La rosa del jeroglífico
Estrangulada y sin sangre
V.B.
Desterrada por un tiempo hueco
Está la rosa desfallecida.
Rosa sin nombre
Que en la noche adivino,
Aunque fue rosa vehemente
En los apretados labios del sur.
Es un signo la rosa
Sometida al invierno,
Encerrada en su urna de cristal.
Y es flor que reverbera
Insistiendo en silencio
Desde las hojas amarillas
De este libro añejo,
Que es un vino eterno
Donde la profecía no envejece.
Barbieri nos dejó esa rosa
Plantada en un jardín helado.
Que la rosa incendie la palabra,
Que la rosa estalle como una llama.
Marcos Ricardo Barnatán: Consulado General (2000)
Versións:
Alejandro Martínez: Una rosa para Vicente Barbieri; Trovadores de silencios (VVAA); 2010; Pista 10
sábado, 14 de junio de 2025
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti: Canciones de amor y desamor. Poemas de otros (1974)
Versións:
Estela Castro: No te salves; Poemas de Mario Benedetti; 1989; Lado 1, Corte 3
Illapú: No te salves; En estos días; 1993; Pista 3
Mario Benedetti: No te salves; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 10
Mario Benedetti: No te salves; Poesía con los jóvenes; 1998; Pista 14
Mario Benedetti: No te salves; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 39
(Reedición da versión do disco El amor, las mujeres y la vida, do ano 1995.)
Mario Benedetti: No te salves; Poesía con los jóvenes; 2009; Pista 14
(Reedición da versión do disco Poesía con los jóvenes, do ano 1998.)
Estela Castro: No te salves; Poemas de Mario Benedetti; 2010; Pista 3
(Reedición da versión do disco Poemas de Mario Benedetti, do ano 1989.)
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti: Canciones de amor y desamor. Poemas de otros (1974)
Versións:
Estela Castro: No te salves; Poemas de Mario Benedetti; 1989; Lado 1, Corte 3
Illapú: No te salves; En estos días; 1993; Pista 3
Mario Benedetti: No te salves; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 10
Mario Benedetti: No te salves; Poesía con los jóvenes; 1998; Pista 14
Mario Benedetti: No te salves; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 39
(Reedición da versión do disco El amor, las mujeres y la vida, do ano 1995.)
Mario Benedetti: No te salves; Poesía con los jóvenes; 2009; Pista 14
(Reedición da versión do disco Poesía con los jóvenes, do ano 1998.)
Estela Castro: No te salves; Poemas de Mario Benedetti; 2010; Pista 3
(Reedición da versión do disco Poemas de Mario Benedetti, do ano 1989.)
martes, 10 de junio de 2025
Una noche de verano
Una noche de verano
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!.
Antonio Machado: Campos de Castilla. Poesías Completas (1917)
Versións:
Calixto Sánchez: Una noche de verano / Señor ya me arrancaste (milongas)*; Antonio Machado. Retrato flamenco; 2001; Pista 5
Vicente Monera: Una noche de verano; www.musicaypoemas.com**; 2011;
*[A versión musical de Calixto Sánchez está precedida polo poema Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería, da obra de Antonio Machado: Campos de Castilla. Poesías completas, do ano 1917]
—estaba abierto el balcón
y la puerta de mi casa—
la muerte en mi casa entró.
Se fue acercando a su lecho
—ni siquiera me miró—,
con unos dedos muy finos,
algo muy tenue rompió.
Silenciosa y sin mirarme,
la muerte otra vez pasó
delante de mí. ¿Qué has hecho?
La muerte no respondió.
Mi niña quedó tranquila,
dolido mi corazón,
¡Ay, lo que la muerte ha roto
era un hilo entre los dos!.
Antonio Machado: Campos de Castilla. Poesías Completas (1917)
Versións:
Calixto Sánchez: Una noche de verano / Señor ya me arrancaste (milongas)*; Antonio Machado. Retrato flamenco; 2001; Pista 5
Vicente Monera: Una noche de verano; www.musicaypoemas.com**; 2011;
*[A versión musical de Calixto Sánchez está precedida polo poema Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería, da obra de Antonio Machado: Campos de Castilla. Poesías completas, do ano 1917]
**[Vicente Monera eliminou da súa canle de Youtube todos os videos que contiñan as súas versións musicais de poemas. Estes videos orixinalmente aloxados na web www.musicaypoemas.com, tampouco se poden visualizar, compartir e/ou descargar nela, xa que a páxina está pechada e non aparece nos buscadores de internet. Para encher este valeiro engadimos un audio .mp3 coa versión musical deste poema, realizada por este intérprete e publicada na rede no ano 2011.]
lunes, 9 de junio de 2025
Naufragio de un sueño
¡Corre, que se me muere,
que se me muere el sueño!
Tanto que lo cuidamos,
y el pobrecito, enfermo,
hoy me yace en los párpados,
arropado de versos.
¡Corre, que se me muere,
que de avivarle el pecho,
mis ojos ya no pueden
recoger más luceros!
Ya los luceros, tímidos,
se me esconden de miedo,
y a la intemperie, solo,
se matará mi sueño...
Yo lo conozco, amado,
ya me expira en el verso...
¡Corre, que se me muere,
y me ha pedido el cuerpo!
Julia de Burgos: El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Naufragio de un sueño; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 11
que se me muere el sueño!
Tanto que lo cuidamos,
y el pobrecito, enfermo,
hoy me yace en los párpados,
arropado de versos.
¡Corre, que se me muere,
que de avivarle el pecho,
mis ojos ya no pueden
recoger más luceros!
Ya los luceros, tímidos,
se me esconden de miedo,
y a la intemperie, solo,
se matará mi sueño...
Yo lo conozco, amado,
ya me expira en el verso...
¡Corre, que se me muere,
y me ha pedido el cuerpo!
Julia de Burgos: El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Naufragio de un sueño; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 11
miércoles, 4 de junio de 2025
Una gotera
Escucho la guitarra de Paco de Lucía.
La música me araña los huesos de la edad.
Lejanamente todo mi pasado se enfría.
Una gotera insiste entre la soledad.
La madrugada apoya su frente en la ventana
y me confía unas sílabas de pena y compasión:
se lo agradezco desde la yel de esta desgana.
Hay una losa de algo sobre mi corazón.
Una gotera. Una gotera hay en mi casa
en esta rara noche de música y de adiós.
Y en esta seguiriya que me hiela y me abrasa
veo el rostro de la nada como un golpe de tos.
¿Qué es esto? ¿No está al lado mi bella hija dormida?
¿No está ahí cerca dormida la paz de mi mujer?
El invierno tirita y me lame la vida.
Mi juventud se ha ido para nunca volver.
¿Te acuerdas, Paco? Un día fuimos adolescentes
entre hermosas guitarras y muchachas de miel.
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
y el viento de los años dormita en el mantel.
Todos mis sueños muertos se acuestan a mi lado
y esta gotera sigue rezando sin cesar.
Hasta el renunciamiento me dejó abandonado.
Se han ido lejos hasta mis ganas de llorar.
Cuando ya ni la lágrima acude hasta la herida
y la vida es convulsa como golpe de tos
¿qué le queda a esta llaga trivial y entumecida?
¿qué le queda a esta música? ¿qué nos queda a los dos?
Suena en la seguiriya la lujuriosa pena
de un tiempo que se apoya cansado en la pared.
Y suena en mi memoria y en mi cansancio suena
la horrenda saciedad que me dejó la sed.
Perdona, Paco. Excusa esta porción de invierno
con que te está escuchando mi viejo corazón.
Y que Dios te bendiga por ese ruido eterno
que suena como suena la palabra perdón.
Fumo mi cigarrillo sentado en una silla,
cercado por la silla, la tiniebla y la edad.
Oigo el perdón, muy próximo, en esta seguiriya.
Y oigo, lejos, la espalda de la felicidad.
Félix Grande: La Noria. Biografía. Poesía completa (1958-1984) (1989)*
Versións:
Félix Grande: Una gotera; La palabra y el tiempo; 2010; Pista 4
*[Este poema pertence ao poemario La Noria (1984), incluido na 2ª edición da obra Biografía. Poesía completa (1958-1984), publicada en Barcelona no ano 1989.]
La música me araña los huesos de la edad.
Lejanamente todo mi pasado se enfría.
Una gotera insiste entre la soledad.
La madrugada apoya su frente en la ventana
y me confía unas sílabas de pena y compasión:
se lo agradezco desde la yel de esta desgana.
Hay una losa de algo sobre mi corazón.
Una gotera. Una gotera hay en mi casa
en esta rara noche de música y de adiós.
Y en esta seguiriya que me hiela y me abrasa
veo el rostro de la nada como un golpe de tos.
¿Qué es esto? ¿No está al lado mi bella hija dormida?
¿No está ahí cerca dormida la paz de mi mujer?
El invierno tirita y me lame la vida.
Mi juventud se ha ido para nunca volver.
¿Te acuerdas, Paco? Un día fuimos adolescentes
entre hermosas guitarras y muchachas de miel.
Y hoy la noche de invierno me acaricia los dientes
y el viento de los años dormita en el mantel.
Todos mis sueños muertos se acuestan a mi lado
y esta gotera sigue rezando sin cesar.
Hasta el renunciamiento me dejó abandonado.
Se han ido lejos hasta mis ganas de llorar.
Cuando ya ni la lágrima acude hasta la herida
y la vida es convulsa como golpe de tos
¿qué le queda a esta llaga trivial y entumecida?
¿qué le queda a esta música? ¿qué nos queda a los dos?
Suena en la seguiriya la lujuriosa pena
de un tiempo que se apoya cansado en la pared.
Y suena en mi memoria y en mi cansancio suena
la horrenda saciedad que me dejó la sed.
Perdona, Paco. Excusa esta porción de invierno
con que te está escuchando mi viejo corazón.
Y que Dios te bendiga por ese ruido eterno
que suena como suena la palabra perdón.
Fumo mi cigarrillo sentado en una silla,
cercado por la silla, la tiniebla y la edad.
Oigo el perdón, muy próximo, en esta seguiriya.
Y oigo, lejos, la espalda de la felicidad.
Félix Grande: La Noria. Biografía. Poesía completa (1958-1984) (1989)*
Versións:
Félix Grande: Una gotera; La palabra y el tiempo; 2010; Pista 4
*[Este poema pertence ao poemario La Noria (1984), incluido na 2ª edición da obra Biografía. Poesía completa (1958-1984), publicada en Barcelona no ano 1989.]
lunes, 2 de junio de 2025
Nada
Como la vida es nada en tu filosofía,
brindemos por el cierto no ser de nuestros cuerpos.
Brindemos por la nada de tus sensuales labios
que son ceros sensuales en tus azules besos;
como todo azul, quimérica mentira
de los blandos océanos y de los blancos cielos.
Brindemos por la nada del material reclamo
que se hunde y se levanta en tu carnal deseo;
como todo lo carne, relámpago, chispazo,
en la verdad mentira sin fin del Universo.
Brindemos por la nada, bien nada de tu alma,
que corre su mentira en un potro sin freno;
como todo lo nada, buen nada, ni siquiera
se asoma de repente en un breve destello.
Brindemos por nosotros, por ellos, por ninguno;
por esta siempre nada de nuestros nunca cuerpos;
por todos, por los menos; por tantos y tan nada;
por esas sombras huecas de vivos que son muertos.
Si del no ser venimos y hacia el no ser marchamos,
nada entre nada y nada, cero entre cero y cero,
y si entre nada y nada no puede existir nada,
brindemos por el bello no ser de nuestros cuerpos.
Julia de Burgos: Poema en veinte surcos (1938)
Versións:
La discreta academia: Nada; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 8
brindemos por el cierto no ser de nuestros cuerpos.
Brindemos por la nada de tus sensuales labios
que son ceros sensuales en tus azules besos;
como todo azul, quimérica mentira
de los blandos océanos y de los blancos cielos.
Brindemos por la nada del material reclamo
que se hunde y se levanta en tu carnal deseo;
como todo lo carne, relámpago, chispazo,
en la verdad mentira sin fin del Universo.
Brindemos por la nada, bien nada de tu alma,
que corre su mentira en un potro sin freno;
como todo lo nada, buen nada, ni siquiera
se asoma de repente en un breve destello.
Brindemos por nosotros, por ellos, por ninguno;
por esta siempre nada de nuestros nunca cuerpos;
por todos, por los menos; por tantos y tan nada;
por esas sombras huecas de vivos que son muertos.
Si del no ser venimos y hacia el no ser marchamos,
nada entre nada y nada, cero entre cero y cero,
y si entre nada y nada no puede existir nada,
brindemos por el bello no ser de nuestros cuerpos.
Julia de Burgos: Poema en veinte surcos (1938)
Versións:
La discreta academia: Nada; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 8
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