martes, 27 de mayo de 2025

Una felicidad libre de euforia

Existe
una felicidad libre de euforia,
una felicidad
sostenida de días que suceden
sin sucederse, libres
de vértigo también.
Una felicidad que no atrae
la atención de los dioses porque apenas
es. Los que la transitan,
paso a paso, no notan el camino.
Una felicidad sin entusiasmo,
sin acontecimientos. El amor,
como el Sol en la fronda, se difunde
humildemente. Esos días los sueños significa
dormir más que soñar. En sus dominios
nunca hay que levantarse a medianoche
para limpiar las sábanas de arena,
porque no ha habido playa,
ni combate. Mas sí serenidad,
de otra manera,
como lo que perdura. Y no es inercia
ni llama, no hay herida,
y no ciega la espada al mensajero.
Últimamente pienso mucho en esto.

No sé si la he tenido, no recuerdo.
He encontrado dos líneas en que pido
una felicidad libre de euforia,
y si no la he tenido, me pregunto
por qué sé describir tan justamente
ese país en el que nunca he estado.

Juan Antonio González Iglesias: Esto es mi cuerpo (1997)

Versións:

Amancio Prada e Juan Carlos Mestre: Tres eran tres / Una felicidad libre de euforia*; Huellas de Salamanca; 2005; Pista 11



*[O recitativo deste poema, na voz de Juan Carlos Mestre, está precedido da musicalización do poema Tres eran tres da obra de Carmen Martín Gaite: Poemas (2000), na voz de Amancio Prada.]

domingo, 25 de mayo de 2025

Mensaxe a Manuel Curros Enríquez

                      Para Bautista Álvarez

Manuel Curros Enríquez, home
de pelo en peito,
corazón de Galiza,
ánima de pena,
voz da Terra
a despertar as conciencias
durmidas dos humildes:
aquí tes a miña mao
apretando a túa mao.
Sabes que unha mao honrada,
dignificada polo traballo,
gastada polas ferramentas,
encalecida,
é cunca de amor, colo
pequeniño no que cabe a verdade.
Aquí tés a miña mao labrega,
dura como un seixo, escura
como a terra que labra con amor
día tras día,
xeración tras xeración.
Contigo falo,
Manuel Curros Enríquez,
que andiveche
orfo pola vida,
perseguido, aldraxado,
calumniado.
Contigo falo,
que tiveche que emigrar
por alcender un lume
purísimo de estrelas,
por petar no corazón dos homes
que non tiñan esperanza,
por tocar as tentadoras
campás da Liberdade.
Para ti o Progreso era a verdade.
E a túa voz era potente
como un trono, tiña
a forza natural do furacán.
¡Ouh loitador incansábel,
lume e sal da nosa Terra,
facho solidario
que nos mostrache
o único camiño verdadeiro!
Antes de ti Galiza era
escuridade sulagada na choiva.
Galiza tebregosa
era un ermo
cuberto de miseria,
de fame,
de teas de araña
e de silveira.
E ti,
Manuel Curros Enríquez,
abriche un suco
a forza de alma
e nel sementache
liberdade.
Pero veu o corisco
e as xeadas;
medraron herbas ruís,
apareceron corvos
por bandadas,
nubeiros de ratos,
pragas de escaravellos
e apedraron, roeron,
comeron a semente.
....................................
Configo falo,
Manuel Curros Enríquez.
E agora interrogo
aos teus verdugos:
¿Quen quixo matar a luz
de Curros?
¿Qué foi da súa paixón?
¿Quén deixou enfriar
o lume das súas verbas?

Manuel María: Remol (1970)

Versións:

Manuel María: Mensaxe a Manuel Curros Enríquez; Poemas ditos coa súa voz; 1968; Lado A, Corte 2

sábado, 24 de mayo de 2025

Una carta

Son pretextos lo que buscas
a fin de "quebrar" conmigo,
e inventas esas historias
sin fundamento ni tino.

¿De dónde sacaste tú
que me vieron el domingo
—después que dejé tu casa—
borracho y metiendo líos?

¿O es que ahora uno no puede
discutir con los amigos,
y tomarse alguna que otra
igual que cualquier vecino?

Eso de que estuve preso
en Santana es chismerío;
si alguna vez me llevaron
fué en calidad de testigo.

No es cierto que abandoné
una mujer con dos hijos:
me divorcie legalmente
y el divorcio no es delito.

Nunca fui contrabandista.
Cuando tuve un bolichito
sólo compraba en la "línea"
yerba, azúcar, caña y vino.

Tampoco soy "calavera"
como dices que te han dicho.
No veo que sea jugar
hacerse un apunte al "bicho".

Es mentira que me ven
en "pensiones" tiro a tiro,
pues hace un mes, por lo menos,
que en una pensión no piso.

Yo te juro que es verdad
esto todo que te escribo,
y si tú no lo "acreditas"
te pongo a Dios de testigo.

Si de mí ya estás cansada
decilo que me resigno,
y no procures pretextos
a fin de quebrar conmigo

Olyntho María Simões: La sombra de los plátanos (1950)

Versións:

Larbanois & Carrero: Una carta; Cantacaminos; 1981; Lado 1, Corte 6

domingo, 18 de mayo de 2025

Los muros nada más

            XVIII

Los muros nada más.
Yace la vida inerte,
Sin vida, sin ruido,
Sin palabras crueles.

La luz lívida escapa
Y el cristal ya se afirma
Contra la noche incierta,
De arrebatadas lluvias.

Alzada resucita
Tal otra vez la casa;
Los tiempos son idénticos,
Distintas las miradas.

¿He cerrado la puerta?
El olvido me abre
Sus desnudas estancias
Grises, blancas, sin aire.

Pero nadie suspira.
Un llanto entre las manos
Sólo. Silencio; nada.
La oscuridad temblando.


Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1927)

Versións:

Joselito Vélez: La luz dudosa despierta*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara B, Corte 4



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por duas estrofas do poema La luz dudosa despierta, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; por dous versos da derradeira estrofa do poema Desengaño indolente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; polos primeiros versos do poema Ingrávido presente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e polo comezo do poema Los árboles al poniente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927.]

miércoles, 14 de mayo de 2025

Una canción en coro

Todos el camino sabemos;
están los rifles engrasados;
están los brazos preparados:
¡Marchemos!


Nada importa morir al cabo,
pues morir no es tan gran suceso;
¡malo es ser libre y estar preso,
malo, estar libre y ser esclavo!


Hay quien muere sobre su lecho,
doce meses agonizando,
y otros hay que mueren cantando
con diez balazos sobre el pecho.

Todos el camino sabemos;
están los rifles engrasados;
están los brazos avisados:
¡Marchemos!

Así hemos de ir andando,
severamente andando, envueltos en el día
que nace. Nuestros recios zapatos, resonando,
dirán al bosque trémulo: «¡Es que el futuro pasa!»
Nos perderemos a lo lejos... Se borrará la oscura masa
de hombres, pero en el horizonte todavía
como en un sueño, se nos oirá la entera voz vibrando:

…El camino sabemos…
…Los rifles engrasados…
…Están los brazos avisados…

¡Y la canción alegre flotará
como una nube sobre la roja
lejanía!

Nicolás Guillén: La voz Esperanzada. España, poema en cuatro angustias y una esperanza (1937)

Versións:

Ana Belén: Marchemos (Una canción en coro); La paloma de vuelo popular; 1976; Pista 13

lunes, 12 de mayo de 2025

Los jóvenes

                                          …seres inquietantes como nuevas
                                          especies que vivieran en un espacio
                                          tangente con el nuestro, acechando
                                          nuestra autonomía y superioridad.

Nosotros no oímos hablar demasiado del siglo
pero el sol nos encuentra parados en su centro.

Olvidamos bien pronto el olor
a pólvora de nuestra infancia,
los secos sabores del hambre; la caballería del frío, etcétera.

La Historia es este momento:
esperamos a nuestra amiga
en los barandales de Vaslavski Namiesti,
cuando la experiencia ya está en la Universidad y las bibliotecas
y los mejores pollos de Praga en el grill del Palace Hotel.

Alguien nos propone la dialéctica
y nosotros sólo escuchamos un pregón en favor de los laberintos
que nos pide olvidar los hilos salvadores de Ariadna.
Nos proponen el futuro y nosotros nos defendemos del futuro
como de un murciélago que nos azota la cara.

Y aunque no queremos ser personajes patéticos,
nos sentimos por las mañanas viejos y enfermos.
Nuestros maestros son nuestros poetas:

“Soy el hombre, nada me vencerá
si rompo la vieja vida metida en una pose”.

Roque Dalton: Taberna y otros lugares (1969)

Versións:

Roque Dalton: Los jóvenes; Roque Dalton; 1981; Lado A, Corte 3

sábado, 10 de mayo de 2025

Una canción

Una canción,
una canción,
llena las calles
de la ciudad.

Canta el martillo,
canta el motor,
ya canta el brazo
trabajador.

Las herramientas
tienen cantar.
Lo canta el hombre
al trabajar.

Todas las manos
se van a alzar,
un solo puño
las unirá.

¡Pueblo de España
ponte a cantar!
¡Pueblo que canta
no morirá!

Jesús López Pacheco: Canciones del amor prohibido (1961)

Versións:

Adolfo Celdrán: Una canción; Silencio; 1970; Lado B, Corte 6




Adolfo Celdrán: Pueblo de España ponte a cantar; Denegado; 1977; Cara A, Corte 3

(Reedición da versión do disco Silencio, do ano 1970.)


Adolfo Celdrán: Pueblo de España ponte a cantar; Recopilación; 2004; Pista 3

(Reedición da versión do disco Silencio, do ano 1970.)

viernes, 9 de mayo de 2025

Los árboles al poniente

            XX

Los árboles al poniente
Dan sombra a mi corazón.
¿Las hojas son verdes?
Son
De oro fresco y transparente.
Buscando se irá el presente,
De rosas hecho y de penas.
Y yo me iré. Las arenas
Han de cubrirme algún hoy.
Canción mía, ¿qué te doy,
Si alma y vida son ajenas?

Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1936)

Versións:

Joselito Vélez: La luz dudosa despierta*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara B, Corte 4



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por duas estrofas do poema La luz dudosa despierta, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; por dous versos da derradeira estrofa do poema Desengaño indolente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; polos primeiros versos do poema Ingrávido presente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e seguida polas dúas derradeiras estrofas do poema Los muros nada más, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927.]