
s’acabaíto la vía.


Donde están los ojos garzos
de una morenita clara,
que se quiten los azules,
y los negros, que se vayan.

Crece el fuego con el viento;
con la noche, el padecer;
con el recuerdo, la pena;
con los celos, el querer.

La vida es un cigarrillo:
humo, ceniza y candela...
Unos lo fuman de prisa,
y algunos lo saborean.

Le he encargaíto a mi mare
que el día que yo me muera,
con tu retrato me entierren,
para tenerte a mi vera.

De la noche a la mañana
se me ha ido tu querer.
Agüita que se derrama
no se puede recoger.

La mujer, como el caballo,
en la casta está el valor;
buena madre, buena hija;
madre mala, hija peor.

El cariño y la salud
en un punto se parecen.
Nadie sabe lo que valen
hasta después que se pierden.

Tengo una copa en la mano
y en los labios un cantar,
y en mi corazón más penas
que gotas de agua en el mar
y en los desiertos arena.


Si mi corazón se abriera
lo mismo que una graná,
en ca uno de sus granitos
te verías retratá.


Manuel Machado: Cante hondo (1912)

Versións:

Alfredo Arrebola: En los labios un cantar (Taranta); Tríptico poético; 1999; Pista 13




Alfredo Arrebola: La esperanza perdía (Cabales); Tríptico poético; 1999; Pista 19

viernes, 29 de diciembre de 2023

Cantar marinero

¡Una vela!
¡Una vela nadando en el mar!
¿Es el mar que ha salido a mirarme,
o es mi alma flotando en el mar?

¡Una ola en la vela!
¡Una ola en la vela del mar!
¿Es mi amor que se trepa en el viento,
o es tu vida en las alas del mar?
¡Una vela! ¡Una ola! ¡Dos sueños
entre el cielo y el pecho del mar!
¿Es que el sol se ha calzado de espumas,
o es que somos los brazos del mar?

¡Una vela! ¡Una ola! ¡Un naufragio
en las blancas espaldas del mar!
No hay un puerto que pueda alojarnos...
¡Remaremos el barco del mar!

Julia de Burgos: El mar y tú (1954)

Versións:

La discreta academia: Cantar marinero; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 4




Ilca López e Diana Figueroa: Cantar marinero II; El paisaje y su sombra; 2016; Pista 18




Quiteria Muñoz, Juan Carlos Garvayo e Roberto Sierra: Cantar marinero; 33 Sueños; 2019; Pista 39

jueves, 28 de diciembre de 2023

Tonada del entenado

Tonada 29

Aquí
donde me ve,
así
de tan inmenso:
con la pampa en los ojos
y la piedra en la mano,
con mi abuelo alarido
y mi madre y mi padre
dele galope,
dele
fundar país pariendo
hasta rajar la tierra
y hacerle
un hijo macho;
aquí,
patria por medio,
entre un río
y un árbol,
monté mi sangre en pelo
y no fui liberado.

Aquí
donde me ve,
sigo aún desterrado.

Así,
de pata al suelo,
ilegal,
perseguido,
en bolas,
clandestino,
cuero al sol,
estaqueado
buscando mis fantasmas
entre las polvaredas,
lejos de Dios,
de a pie.

Y encima
desarmado!

Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)

Versións:

Armando Tejada Gómez*: Tonada del entenado; Poeta de la legua; 1959; Cara A, Corte 23



*[Por razóns de espazo en blogger, nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada; respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]

viernes, 22 de diciembre de 2023

A Julia de Burgos

Ya las gentes murmuran que yo soy tu enemiga
porque dicen que en verso doy al mundo tu yo.
Mienten, Julia de Burgos. Mienten, Julia de Burgos.
La que se alza en mis versos no es tu voz: es mi voz;
porque tú eres ropaje y la esencia soy yo;
y el más profundo abismo se tiende entre las dos.
Tú eres fría muñeca de mentira social,
y yo, viril destello de la humana verdad.
Tú, miel de cortesanas hipocresías; yo no;
que en todos mis poemas desnudo el corazón.
Tú eres como tu mundo, egoísta; yo no;
que todo me lo juego a ser lo que soy yo.
Tú eres sólo la grave señora señorona;
yo no, yo soy la vida, la fuerza, la mujer.
Tú eres de tu marido, de tu amo; yo no;
yo de nadie, o de todos, porque a todos, a todos,
en mi limpio sentir y en mi pensar me doy.
Tú te rizas el pelo y te pintas; yo no;
a mí me riza el viento; a mí me pinta el sol.
Tú eres dama casera, resignada, sumisa,
atada a los prejuicios de los hombres; yo no;
que yo soy Rocinante corriendo desbocado
olfateando horizontes de justicia de Dios.

Tú en ti misma no mandas; a ti todos te mandan;
en ti mandan tu esposo, tus padres, tus parientes,
el cura, la modista, el teatro, el casino,
el auto, las alhajas, el banquete, el champán,
el cielo y el infierno, y el qué dirán social.
En mí no, que en mí manda mi solo corazón,
mi solo pensamiento; quien manda en mí soy yo.
Tú, flor de aristocracia; y yo la flor del pueblo.
Tú en ti lo tienes todo y a todos se lo debes,
mientras que yo, mi nada a nadie se la debo.
Tú, clavada al estático dividendo ancestral,
y yo, un uno en la cifra del divisor social,
somos el duelo a muerte que se acerca fatal.
Cuando las multitudes corran alborotadas
dejando atrás cenizas de injusticias quemadas,
y cuando con la tea de las siete virtudes,
tras los siete pecados, corran las multitudes,
contra ti, y contra todo lo injusto y lo inhumano,
yo iré en medio de ellas con la tea en la mano.

Julia de Burgos: Poema en veinte surcos (1938)

Versións:

Clamma Dale: A Julia de Burgos; Songfest*; 1978; Lado 1, Corte 3




Gilda Mirós: A Julia de Burgos; Poetisas de Hispanoamérica en la voz de...; 1986; Lado 1, Corte 8




Daisy Newman: A Julia de Burgos; Concierto no Royal Albert Hall**; 1988;




La discreta academia: A Julia de Burgos; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 7




Zoraida Santiago: A Julia de Burgos; Antología a Julia de Burgos; 2013; Pista 4




Miriam Colón: A Julia de Burgos; Poesía de Julia de Burgos; 2017; Pista 11




Nadine Sierra: Bernstein: Songfest – Nº.3 A Julia de Burgos; There's a Place for Us***; 2018; Pista 4




Tracy Cantin: A Julia de Burgos – Bernstein (Songfest); Opening Night: Rhapsody in Blue and Songfest****; 2018;




Michelle Areyzaga e Dana Brown: A Julia de Burgos; Were i with thee; 2021; Pista 19




Gilda Mirós: A Julia de Burgos; Poética; 2023; Pista 3



*[Grabado coa National Symphony Orchestra of Washington, baixo a dirección de Leonard Bernstein, o 11 de outubre de 1977, no Kennedy Center de Washington D.C.]
**[Concerto da Schleswig-Holstein Music Festival Orchestra que, entre outros, interpretou: Songfest, baixo a dirección de Leonard Bernsten, no Royal Albert Hall de Londres o 24 de julio de 1988. Grabación monoaural recollida da retransmisión televisiva do concertó pola BBC.]
***[Grabado coa Royal Philharmonic Orchestra, baixo a dirección de Robert Spano.]
****[Concerto da BBC Scottish Symphony Orchestra, baixo a dirección de Thomas Dausgaard, celebrado no Concello de Glasgow o 20 de setembro de 2018.]

sábado, 16 de diciembre de 2023

Tonada de tu piel

Cuando tú develabas la soledad,
lo triste,
el sombrero amarillo con que viene el otoño,
cantos de sangre roja yo quería decirte,
nombrarte una mañana, darte un niño sonoro
y limpiarte la sombra que inundaba tus hombros.

Tu piel, torso del aire,
tu nativa envoltura,
se ha quedado en el mundo a fundar el planeta,
tus caderas precisas de horizonte y paloma
son una dulce tierra, una ávida semilla,
por donde van mis manos arteriales y rojas
a ser amor,
llevando la edad definitiva.

Y tu piel es sagrada como el cuerpo que lleva,
antigua de ir salvando la muerte del olvido,
tu piel es una balsa lanzada a mis orillas
para salvar los niños que esperan en tu océano.

Quiero decirte andina,
silencio interrumpido,
repetirte propósito vegetal del salitre,
sombra palpable y lúcida,
zumo sobre el verano,
índole de la carne,
diapasón del latido:
voy cantando tus anchos lugares de ser madre,
dando toda mi música a tu beso de almíbar,
conociendo en tus ojos el país de la sangre
de donde vuelve siempre la vida de la vida.
Cuando el brío nos vuelve furia de sal atávica,
un duelo con las bocas, una sed de las manos,
dos raíces hundiéndose al fondo de sí mismas
hasta sorber el íntimo territorio del aire,
entonces, sabor hondo, tu aroma milenario,
la barca de tus brazos, madera femenina,
me va llevando lejos del silencio, navego
y se me alegra toda la fe de un raro modo.
Tu cuerpo cancionero, dulce guitarra tibia,
le pone densas coplas a la noche y cantamos
el amor, nuestra tierna escritura infinita,
tus ojos y mis ojos, el amor y cantamos
no recuerdo qué instante por donde viene el día.

Y alzo de a poco el día,
quiero que habites toda la luz, que tu elemento
de claridad me encienda la llama que contengo,
que me conviertas lámpara,
lumbre de verme en todo lo que de tanto amarte,
de tanto andar queriendo tus manos musicales,
va moviendo mis labios, nombradores del tiempo,
con la misma ternura con que voy por tus ojos
a colmarte de estrellas el corazón que tienes.

En tu cuerpo termina la región de mi cuerpo,
mujer, mundo conmigo, dimensión de mi límite,
tu simiente profunda me esperaba y partimos:
sembradores unísonos,
bulliciosos labriegos,
a terminar un niño con lo mejor del aire,
con lo mejor del agua
y la flecha más verde del árbol pajarero.

Y tu piel es sagrada porque la habita un beso,
porque la ronda un júbilo,
un año de alegría,
todo un clima inocente donde despierto y canto:
tallo de sol, nativa,
lluvia limpia en mis manos,
continente de espigas.

Ahora, ya investida de verano y paloma,
déjame que te nombre fundadora en la tierra,
tierno lugar del hombre, pueblo de un solo pueblo,
mitad de mí, guerrera del pan y el nacimiento,
déjame pronunciarte con un solo latido:
brazos de pura atmósfera,
cereal encendido,
hoguera entre nosotros,
camarada del limo,
simple carne en el viento,
piel del amor invicto.
Tu pollera estrellada interrumpió la noche
con un hijo sin límites, venido de tu trigo.

Armando Tejada Gómez: Tonadas de la piel (1955)

Versións:

Armando Tejada Gómez: Tonada de tu piel; Sonopoemas del horizonte; 1964; Cara B, Corte 2




Armando Tejada Gómez: Tonadas de tu piel; Vigencia; 2005; CD1: Su palabra; Pista 8

(Recitativo semellante ao do disco Sonopoemas del horizonte, do ano 1964.)




*[Por razóns de espazo en blogger, nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada; respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]

martes, 12 de diciembre de 2023

Cuatro poemas de la espera

                                                  (antes del nacimiento de Alicia)

I
Crece el tiempo de adentro hacia fuera, espesándose.
Ya no es agua ni vuelo, sino una lenta fruta.
Conocerás, desde el carozo amargo
a la cáscara dura
y entre los dos, la suave, la dulce capa y capa
zumo de sombra tibia.

Vuelta hacia dentro, entera, la luz no se disipa.
Pasó el abierto tiempo color oro-naranja
color azules uvas;
un dispersado viento, fuego suelto gastándose.
Pasó espuma y ceniza.
Hoy es germen de horas, abrigado de sombra
que se ensancha y madura.

II
Como el agua de lluvia, débil, repiqueteante
con sus pequeñas voces, su canto dividido
nos venían los días
como livianas gotas.

Antes nos resbalaban el sol y la alegría.
Ahora están adentro:
alegría callada
sol escondido.

Ahora de las hondas raíces de la tierra
viene tibieza oscura
un agua circular y casi quieta.
Se apaga en el silencio
crece sobre la sombra
un ovillo de sueño.

Amor es alimento
de su raíz secreta.

III
¿Y no te gusta ahora
más que el cristal, la lisa
madera, la veteada,
las líneas
de oscuridad envolvente,
los dibujos
de orden oculto? El agua,
¿no te gusta más quieta
para poder mirarla
descansando en su peso
su frialdad translúcida?

IV
Eres un recibir y un guardar y por eso
convergen hacia ti los dones, las esencias
muestran su doble rostro:

una noche de hierro sostiene un día claro.
Hilo de la alegría más fuerte se desprende
de dolor y dolor en oscura madeja.

Aprende que de pronto todo te pertenece.
Y son tuyas las horas, pero en verdad son tuyas.
No vuelan sobre ti, alas de luz y polvo,
suelto viento de arena,

sino que hasta ti baja su verdadero peso
su raíz verdadera.

Circe Maia: Modos del tiempo. Presencia diaria (1964)

Versións:

Circe Maia: De la espera I al IV; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 6

domingo, 10 de diciembre de 2023

Tonada de mi padre tropero

Como si al fin partiera una guitarra
por las ubres sonoras, por el canto
y crecido a rigor, a lento oxígeno,
me hundiera en un verano despiadado
en el músculo a música del río angosto
de viajar, trémulo, largo.

Desciendo al corazón de la memoria,
desnudo del lenguaje y las señales,
de bruces en el tiempo tamborero
al sueño vertical donde quedaste
dormido de calor, chispa por dentro,
hoguera nocturnal, tropero, padre.

Un sismo de vigüelas te derrumba
el potro cardinal que te habitaba.
Esta ausencia de cañas por mi ojos,
esta lúcida música en mi espalda,
un áspero rumor de lejanías
te repite la sangre galopando,
te transita conmigo galopando,
te levanta en mi sombra galopando.

Vigía del sudor, tierra contigo,
aún me anda tu sed los maxilares,
desde la turbia historia agazapada
que te ataba las manos con el hambre
para que por mi boca fabulosa
escupa el cardo cruel de tus harapos,
de tu enorme pobreza, de tu frío,
de tu inmenso perfil donde mi raza.

¡Ah numeroso peón!
desde tu ausencia me ha quedado
la boca gusto a macho,
un dormido relámpago en los dientes
y una fe de cuchillos milenarios.
Y cuando en el rocío te me acercas
a besarme las piernas con que avanzo,
te nombro enteramente en la promesa,
que me ha partido el pecho a dos ombúes
por donde va cruzando la esperanza.

Diseminado padre por la tierra,
baqueano en las estrellas, caravana,
galope todo azul, rumbo en el viento,
qué musical caballo el que montabas
cuando urgente de mí, son en tu médula,
un rito de malambos me anunciaba
entre tercas bagualas de cien leguas
para que descendiera a las guitarras,
increíble de silbos mañaneros,
cristal a la intemperie, vuelto zamba.

Armando Tejada Gómez: Tonadas de la piel (1955)

Versións:

Armando Tejada Gómez e Óscar Matus: Tonada de mi padre tropero / Tropero padre*; Testimonial del nuevo cancionero; 1965; Cara A, Corte 1



*[O recitativo deste poema, na voz de Armando Tejada Gómez, está seguido da canción Tropero Padre, con letra do mesmo autor e música de Óscar Matus, interpretada por éste último.]
**[Por razóns de espazo en blogger, nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada; respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]

jueves, 7 de diciembre de 2023

Canción hacia adentro

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Hay un sólo trino entre tu amor y mi alma.

Mis dos ojos navegan
el mismo azul sin fin donde tú danzas.

Tu arco-iris de sueños en mí tiene
siempre pradera abierta entre montañas.

Una vez se perdieron mis sollozos,
y los hallé, abrigados, en tus lágrimas.

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Un ruiseñor nos tiene en su garganta.

Los ríos que me traje de mis riscos,
desembocan tan sólo por tus playas.

Hay confusión de vuelos en el aire?
¡El viento que nos lleva en sus sandalias!

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Mientras menos me pienses, más me amas.

Julia de Burgos: El mar y tú (1954)

Versións:

Zoraida Santiago: Canción hacia adentro; Canción sublevada; 1993; Pista 9




El folklore: Canción hacia adentro; El folklore; 2006; Pista 7




Zoraida Santiago: Canción hacia adentro; Antología a Julia de Burgos; 2013; Pista 14

(Reedición da versión do disco Canción sublevada, do ano 1993.)


Ilca López e Diana Figueroa: Canción hacia adentro; El paisaje y su sombra; 2016; Pista 19




Quiteria Muñoz, Juan Carlos Garvayo e Roberto Sierra: Canción hacia adentro; 33 Sueños; 2019; Pista 40




Katerina de la Cruz e Dúo Darias*: Canción amarga**; Estamos contigo***; 2020;



*[O Dúo Darias publicou no ano 2014 o disco El mar y tú con textos da puertorriqueña Julia de Burgos. Como declamadora invitada estivo María Consuelo Sáez Burgos, sobriña e testamenteira de Julia. A nota discográfica é obra do historiador Cristóbal Díaz Ayala. O disco presentouse en Puerto Rico no marco das actividades que se desenvolveron ao abeiro do Centenario de Julia de Burgos (1914 – 2014). Non disponemos deste CD.]
**[O recitativo deste poema, na voz de Katerina de la Cruz, está seguido pola versión musical do poema Canción amarga, da obra de Julia de Burgos: El mar y tú, do ano 1954, na voz do Dúo Darias e intercalada por un fragmento do poema Yo misma fui mi ruta, da obra de Julia de Burgos: Poema en veinte surcos, do ano 1938, na voz de Katerina de la Cruz.]
***[Concerto patrocinado polo Ministerio de Cultura de Cuba e retransmitido no programa Estamos Contigo da televisión cubana en Julio de 2020.]

martes, 5 de diciembre de 2023

Todos somos Nicaragua

                                                              a Juan A. Capelán
                                                              e Isolina Figueiredo

Todos somos Nicaragua.
O vento. As árvores que inician o periplo caudaloso do outono
sobre a leve espesura das casas.
Os incendios do solpor na tarde fría.
As almas que se deitan a sofrer a eternidade.
A tristeza que enlouquece. A brancura dos lagos.
O sorriso das tellas a escoar longos dilúvios.
E os homes que se adentran polo orvallo da mañá
diluindo no seu corpo o risco insólito do mundo.

Todos somos Nicaragua.
A noite. Os páxaros que inclinan o seu voo sobre o alento da fraga.
Os anxos que regalan a delicia do soño.
O espello onde a laverca deita o sopro do nordés
sulcando o estío nas trombetas
da tarde.

As estrelas, os laúdes. A cor que o tempo garda para o inicio
dos tránsitos e a morte. Os relóxios. As palavras
e os vocábulos que un grito ofreceu
fulxindo até morrer nun punto fogoso das trevas
alí onde florecen os nomes das mulleres e dos páxaros.

Todos somos Nicaragua.
As doenzas, os segredos, os desexos do amor
e até os pálidos arcos que a loucura deitou sob os astros,
fumegando en menceres, límpidos, nocturnos,
como un fogo que a lúa tecese para arder nas cidades da noite.

Todos somos Nicaragua. Deitados sobre o po,
luz e lóstrego do mundo,
como unha flecha a procurarmos lentamente o peito
da aflicción.

Manuel Forcadela: O regreso das ninfas (1985)

Versións:

Manuel Forcadela: Todos somos Nicaragua; Galiza a José Afonso. Concerto ao vivo. Agosto 1985 (VVAA); 1999; CD1, Pista 16