jueves, 27 de febrero de 2025

El diamante

Noviembre de 1920 (Granada)

El diamante de una estrella
ha rayado el hondo cielo,
pájaro de luz que quiere
escapar del universo

y huye del enorme nido
donde estaba prisionero
sin saber que lleva atada
una cadena en el cuello.

Cazadores extrahumanos
están cazando luceros,
cisnes de plata maciza
en el agua del silencio.

Los chopos niños recitan
su cartilla; es el maestro
un chopo antiguo que mueve
tranquilo sus brazos muertos.
Ahora en el monte lejano
jugarán todos los muertos
a la baraja. ¡Es tan triste
la vida en el cementerio!

¡Rana, empieza tu cantar!
¡Grillo, sal de tu agujero!
Haced un bosque sonoro
con vuestras flautas. Yo vuelo
hacia mi casa intranquilo.

Se agitan en mi cerebro
dos palomas campesinas
y en el horizonte, ¡lejos!,
se hunde el arcaduz del día.
¡Terrible noria del tiempo!

Federico García Lorca: Libro de poemas (1918-1920) (1921)

Versións:

Joselito Vélez: Preciosa tocando viene*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado B, Corte 1



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida polos catro primeiros versos da segunda estrofa do poema Preciosa y el aire, da obra de Federico García Lorca: Romancero gitano, do ano 1928; dos cinco primeiros versos do poema Thamar y Amnón, da obra de Federico García Lorca: Romancero gitano, do ano 1928; e dunha estrofa do poema Sobre un libro de versos, da obra de Federico García Lorca: Poesías completas: Poemas sueltos (1917-1936), do ano 1996.]

domingo, 23 de febrero de 2025

Un jardín que nos consuele

Cuando el corazón nos duele
por causa de una mujer,
qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele!

A veces, una violeta,
en la más larga avenida,
es buena para la herida
de un corazón de poeta.

Es la fragancia, que envuelve
la pena del corazón,
que hace cantar la canción
de lo que ya nunca vuelve...

Brisa triste, brisa en calma
de mi jardín florecido,
¿dónde encuentras ese olvido
que pones sobre mi alma?

Di, brisa ¿en qué blanco cielo,
en qué fuentes, en qué lumbres
recoges tus mansedumbres
y tus voces de consuelo?

...Pues que tan triste frescor
tienes, violeta, y tú, brisa,
¿a qué quiero la sonrisa
de sus dos labios en flor?

Qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele,
cuando el corazón nos duele
por causa de una mujer!

Juan Ramón Jiménez: Jardines lejanos (1904)

Versións:

Paco Damas: Un jardín que nos consuele; Animal de fondo; 2006; Pista 9

viernes, 21 de febrero de 2025

Balada de la placeta

Cantan los niños
En la noche quieta:
¡Arroyo claro,
Fuente serena!

    LOS NIÑOS
¿Qué tiene tu divino
Corazón en fiesta?

    YO
Un doblar de campanas,
Perdidas en la niebla.

    LOS NIÑOS
Ya nos dejas cantando
En la plazuela.
¡Arroyo claro,
Fuente serena!

¿Qué tienes en tus manos
De primavera?

    YO
Una rosa de sangre
Y una azucena.

    LOS NIÑOS
Mójalas en el agua
De la canción añeja.
¡Arroyo claro,
Fuente serena!

¿Qué sientes en tu boca
Roja y sedienta?

    YO
El sabor de los huesos
De mi gran calavera.

    LOS NIÑOS
Bebe el agua tranquila
De la canción añeja.
¡Arroyo claro,
Fuente serena!

¿Por qué te vas tan lejos
De la plazuela?

    YO
¡Voy en busca de magos
Y de princesas!

    LOS NIÑOS
¿Quién te enseñó el camino
De los poetas?

    YO
La fuente y el arroyo
De la canción añeja.

    LOS NIÑOS
¿Te vas lejos, muy lejos
Del mar y de la tierra?

    YO
Se ha llenado de luces
Mi corazón de seda,
De campanas perdidas,
De lirios y de abejas,
Y yo me iré muy lejos,
Más allá de esas sierras,
Más allá de los mares
Cerca de las estrellas,

Para pedirle a Cristo
Señor que me devuelva
Mi alma antigua de niño,
Madura de leyendas,
Con el gorro de plumas
Y el sable de madera.

    LOS NIÑOS
Ya nos dejas cantando
En la plazuela.
¡Arroyo claro,
Fuente serena!

Las pupilas enormes
De las frondas resecas,
Heridas por el viento,
Lloran las hojas muertas.

Federico García Lorca: Libro de poemas (1918-1920) (1921)

Versións:

Joselito Vélez: Cuando llega la noche*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara A, Corte 2



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por una copla popular: «Cuando llega la noche / La luna sale / Ilumina lentamente / Y no la rompe la medianoche / Y cuando llega el día / Blanquea el horizonte», e por unha segunda estrofa que inclue tres versos do poema que comeza: En Málaga, un espanto da obra de Federico García Lorca: Mariana Pineda do ano 1927; e seguido por una copla que non demos identificado: «Señor del cielo / Y de las arenas del mar / Se parecen a mis penas / De la larga soledad», e por dous versos dunha composición popular castellana: Espejo, sol y luna, con tu luz yo me alumbraba.]

miércoles, 19 de febrero de 2025

Un huesped

No sos mío
no estás
en mi vida
a mi lado
no comés en mi mesa
ni reís ni cantás
ni vivís para mí.
Somos ajenos

y yo misma
y mi casa.
Sos un extraño
un huésped
que no busca no quiere
más que una cama
a veces.
Qué puedo hacer
cedértela
pero yo vivo sola.

Idea Vilariño: Poemas de amor (1957)

Versións:

Idea Vilariño: Un huésped; Poesía 1947-1991; 2004; Pista 1

lunes, 17 de febrero de 2025

En Málaga, un espanto

(…)

Estampa segunda: Escena VIII

Aparece por la puerta el Conspirador 4.° Es un hombre fuerte: campesino rico. Viste sombrero puntiagudo, de alas de terciopelo, adornado con borlas de seda; chaqueta con bordados y aplicaciones de paño de todos colores en los codos, en la bocamanga y en el cuello. El pantalón de vueltas, sujeto por botones de filigrana, y las polainas, de cuero, abiertas por un costado, dejando ver la pierna. Trae una dulce tristeza varonil. Todos los personajes están en pie cerca de la puerta de entrada. Mariana no oculta su angustia, y mira, ya al recién llegado, ya a don Pedro, con un aire doliente y escrutador.

Conspirador 4°:
¡Caballeros! ¡Doña Mariana!
(Estrecha la mano de Mariana.)

Pedro:
(Impaciente.)
¿Hay noticias?

Conspirador 4°:
¡Tan malas como el tiempo!

Pedro:
¿Qué ha pasado?

Conspirador 1°:
(Irritado.)
Casi lo adivinaba.

Mariana:
(A Pedro.)
¿Te entristeces?

Pedro:
¿Y las gentes de Cádiz?

Conspirador 4°:
Todo en vano.
Hay que estar prevenidos. El Gobierno
por todas partes nos está acechando.
Tendremos que aplazar el alzamiento,
o luchar y morir, de lo contrario.

Pedro:
(Desesperado.)
Yo no sé qué pensar; que tengo abierta
una herida que sangra en mi costado,
y no puedo esperar, señores míos.

Conspirador 3°:
(Fuerte.)
Don Pedro, triunfaremos esperando.

Conspirador 4°:
Nadie quiere una muerte sin provecho.

Pedro:
(Fuerte también.)
Mucho valor me cuesta.

Mariana:
(Asustada.)
¡Hablen más bajo!
(Se pasea.)

Conspirador 4°:
España entera calla, ¡pero vive!
Guarden bien la bandera.

Mariana:
La he mandado
a casa de una vieja amiga mía,
allá en el Albaycín, y estoy temblando.
Quizá estuviera aquí mejor guardada.

Pedro:
¿Y en Málaga?

Conspirador 4°:
En Málaga, un espanto.
Una infamia de González Moreno...
No se puede contar lo que ha pasado.

(Expectación vivísima. Mariana, sentada en el sofá, junto a don Pedro, después de todo el juego que ha realizado, oye anhelante lo que cuenta el Conspirador 4°)

Torrijos, el general
noble, de la frente limpia,
donde se estaban mirando
las gentes de Andalucía,
caballero entre los duques,
corazón de plata fina,
ha sido muerto en las playas
de Málaga la bravía.
Le atrajeron con engaños
que él creyó, por su desdicha,
y se acercó, satisfecho
con sus buques, a la orilla.
¡Malhaya el corazón noble
que de los malos se fía!,
que al poner el pie en la arena
lo prendieron los realistas.
El vizconde de La Barthe,
que mandaba las milicias,
debió cortarse la mano,
antes de tal villanía,
como es quitar a Torrijos
bella espada que ceñía,
con el puño de cristal,
adornado con dos cintas.
Muy de noche lo mataron
con toda su compañía.
Caballero entre los duques,
corazón de plata fina.
Grandes nubes se levantan
sobre la sierra de Mijas.
El viento mueve la mar
y los barcos se retiran,
con los remos presurosos
y las velas extendidas.
Entre el ruido de las olas
sonó la fusilería,
y muerto quedó en la arena,
sangrando por tres heridas,
el valiente caballero,
con toda su compañía.
La muerte, con ser la muerte,
no deshojó su sonrisa.
Sobre los barcos lloraba
toda la marinería,
y las más bellas mujeres,
enlutadas y afligidas,
lo van llorando también
por el limonar arriba.

Pedro:
(Levantándose, después de oír el romance.)
Cada dificultad me da más bríos.
Señores, a seguir nuestro trabajo.
La muerte de Torrijos me enardece
para seguir luchando.

Conspirador 1°:
Yo pienso así.

Conspirador 4°:
Pero hay que estarse quietos;
otro tiempo vendrá.

Conspirador 2°:
(Conmovido.)
¡Tiempo lejano!

Pedro:
Pero mis fuerzas no se agotarán.

Mariana:
(Bajo, a Pedro.)
Pedro, mientras yo viva...

Conspirador 1°:
¿Nos marchamos?

Conspirador 3°:
No hay nada que tratar. Tienes razón.

Conspirador 4°:
Esto es lo que tenía que contaros,
y nada más.

Conspirador 1°:
Hay que ser optimistas.

Mariana:
¿Gustarán de una copa?

Conspirador 4°:
La aceptamos,
porque nos hace falta.

Conspirador 1°:
¡Buen acuerdo!
(Se ponen de pie y cogen sus copas.)

Mariana:
(Llenando los vasos.)
¡Cómo llueve!
(Fuera, se oye la lluvia.)

Conspirador 3°:
¡Don Pedro está apenado!

Conspirador 1°:
¡Como todos nosotros!

Pedro:
¡Es verdad!
Y tenemos razones para estarlo.

Mariana:
(Levantando su copa.)
"Luna tendida, marinero en pie",
dicen allá, por el Mediterráneo,
las gentes de veleros y fragatas.
¡Como ellos, hay que estar siempre acechando!
(Como en sueños.)
"Luna tendida, marinero en pie."

Pedro:
(Con la copa.)
Que sean nuestras casas como barcos.
(Beben. Pausa. Fuera, se oyen aldabonazos lejanos. Todos quedan con las copas en la mano, en medio de un gran silencio.)

Mariana:
Es el viento, que cierra una ventana.
(Otro aldabonazo.)

Pedro:
¿Oyes, Mariana?

Conspirador 4°:
¿Quién será?

Mariana:
(Llena de angustia.)
¡Dios santo!

Pedro:
(Acariciador.)
¡No temas! Ya verás cómo no es nada.
(Todos están con las capas puestas, llenos de inquietud.)

Clavela:
(Entrando, casi ahogada.)
¡Ay, señora! ¡Dos hombres embozados,
y Pedrosa con ellos!

Mariana:
(Gritando, llena de pasión.)
¡Pedro, vete!
¡Y todos, Virgen santa! ¡Pronto!

Pedro:
(Confuso.)
¡Vamos!
(Clavela quita las copas y apaga los candelabros.)

Conspirador 4°:
Es indigno dejarla.

Mariana:
(A Pedro.)
¡Date prisa!

Pedro:
¿Por dónde?

Mariana:
(Loca.)
¡Ay! ¿Por dónde?

Clavela:
¡Están llamando!

Mariana:
(Iluminada.)
¡Por aquella ventana del pasillo
saltarás fácilmente! Este tejado
está cerca del suelo.

Conspirador 2°:
¡No debemos
dejarla abandonada!

Pedro:
(Enérgico.)
¡Es necesario!
¿Cómo justificar nuestra presencia?

Mariana:
Sí, sí; vete en seguida. ¡Ponte a salvo!

Pedro:
(Apasionado.)
¡Adiós, Mariana!

Mariana:
¡Dios os guarde, amigos!
(Van saliendo rápidamente por la puerta de la derecha. Clavela está asomada a una rendija del balcón, que da a la calle.)

Mariana:
(En la puerta.)
¡Pedro..., y todos, que tengáis cuidado!
(Cierra la puertecilla de la izquierda, por donde han salido los Conspiradores, y corre la cortina. Luego, dramática.)
¡Abre, Clavela! Soy una mujer
que va atada a la cola de un caballo.
(Sale Clavela: Se dirige rápidamente al fortepiano.)
¡Dios mío, acuérdate de tu pasión
y de las llagas de tus manos!
(Se sienta y empieza a cantar la canción de "El Contrabandista", original de Manuel García; 1808.)

Mariana:
(Cantando.)
Yo que soy contrabandista
y campo por mis respetos
y a todos los desafío
porque a nadie tengo miedo.
¡Ay! ¡Ay!
¡Ay, muchachos! ¡Ay, muchachas!
¿Quién me compra hilo negro?
Mi caballo está rendido
¡y yo me muero de sueño!
¡Ay!
¡Ay! Que la ronda ya viene
y se empezó el tiroteo.
¡Ay! ¡Ay! Caballito mío,
caballo mío, careto.
¡Ay!
¡Ay! Caballo, ve ligero.
¡Ay! Caballo, que me muero.
¡Ay!

(Ha de cantar con un admirable y desesperado sentimiento, escuchando los pasos de Pedrosa por la escalera.)

(…)

Federico García Lorca: Mariana Pineda (1927)

Versións:

Joselito Vélez: Cuando llega la noche*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara A, Corte 2



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por una copla popular: «Cuando llega la noche / La luna sale / Ilumina lentamente / Y no la rompe la medianoche / Y cuando llega el día / Blanquea el horizonte»; e seguido por catro versos do poema Balada de la placeta, da obra de Federico García Lorca: Libro de poemas, do ano 1921; por unha copla que non demos identificado: «Señor del cielo / Y de las arenas del mar / Se parecen a mis penas / De la larga soledad»; e por dous versos dunha composición popular castellana: Espejo, sol y luna, con tu luz yo me alumbraba.]

viernes, 14 de febrero de 2025

Un hombre pasa con un pan al hombro

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?

César Vallejo: Poemas humanos (1939)

Versións:

Juan Luis Dammert: Un hombre pasa con un pan al hombro; Vallejo para cantar; 1986; Pista 9

miércoles, 12 de febrero de 2025

El amor mueve al mundo

El amor mueve al mundo,
Que descansa perdido
A la mirada. Y esta
Ternura sin servicio.

Ya las luces emprenden
El cotidiano éxodo
Por las calles, dejando
Su espacio solo y quieto.

Y el ángel aparece;
En un portal se oculta.
Un soneto buscaba
Perdido entre sus plumas.


La palabra esperada
Ilumina los ámbitos;
Un nuevo amor resurge
Al sentido postrado.

Olvidados los sueños
Los aires se los llevan.
Reposo. Convertida
La ternura se deja.

Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1936)

Versións:

Joselito Vélez: ¡Qué blanco corcel de espuma!*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado 1, Corte 1



*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida, a xeito de retrouso, pola derradeira estrofa do poema Callada. Sábanas mudas, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927, de dúas estrofas do poema Va la brisa reciente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936, e da primeira estrofa do poema La fuente que se ha roto, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927.]

sábado, 8 de febrero de 2025

Un hombre con su amor

Si todo fuera dicho
Y entre tú y yo la cuenta
Se saldara, aún tendría
Con tu cuerpo una deuda.

Pues ¿quién pondría precio
A esta paz, olvidado
En ti, que al fin conocen
Mis labios por tus labios?

En tregua con la vida,
No saber, querer nada,
Ni esperar: tu presencia
Y mi amor. Eso basta.

Tú y mi amor, mientras miro
Dormir tu cuerpo cuando
Amanece. Así mira
Un dios lo que ha creado.

Mas mi amor nada puede
Sin que tu cuerpo acceda:
Él sólo informa un mito
En tu hermosa materia.

Luis Cernuda: Con las horas contadas (1950-1956) (1957)

Versións:

Silvia Comes e Lidia Pujol: Un hombre con su amor; Al entierro de una hoja seca van dos caracoles; 2000; Pista 9

miércoles, 5 de febrero de 2025

Más bajo, poetas, más bajo...

XI

Más bajo, poetas, más bajo…
no lloréis tan alto,
no gritéis tanto…
más bajo, más bajo, hablad más bajo.
Si para quejaros
acercáis la bocina a vuestros labios,
parecerá vuestro llanto,
como el de las plañideras, mercenario.

León Felipe: Prologuillos. Versos y oraciones de caminante (1920)

Versións:

León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México; VV.7; UNAM-17/18; 1960; Cara A, Corte 1




León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética; AMB Discográfica; 1967; Cara A, Corte 1

(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)


León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 2

(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)


León Felipe: Preceptiva poética*; Voz Viva de México; VV.7; UNAM; 1986; Lado A, Corte 1

(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)


León Felipe: Preceptiva poética*; Antología personal; Colección Visor de Poesía; Libro-CD; 1996; Pista 1

(Remasterización da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)


*[O recitativo deste poema, na voz de León Felipe, está precedido polos poemas Poesía… e Deshaced ese verso, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1920; e seguido do recitativo de dous versos do poema El sueño, la locura, el borracho…, da obra de León Felipe: Ganarás la luz, do ano 1943; e do poema Poeta, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1930.]

domingo, 2 de febrero de 2025

Un grito de ida y vuelta

Es de andar el país que traigo el rostro
azotado de polen, azotado
por un mapa de viento desmedido,
por una enormidad de olvido largo.
       
     
Pasan las estaciones como tumbas
mientras los trenes pasan
desvaneciendo ranchos y chilcales
y regiones de arena interminable.
A veces queda en la pupila, ardiendo,
la sal de una mirada
donde la muerte talla en la pobreza
algún niño de trapo,
y aquella vasta soledad que crece
en la geografía del espanto.
       
     
Vengo de andar país. No impunemente
tengo un país delante.
Su gaviota a mi puerta. Sus raíces
de guitarra en la sangre.
Por ser nomás, no soy. Soy si me incumbe
entera su distancia.
Ando territorial y amaneciendo
en el velamen de sus madrugadas,
protagonista de su luz enorme
como una llamarada.
       
     
Por eso cuando vuelvo no me puedo
el silencio que me traigo.
       
De ver el país por dentro no me caben
los ojos en la cara:
       
rostros y voces, nombres y apellidos
me acosan preguntando
por el futuro que jamás empieza,
por la reforma agraria,
por las postergaciones y el bochorno
del latifundio rata,
       
por el sometimiento que nos urden
a espaldas del alba,
       
por el miedo animal que merodea
con sus brujas gendarmes,
       
por los niños que crecen casi inermes
entre tanta mentira organizada,
       
entre décadas de hambre y de desprecio
y discursos y salmos
que no cree ni dios porque ayer mismo
un niño murió de hambre
y en La Rural un toro batió todos
los récords de subasta
y en Inglaterra a Borges lo nombraron
doctor honoris causa.
       
     
Por eso cuando vuelvo demolido
de ver a mi país crucificado
estalla en mi guitarra como un grito
el silencio que traigo.
       

Armando Tejada Gómez: Antología de Juan (1958)

Versións:

Armando Tejada Gómez e Moncho Mieres: Un grito de ida y vuelta; Cantoral de mi país al sur; 1966; Cara A, Corte 5




Armando Tejada Gómez e Rosa Rodríguez Gerling: Un grito de ida y vuelta / Canción con todos*; De la raíz a la flor (VVAA); 1970; Lado A, Corte 6




Armando Tejada Gómez e Rosa Rodríguez Gerling: Un grito de ida y vuelta / Canción con todos*; Canción con todos; 1973; Lado 1, Corte 1

(Reedición da versión do disco De la raíz a la flor, do ano 1970.)


Los Nocheros de Anta: Canción con todos**; Canción con todos; 1974; Lado 1, Corte 1




Armando Tejada Gómez: Un grito de ida y vuelta; Vigencia; 2005; CD3: Registros inéditos; Pista 9



*[A versión musical de Armando Tejada Gómez e Rosa Rodríguez Gerling alterna o recitativo deste poema na voz de Armando Tejada Gómez, coa versión da Canción con todos (Armando Tejada Gómez: Toda la piel de América; 1984), na voz de Rosa Rodríguez Gerling.]
**[O recitativo deste poema está seguido pola versión musical da Canción con todos, incluida na obra de Armando Tejada Gómez: Toda la piel de América, do ano 1984.]
***[Por razóns de espazo en blogger, nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada; respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]