Un repoludo gaiteiro
De pano sedán vestido
Com’ un principe cumprido
Cariñoso e falangueiro,
Antr’os mozos o primeiro
En as suidades sin par,
Tiña costume en cantar
Aló pol-a mañanciña:
Con esta miña gaitiña
As nenas hei de engañar.
Sempre pol-a vila entraba
Con aquél de señorío
Sempre con poxante brío
C’o tambor s’ acompasaba;
E si n-a gaita sopraba,
Era tan doce soprar,
Que ben fixera en cantar
Aló pol-a mañanciña:
Con esta miña gaitiña
As nenas hei de engañar.
Todas por él reloucaban
Todas por el se morrían;
Si o tiñan perto, sorrían
Si o tiñan lonxe, choraban.
¡Mal pecado!, non coidaban
que aquel seu frolear
tiña costume en cantar
aló pol-a mañanciña:
Con esta miña gaitiña
As nenas hei de engañar.
Camiño d’a romería
Debaixo dunha figueira,
Canta meniña solteira
¡Quérote!, lle repetía...,
i él co’a gaita respondía
por a todas emvoucar
pois ben fixera en cantar
aló pol-a mañanciña:
Con esta miña gaitiña
As nenas hei de engañar.
Elas louquiñas bailaban
E por xunta d’el corrían,
Cegas, cegas que non vían
As espiñas que as cercaban;
Probes pombiñas buscaban
A luz que as iba a queimar,
Pois que él soupera cantar
Aló pol-a mañanciña:
Con esta miña gaitiña
As nenas hei de engañar.
Nas festas, ¡cánto contento!
¡Cánta risa nas fiadas!
Todas, todas namoradas
Déranll’ o seu pensamento;
I él, que d’ amores sedento
Quixo a todas engañar,
Cand’ as veu dimpois chorar
Cantaba nas mañanciñas:
Non sexan elas toliñas,
Non veñan ao meu tocar.
Rosalía de Castro: Cantares Gallegos (1863)
Versiones:
Amancio Prada: Un repoludo gaiteiro; Vida e morte; 1974; Pista 6
Amancio Prada: Un repoludo gaiteiro; Rosas a Rosalía; 1997; Pista 10
Amancio Prada: Un repoludo gaiteiro; Rosalía siempre; 2005; Pista 4
Amancio Prada: Un repoludo gaiteiro; Resonancias de Rosalía; 2014; Pista 6
domingo, 30 de marzo de 2025
miércoles, 26 de marzo de 2025
La fuente que se ha roto
La fuente que se ha roto.
Una vida se sustenta.
Enajenar las lágrimas
El instante quisiera.
Cruza la soledad
Una paloma rubia
Y su nido levanta
En la caja de música
Enjugando su voz
La sirena no vuelve.
¿Cuándo abrirá la imagen
orillas de la fuente?
Si se ha perdido el mármol
que un espejo cercaba
aún le queda al sentido
este vidrio de agua
El labio está sin sed
Porque el cuerpo se olvida.
En el agua del vaso
Se anega la desdicha.
Luis Cernuda: Perfil del aire (1927)
Versións:
Joselito Vélez: ¡Qué blanco corcel de espuma!*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado 1, Corte 1
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedido, a xeito de retrouso, pola derradeira estrofa do poema Callada. Sábanas mudas, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927, e por dúas estrofas do poema Va la brisa reciente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936; e seguido dunha estrofa do poema El amor mueve al mundo, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936.]
Una vida se sustenta.
Enajenar las lágrimas
El instante quisiera.
Cruza la soledad
Una paloma rubia
Y su nido levanta
En la caja de música
Enjugando su voz
La sirena no vuelve.
¿Cuándo abrirá la imagen
orillas de la fuente?
Si se ha perdido el mármol
que un espejo cercaba
aún le queda al sentido
este vidrio de agua
El labio está sin sed
Porque el cuerpo se olvida.
En el agua del vaso
Se anega la desdicha.
Luis Cernuda: Perfil del aire (1927)
Versións:
Joselito Vélez: ¡Qué blanco corcel de espuma!*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado 1, Corte 1
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedido, a xeito de retrouso, pola derradeira estrofa do poema Callada. Sábanas mudas, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927, e por dúas estrofas do poema Va la brisa reciente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936; e seguido dunha estrofa do poema El amor mueve al mundo, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936.]
domingo, 23 de marzo de 2025
Un Padrenuestro latinoamericano
Padre nuestro que estás en los cielos con las golondrinas y los misiles quiero que vuelvas antes de que olvides cómo se llega al sur de Río Grande |
||
Padre nuestro que estás en el exilio casi nunca te acuerdas de los míos de todos modos dondequiera que estés santificado sea tu nombre no quienes santifican en tu nombre cerrando un ojo para no ver las uñas sucias de la miseria |
||
en agosto de mil novecientos sesenta ya no sirve pedirte venga a nos tu reino porque tu reino también está aquí abajo metido en los rencores y en el miedo en las vacilaciones y en la mugre en la desilusión y en la modorra en esta ansia de verte pese a todo |
||
cuando hablaste del rico la aguja y el camello y te votamos todos por unanimidad para la Gloria también alzó su mano el indio silencioso que te respetaba pero se resistía a pensar hágase tu voluntad |
||
sin embargo una vez cada tanto tu voluntad se mezcla con la mía la domina la enciende la duplica más arduo es conocer cuál es mi voluntad cuándo creo de veras lo que digo creer así en tu omnipresencia como en mi soledad así en la tierra como en el cielo siempre estaré más seguro de la tierra que piso que del cielo intratable que me ignora |
||
pero quién sabe no voy a decidir que tu poder se haga o se deshaga tu voluntad igual se está haciendo en el viento en el Ande de nieve en el pájaro que fecunda a su pájara en los cancilleres que murmuran yes sir en cada mano que se convierte en puño |
||
claro no estoy seguro si me gusta el estilo que tu voluntad elige para hacerse lo digo con irreverencia y gratitud dos emblemas que pronto serán la misma cosa |
||
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro de cada día y de cada pedacito de día |
||
ayer nos lo quitaste dánosle hoy o al menos el derecho de darnos nuestro pan no sólo el que era símbolo de Algo sino el de miga y cáscara el pan nuestro ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas perdónanos si puedes nuestras deudas pero no nos perdones la esperanza no nos perdones nunca nuestros créditos |
||
a más tardar mañana saldremos a cobrar a los fallutos tangibles y sonrientes forajidos a los que tienen garras para el arpa |
||
y un panamericano temblor con que se enjugan la última escupida que cuelga de su rostro |
||
poco importa que nuestros acreedores perdonen así como nosotros una vez por error perdonamos a nuestros deudores |
||
todavía nos deben como un siglo de insomnios y garrote como tres mil kilómetros de injurias |
||
como veinte medallas a Somoza | ||
como una sola Guatemala muerta | ||
no nos dejes caer en la tentación de olvidar o vender este pasado o arrendar una sola hectárea de su olvido y ahora que es la hora de saber quiénes somos y han de cruzar el río el dólar y su amor contrarrembolso arráncanos del alma el último mendigo y líbranos de todo mal de conciencia amén. |
Mario Benedetti: Poemas del hoy por hoy (1958-1961) (1961)
Versións:
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; Las mil y una Nachas; 1973; LP 2, Lado 2, Corte 2
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; En vivo, con Benedetti y Favero*; 1979; LP 2, Cara B, Corte 3
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; Nacha de noche**; 1985; Lado 2, Corte 3
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; No llores por mí Argentina; 1987; Pista 13
(Reedición da versión do disco En vivo, con Benedetti y Favero, do ano 1979)
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; Nacha de noche***; 1987; Cara B, Corte 3
(Directo semellante aos anteriores)
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; En vivo, con Benedetti y Favero; 1996; Pista 23
(Reedición da versión do disco En vivo, con Benedetti y Favero, do ano 1979)
Nacha Guevara: Un Padrenuestro latinoamericano; Los Esenciales; 2003; Pista 16
(Reedición da versión do disco Nacha de Noche, do ano 1985.)
*[Grabado en vivo no Teatro Hubert De Blanck de La Habana (Cuba), en 1978.]
**[Grabado en vivo no Teatro Hidalgo da cidade de México D.F., no ano 1975.]
***[Grabado en vivo no Teatro Valle-Inclán de Madrid, no ano 1977.]
miércoles, 19 de marzo de 2025
Ingrávido presente
XIV
Ingrávido presente.
Las ramas abren trémulas.
Cándidamente escapan
Estas horas sin fuerza.
En la playa remota
El mar no visto canta;
Sobre su verde espuma
Huye el aire en volandas.
Va sus vírgenes fuerzas
Deponiendo la tarde.
La esperanza se duerme
Entre el verdor unánime.
Olvidarán mis días
Su abanico de humo
Y un ángel lo abrirá
Una noche ya mustio.
Una noche que finja
Lo distante inmediato.
Y bajará la luna
A posarse ¿en qué mano?
Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1927)
Versións:
Joselito Vélez: La luz dudosa despierta*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara B, Corte 4
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por duas estrofas do poema La luz dudosa despierta, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; por dous versos da derradeira estrofa do poema Desengaño indolente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e seguida polos primeiros versos do poema Los árboles al poniente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e polas dúas derradeiras estrofas do poema Los muros nada más, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927.]
Ingrávido presente.
Las ramas abren trémulas.
Cándidamente escapan
Estas horas sin fuerza.
En la playa remota
El mar no visto canta;
Sobre su verde espuma
Huye el aire en volandas.
Va sus vírgenes fuerzas
Deponiendo la tarde.
La esperanza se duerme
Entre el verdor unánime.
Olvidarán mis días
Su abanico de humo
Y un ángel lo abrirá
Una noche ya mustio.
Una noche que finja
Lo distante inmediato.
Y bajará la luna
A posarse ¿en qué mano?
Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1927)
Versións:
Joselito Vélez: La luz dudosa despierta*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Cara B, Corte 4
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida por duas estrofas do poema La luz dudosa despierta, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; por dous versos da derradeira estrofa do poema Desengaño indolente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e seguida polos primeiros versos do poema Los árboles al poniente, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927; e polas dúas derradeiras estrofas do poema Los muros nada más, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías, do ano 1927.]
domingo, 16 de marzo de 2025
Un niño, de su cariño
Un niño, de su cariño,
me dio un beso tan sincero
que al morir, si acaso muero,
sentiré el beso del niño.
1895
José Martí: Versos de circunstancias. Obras Completas, tomo 17 (2001)
Versións:
Sara González: Un niño, de su cariño; Versos José Martí cantados por Sara González; 1975; Pista 3
me dio un beso tan sincero
que al morir, si acaso muero,
sentiré el beso del niño.
1895
José Martí: Versos de circunstancias. Obras Completas, tomo 17 (2001)
Versións:
Sara González: Un niño, de su cariño; Versos José Martí cantados por Sara González; 1975; Pista 3
sábado, 15 de marzo de 2025
Escarabajos
Vean los escarabajos.
El de la India,
vientre de terracota y alas de fieltro azul.
Los gemelos, de cobre y gutapercha.
El Imperial de Holanda
originario de Sumatra (cobre solo).
El de lava volcánica
hallado en una tumba azteca.
El Gran Párpado de pórfido.
El de oro
(donación especial de Edgar Poe)
se nos murió.
Nicolás Guillén: El Gran Zoo (1967)
Versións:
Nicolás Guillén: Escarabajos; Los poemas del Gran Zoo; 1967; Lado A, Corte 4d
Nicolás Guillén: Poemas de “El gran zoo”: Escarabajos*; Poesía; 1985; Lado B, Corte 7
*[O recitativo deste poema, na voz do autor, está precedido polo recitativo dos poemas El Caribe e Guitarra, da obra de Nicolás Guillén: El Gran Zoo, do ano 1967; e seguido polo recitativo dos poemas Los usureros, El Aconcagua, Las nubes, Ciclón, Lynch, Los ríos, El hambre e Los vientos, todos eles da obra de Nicolás Guillén: El Gran Zoo, do ano 1967.]
El de la India,
vientre de terracota y alas de fieltro azul.
Los gemelos, de cobre y gutapercha.
El Imperial de Holanda
originario de Sumatra (cobre solo).
El de lava volcánica
hallado en una tumba azteca.
El Gran Párpado de pórfido.
El de oro
(donación especial de Edgar Poe)
se nos murió.
Nicolás Guillén: El Gran Zoo (1967)
Versións:
Nicolás Guillén: Escarabajos; Los poemas del Gran Zoo; 1967; Lado A, Corte 4d
Nicolás Guillén: Poemas de “El gran zoo”: Escarabajos*; Poesía; 1985; Lado B, Corte 7
*[O recitativo deste poema, na voz do autor, está precedido polo recitativo dos poemas El Caribe e Guitarra, da obra de Nicolás Guillén: El Gran Zoo, do ano 1967; e seguido polo recitativo dos poemas Los usureros, El Aconcagua, Las nubes, Ciclón, Lynch, Los ríos, El hambre e Los vientos, todos eles da obra de Nicolás Guillén: El Gran Zoo, do ano 1967.]
lunes, 10 de marzo de 2025
Un médico afirma
(…)
*
Un médico afirma que para fruncir el entrecejo, se necesita poner en juego sesenta y cuatro músculos, mientras que para reír son suficientes trece músculos. El dolor es, por consiguiente, más deportivo que la alegría.
(…)
César Vallejo: Negaciones de negaciones. Contra el secreto profesional (1973)*
Versións:
Juan Luis Dammert e Patricia Oliart: Un médico afirma; Vallejo para cantar; 1986; Pista 7
*[César Vallejo: Obras completas; Tomo I: Contra el secreto profesional; prólogo de Georgette de Vallejo; Editorial Mosca Azul; Lima, 1973.]
*
Un médico afirma que para fruncir el entrecejo, se necesita poner en juego sesenta y cuatro músculos, mientras que para reír son suficientes trece músculos. El dolor es, por consiguiente, más deportivo que la alegría.
(…)
César Vallejo: Negaciones de negaciones. Contra el secreto profesional (1973)*
Versións:
Juan Luis Dammert e Patricia Oliart: Un médico afirma; Vallejo para cantar; 1986; Pista 7
*[César Vallejo: Obras completas; Tomo I: Contra el secreto profesional; prólogo de Georgette de Vallejo; Editorial Mosca Azul; Lima, 1973.]
jueves, 6 de marzo de 2025
Es olvido
Juro que no recuerdo ni su nombre,
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos! yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quien lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas,
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras,
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa.
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida,
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.
Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.
Nicanor Parra: Poemas y antipoemas (1954)
Versións:
Nicanor Parra: Es olvido; Poemas y antipoemas; 1965; Cara 1, Corte 2
Mas moriré llamándola María,
No por simple capricho de poeta:
Por su aspecto de plaza de provincia.
¡Tiempos aquellos! yo un espantapájaros,
Ella una joven pálida y sombría.
Al volver una tarde del Liceo
Supe de la su muerte inmerecida,
Nueva que me causó tal desengaño
Que derramé una lágrima al oírla.
Una lágrima, sí, ¡quien lo creyera!
Y eso que soy persona de energía.
Si he de conceder crédito a lo dicho
Por la gente que trajo la noticia
Debo creer, sin vacilar un punto,
Que murió con mi nombre en las pupilas,
Hecho que me sorprende, porque nunca
Fue para mí otra cosa que una amiga.
Nunca tuve con ella más que simples
Relaciones de estricta cortesía,
Nada más que palabras y palabras,
Y una que otra mención de golondrinas.
La conocí en mi pueblo (de mi pueblo
Sólo queda un puñado de cenizas),
Pero jamás vi en ella otro destino
Que el de una joven triste y pensativa.
Tanto fue así que hasta llegué a tratarla
Con el celeste nombre de María,
Circunstancia que prueba claramente
La exactitud central de mi doctrina.
Puede ser que una vez la haya besado,
¡Quién es el que no besa a sus amigas!
Pero tened presente que lo hice
Sin darme cuenta bien de lo que hacía.
No negaré, eso sí, que me gustaba
Su inmaterial y vaga compañía
Que era como el espíritu sereno
Que a las flores domésticas anima.
Yo no puedo ocultar de ningún modo
La importancia que tuvo su sonrisa
Ni desvirtuar el favorable influjo
Que hasta en las mismas piedras ejercía.
Agreguemos, aún, que de la noche
Fueron sus ojos fuente fidedigna.
Mas, a pesar de todo, es necesario
Que comprendan que yo no la quería
Sino con ese vago sentimiento
Con que a un pariente enfermo se designa.
Sin embargo sucede, sin embargo,
Lo que a esta fecha aún me maravilla,
Ese inaudito y singular ejemplo
De morir con mi nombre en las pupilas,
Ella, múltiple rosa inmaculada,
Ella que era una lámpara legítima.
Tiene razón, mucha razón, la gente
Que se pasa quejando noche y día
De que el mundo traidor en que vivimos
Vale menos que rueda detenida:
Mucho más honorable es una tumba,
Vale más una hoja enmohecida,
Nada es verdad, aquí nada perdura,
Ni el color del cristal con que se mira.
Hoy es un día azul de primavera,
Creo que moriré de poesía,
De esa famosa joven melancólica
No recuerdo ni el nombre que tenía.
Sólo sé que pasó por este mundo
Como una paloma fugitiva:
La olvidé sin quererlo, lentamente,
Como todas las cosas de la vida.
Nicanor Parra: Poemas y antipoemas (1954)
Versións:
Nicanor Parra: Es olvido; Poemas y antipoemas; 1965; Cara 1, Corte 2
martes, 4 de marzo de 2025
Un largo lagarto verde
Por el Mar de las Antillas
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Alta corona de azúcar
le tejen agudas cañas;
no por coronada libre,
sí de su corona esclava:
reina del manto hacia fuera,
del manto adentro, vasalla,
triste como la más triste
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Junto a la orilla del mar,
tú que estás en fija guardia,
fíjate, guardián marino,
en la punta de las lanzas
y en el trueno de las olas
y en el grito de las llamas
y en el lagarto despierto
sacar las uñas del mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Nicolás Guillén: La paloma de vuelo popular (1958)
Versións:
Nicolás Guillén: Un largo lagarto verde; El Son entero en la voz de Nicolás Guillén; 1963; Lado 2, Corte 2
Nicolás Guillén: Un largo lagarto verde; Nicolás Guillén dice; 1965; lado 1, Corte 1
Ana Belén: Un largo lagarto verde; La paloma de vuelo popular; 1976; LP2, Lado A, Corte 1
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Alta corona de azúcar
le tejen agudas cañas;
no por coronada libre,
sí de su corona esclava:
reina del manto hacia fuera,
del manto adentro, vasalla,
triste como la más triste
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Junto a la orilla del mar,
tú que estás en fija guardia,
fíjate, guardián marino,
en la punta de las lanzas
y en el trueno de las olas
y en el grito de las llamas
y en el lagarto despierto
sacar las uñas del mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Nicolás Guillén: La paloma de vuelo popular (1958)
Versións:
Nicolás Guillén: Un largo lagarto verde; El Son entero en la voz de Nicolás Guillén; 1963; Lado 2, Corte 2
Nicolás Guillén: Un largo lagarto verde; Nicolás Guillén dice; 1965; lado 1, Corte 1
Ana Belén: Un largo lagarto verde; La paloma de vuelo popular; 1976; LP2, Lado A, Corte 1
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