viernes, 28 de noviembre de 2025

Si el alcotán anida en tus cabellos

Si el alcotán anida en tus cabellos
y el Nilo azul se esconde en tu garganta,
si ves crecer del zinc la humilde planta
junto a tus senos o a tus ojos bellos,

no cierres el ocaso con los sellos
que el Occidente en tu testuz aguanta:
tiembla ante el cierzo y el nublado espanta.
Si oyes jazmines corre a través de ellos.

Yo sé bien que te escondes donde siguen
los hongos del delirio, impenitentes,
y que al cruzar su senda de delicias

mariposas nocturnas te persiguen,
se abren bajo tus pies simas ardientes
donde lloran cautivas tus caricias.

Rosa Chacel: A la orilla de un pozo (1936)

Versións:

Paco Damas e Carmen Paris: A la orilla de un pozo; Las sin sombreros; 2017; Pista 2

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Ven, mi amor, en la tarde del Aniene

Ven, mi amor, en la tarde del Aniene
y siéntate conmigo a ver el viento.
Aunque no estés, mi solo pensamiento
es ver contigo el viento que va y viene.

Tú no te vas, porque mi amor te tiene.
Yo no me iré, pues junto a ti me siento
más vida de tu sangre, más tu aliento,
más luz del corazón que me sostiene.

Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras.
Tú no te irás, mi amor, y si te fueras,
aun yéndote, mi amor, jamás te irías.

Es tuya mi canción, en ella estoy.
Y en ese viento que va y viene voy.
Y en ese viento siempre me verías.

Rafael Alberti: Los hijos del drago y otros poemas (1986)

Versións:

Soledad Bravo: Ven mi amor; Soledad Bravo Rafael Alberti; 1978; Cara 2, Corte 3




Inti-Illimani: Tú no te irás; Lugares comunes; 2002; Pista 7

lunes, 24 de noviembre de 2025

Segunda actividad

Segunda actividad: dar y dar vueltas
a sonidos, a ritmos
mientras alrededor tiemblan, germinan
voces, seres y cosas verdaderas.

Por lo menos sé esto:
no quiero ser testigo, el ojo frío
el que quede detrás,
la mujer del espejo.

Y menos todavía
el que nada refleja, que ni mira
el que cierra los ojos
el que «tiene su mundo»
el que alza el vuelo.

Ese, menos que menos.

Circe Maia: El puente (1970)

Versións:

Circe Maia: Segunda actividad; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado B, Corte 8

jueves, 20 de noviembre de 2025

Velorio de Papá Montero

Quemaste la madrugada
con fuego de tu guitarra:
zumo de caña en la jícara
de tu carne prieta y viva,
bajo luna muerta y blanca.

El son te salió redondo
y mulato, como un níspero.

Bebedor de trago largo,
garguero de hoja de lata,
en mar de ron barco suelto,
jinete de la cumbancha:
¡qué vas a hacer con la noche,
si ya no podrás tomártela,
ni qué vena te dará
la sangre que te hace falta,
si se te fue por el caño
negro de la puñalada!

!Ahora sí que te rompieron,
Papá Montero!

En el solar te esperaban,
pero te trajeron muerto;
fue bronca de jaladera,
pero te trajeron muerto;
dicen que él era tu ecobio,
pero te trajeron muerto;
el hierro no apareció,
pero te trajeron muerto.

Ya se acabó Baldomero:
¡zumba, canalla y rumbero!

Sólo dos velas están
quemando un poco de sombra;
para tu pequeña muerte
con esas dos velas sobra.
Y aun te alumbran, más que velas,
la camisa colorada
que iluminó tus canciones,
la prieta sal de tus sones,
y tu melena planchada.

¡Ahora sí que te rompieron,
Papá Montero!

Hoy amaneció la luna
en el patio de mi casa;
de filo cayo en la tierra,
y allí se quedó clavada.
Los muchachos la cogieron
para lavarle la cara,
y yo la traje esta noche,
y te la puse de almohada.

Nicolás Guillén: Sóngoro cosongo (1931)

Versións:

Octavio Corbalán: Velorio de Papá Montero; Antología oral: Poesía hispanoamericana del siglo XX; 1960; Cara A, Corte 13




Los Lobos: Papá Montero; Vientos del pueblo; 1972; Pista 1




Enrique D'Flon Kuhn: Velorio de Papá Montero; Yanga; 2001; Pista 11




Los Lobos: Velorio de Papá Montero; El concierto de la complutense; 2019; CD2, Pista 5

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Se canta al mar

Nada podrá apartar de mi memoria
La luz de aquella misteriosa lámpara,
Ni el resultado que en mis ojos tuvo
Ni la impresión que me dejó en el alma.
Todo lo puede el tiempo, sin embargo
Creo que ni la muerte ha de borrarla.
Voy a explicarme aquí, si me permiten,
Con el eco mejor de mi garganta.
Por aquel tiempo yo no comprendía
Francamente ni cómo me llamaba,
No había escrito aún mi primer verso
Ni derramado mi primera lágrima;
Era mi corazón ni más ni menos
Que el olvidado kiosko de una plaza.
Mas sucedió que cierta vez mi padre
Fue desterrado al sur, a la lejana
Isla de Chiloé donde el invierno
Es como una ciudad abandonada.
Partí con él y sin pensar llegamos
A Puerto Montt una mañana clara.
Siempre había vivido mi familia
En el valle central o en la montaña,
De manera que nunca, ni por pienso,
Se conversó del mar en nuestra casa.
Sobre este punto yo sabía apenas
Lo que en la escuela pública enseñaban
Y una que otra cuestión de contrabando
De las cartas de amor de mis hermanas.
Descendimos del tren entre banderas
Y una solemne fiesta de campanas
Cuando mi padre me cogió de un brazo
Y volviendo los ojos a la blanca,
Libre y eterna espuma que a lo lejos
Hacia un país sin nombre navegaba,
Como quien reza una oración me dijo
Con voz que tengo en el oído intacta:
«Este es, muchacho, el mar». El mar sereno,
El mar que baña de cristal la patria.
No sé decir por qué, pero es el caso
Que una fuerza mayor me llenó el alma
Y sin medir, sin sospechar siquiera,
La magnitud real de mi campaña,
Eché a correr, sin orden ni concierto,
Como un desesperado hacia la playa
Y en un instante memorable estuve
Frente a ese gran señor de las batallas.
Entonces fue cuando extendí los brazos
Sobre el haz ondulante de las aguas,
Rígido el cuerpo, las pupilas fijas,
En la verdad sin fin de la distancia,
Sin que en mi ser moviérase un cabello,
¡Cómo la sombra azul de las estatuas!
Cuanto tiempo duró nuestro saludo
No podrían decirlo las palabras.
Sólo debo agregar que en aquel día
Nació en mi mente la inquietud y el ansia
De hacer en verso lo que en ola y ola
Dios a mi vista sin cesar creaba.
Desde ese entonces data la ferviente
Y abrasadora sed que me arrebata:
Es que, en verdad, desde que existe el mundo,
La voz del mar en mi persona estaba.

Nicanor Parra: Poemas y antipoemas (1954)

Versións:

Nicanor Parra: Se canta al mar; Poemas y antipoemas; 1965; Cara 1, Corte 3

sábado, 15 de noviembre de 2025

Velero de sueños

¡Ay!, si ya no estuvieras,
si no te viera más,
si tocara ahora mismo con mis dedos
el evidente hueco de tu ausencia
y sintiera la sed de tu distancia,
se me llenaría el alma,
como un huerto,
de naranjas amargas y tardías.
Pero, ¿cómo sería ese sabor?
A fuerza de añorarlo ansiosamente,
me embarco en el velero de mis sueños
huyendo de tu olor y tu contacto.
¡Ay!, si ya no estuvieras,
con qué hondura y qué fuerza
de marea salobre te querría.

Carmen Martín Gaite: A rachas (1976)

Versións:

Carmen Martín Gaite: Velero de sueños; Poemas; 2000; Pista 14

viernes, 14 de noviembre de 2025

Sabés qué miedo

Sabés qué miedo
cuando cae la sombra
sobre la casa
(entendé, sobre el lecho,)
y empiezo a dibujar
—dolor en mano—
todas las formas
que el amor tenía
entendeme y pensá
cuántas secretas
impensadas maneras
costumbres de asesino
tiene la pena ésta.

Nancy Bacelo: Pruebas con tango. Las pruebas de la suerte (1969)

Versións:

Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte*; Cantares y otros poemas; 1978; Cara B, Corte 1



*[O recitativo deste poema, na voz de Nancy Bacelo, está precedido polo recitativo dos poemas Las pruebas de la suerte, Despegados los ojos e Ahora que suena, da obra de Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte (1969), e seguido polo recitativo do poema Cuando jurada y hecha la misma, da obra de Nancy Bacelo: Las pruebas de la suerte (1969).]

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Vea yo los ojos bellos

ERASTRO

Vea yo los ojos bellos
Deste sol que estoy mirando,
Y si se van apartando,
Vayase el alma tras ellos.
Sin ellos no hay claridad,
Ni mi alma no la espere,
Que ausente dellos no quiere
Luz, salud, ni libertad.

Mire quien puede estos ojos,
Que no es posible alaballos,
Mas ha de dar por mirallos
De la vida los despojos.
Yo los veo, y yo los ví,
Y cada vez que los veo
Les doy un nuevo deseo
Tras el alma que les dí.

Ya no tengo mas que dar,
Ni imagino mas que dé,
Si por premio de mi fé
No se admite el desear.
Cierta está mi perdición,
Si estos ojos do el bien sobra
Los pusieron en la obra,
Y no en la sana intención.

Aunque durase este día
Mil siglos como deseo,
A mí, que tanto bien veo,
Un punto me parecía.
No hace el tiempo ligero
Curso en alterar mi edad,
Mientras miro la beldad
De la vida por quien muero.

En esta vista reposa
Mi alma, y halla sosiego,
Y vive en el vivo fuego
De su luz pura, y hermosa.
Y hace amor tan alta prueba
Con ella, que en esta llama
A dulce vida la llama,
Y qual fénix la renueva.

Salgo con mi pensamiento
Buscando mi dulce gloria,
Y al fin hallo en mi memoria
Encerrado mi contento.
Allí está, y allí se encierra,
No en mandos, no en poderíos,
No en pompas, no en señoríos,
Ni en riquezas de la tierra.

Miguel de Cervantes: La Galatea (1585)

Versións:

Ángel Corpa: Vea yo los ojos bellos; Amor tiene por nombre; 2005; Pista 6

lunes, 10 de noviembre de 2025

Rostros

Así también los rostros
máscaras rutinarias se transforman
en la cara real, tan y tan viva
que quema las palabras.

Sólo, de a ratos, claro.
Como cuando aparece
un fuego silencioso
devorando las débiles
conversaciones blandas.

Brilla sólo un silencio.
Por él cruzan los ojos
de los rostros reales,
de reales miradas.

Circe Maia: El puente (1970)

Versións:

Circe Maia: Los rostros; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado B, Corte 2

sábado, 8 de noviembre de 2025

Vas e vés

Vas e vés,
non paras queda.
Hoxe un soño rebule,
rente dil durmes, velas,
e calas a carón seu,
logo múrchase o soño, pasa,
e volves a chamar por outra estrela.
Vas e vés, bules, camiñas
decote coas ovellas
dos teus montes de amor
e pasas, volves atrás delas
de nube en nube, meniña rebuldeira.
Trapeliña, corazón trapelo.
Eu ando na túa erba,
voume deitar a desfollar
as margaridas do teu soño, nena.

Acouga, rapaciña, á carón meu,
acouga xa, mimosa, achega
os soños teus contra os meus soños
ó pé diste valado dos amores,
rapaciña trapela.

Antón Tovar: Non (1967)

Versións:

Anxo Rei: Vas e vés; A rabela da pluma; 2006; Pista 7

jueves, 6 de noviembre de 2025

Rostro de vos

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.

Mario Benedetti: Poemas de otros (1973-1974) (1974)

Versións:

Mario Benedetti: Rostro de vos; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 9




Mario Benedetti: Rostro de vos; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 40

(Recitativo semellante ao do disco El amor, las mujeres y la vida, do ano 1995.)

lunes, 3 de noviembre de 2025

Vamos juntos

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

      compañero te desvela
      la misma suerte que a mí
      prometiste y prometí
      encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

      la muerte mata y escucha
      la vida viene después
      la unidad que sirve es
      la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

      la historia tañe sonora
      su lección como campana
      para gozar el mañana
      hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

      ya no somos inocentes
      ni en la mala ni en la buena
      cada cual en su faena
      porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

      algunos cantan victoria
      porque el pueblo paga vidas
      pero esas muertes queridas
      van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

Mario Benedetti: Versos para cantar; Letras de Emergencia (1969-1973) (1973)

Versións:

Nacha Guevara: Vamos juntos; Nacha Guevara canta a Benedetti; 1976; Cara B, Corte 4




Luis Pastor: Vamos juntos; Vallecas; 1976; Cara B, Corte 5




Nacha Guevara: Vamos juntos; En vivo, con Benedetti y Favero; 1979; LP 1, Cara B, Corte 4




Opus Cuatro: Vamos juntos; Un nuevo tiempo; 1987; Lado A, Corte 2




Nacha Guevara: Vamos juntos; En vivo, con Benedetti y Favero; 1996; Pista 13

(Reedición da versión do disco En vivo, con Benedetti y Favero, do ano 1979.)


Luis Pastor: Vamos juntos; Piedra de sol; 2000; Pista 9




Mario Benedetti: Vamos juntos; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 28




Luis Pastor: Vamos juntos; Cantautores para la libertad (VVAA); 2004; CD1; Pista 14

(Remasterización da versión do disco Vallecas, do ano 1976.)