Muertos de un solo abismo, sombras de una hondonada,
la profunda, es así como al tamaño
de vuestra magnitud
vino la verdadera, la más abrasadora
muerte y desde las rocas taladradas,
desde los capiteles escarlata,
desde los acueductos escalares
os desplomasteis como en un otoño,
en una sola muerte.
Hoy el aire vacío ya no llora,
ya no conoce vuestros pies de arcilla,
ya olvidó vuestros cántaros que filtraban el cielo
cuando lo derramaban los cuchillos del rayo,
y el árbol poderoso fue comido
por la niebla, y cortado por la racha.
Él sostuvo una mano que cayó de repente
desde la altura hasta el final del tiempo.
Ya no sois, manos de araña, débiles
hebras, tela enmarañada:
cuanto fuisteis cayó: costumbres, sílabas
raídas, máscaras de luz deslumbradora.
Pero una permanencia de piedra y de palabra:
la ciudad como un vaso se levantó en las manos
de todos, vivos, muertos, callados, sostenidos
de tanta muerte, un muro, de tanta vida un golpe
de pétalos de piedra: la rosa permanente, la morada:
este arrecife andino de colonias glaciales.
Cuando la mano de color de arcilla
se convirtió en arcilla, y cuando los pequeños párpados se cerraron
llenos de ásperos muros, poblados de castillos,
y cuando todo el hombre se enredó en su agujero,
quedó la exactitud enarbolada:
el alto sitio de la aurora humana:
la más alta vasija que contuvo el silencio:
una vida de piedra después de tantas vidas.
Pablo Neruda: II. Alturas de Macchu Picchu. Canto General (1950)
Versións:
Los Jaivas: La poderosa muerte*; Alturas de Macchu Picchu; 1981; Lado A, Corte 2
*[A versión musical do grupo Los Jaivas está precedida pola parte final da derradeira estrofa do poema Si la flor a la flor entrega el alto germen, pola parte final do poema El ser como el maíz se desgranaba en el inacabable, e as catro primeiras estrofas do poema Entonces en la escala de la tierra he subido; todos eles pertencentes á composición Alturas de Macchu Picchu, da obra de Pablo Neruda: Canto General, do ano 1950.]
No hay comentarios :
Publicar un comentario