El ser como el maíz se desgranaba en el inacabable
granero de los hechos perdidos, de los acontecimientos
miserables, del uno al siete, al ocho,
y no una muerte, sino muchas muertes, llegaba a cada uno:
cada día una muerte pequeña, polvo, gusano, lámpara
que se apaga en el lodo del suburbio, una pequeña muerte de alas gruesas
entraba en cada hombre como una corta lanza
y era el hombre asediado del pan o del cuchillo,
el granero: el hijo de los puertos, o el capitán oscuro del arado,
o el roedor de las calles espesas:
todos desfallecieron esperando su muerte, su corta muerte diaria:
y su quebranto aciago de cada día era
como una copa negra que bebían temblando.
Pablo Neruda: II. Alturas de Macchu Picchu. Canto General (1950)
Versións:
Los Jaivas: La poderosa muerte*; Alturas de Macchu Picchu; 1981; Lado A, Corte 2
*[A versión musical do grupo Los Jaivas comeza coa parte final da derradeira estrofa do poema Si la flor a la flor entrega el alto germen e continúa coas catro primeiras estrofas do poema Entonces en la escala de la tierra he subido, e remata coa estrofa final do poema Muertos de un solo abismo, sombras de una hondonada; todos eles pertencentes á composición Alturas de Macchu Picchu, da obra de Pablo Neruda: Canto General, do ano 1950.]
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