Surcando el mar, pidiendo a las inquietas
olas del Golfo espacio y albedrío,
al par llegamos, tú con tus poetas,
yo con el mal del alma en el vacío.
Los dos trajimos a esta tierra bella
un sueño y un amor, algo de canto
en la voz juvenil, y algo de estrella
de gloria para ti, y en mí de espanto.
Cantor y actor son formas encarnadas
de tan íntimo ser, que el uno brilla
con el fuego del otro; así enlazadas
mis palmas vi con tu feraz Castilla.
Joven tú, joven yo, los dos lejanos
de una tierra infeliz, presto supimos
cuan pronto enlaza el corazón hermanos
clorando al par la tierra que perdimos.
Tú esperas: yo no espero. Tú confías
en porvenir mejor; yo miro al cielo;
han de venir los venturosos días
de espacio claro y de incansable vuelo.
Hombre en la tierra, mi deber concibo:
nadie hará más: luchando como bueno,
yo arrastro el muerto, semejando un vivo,
y espero el fin, indómito y sereno.
Tú no: tú marchas. Andar es la victoria,
andar dejando por la tierra huellas.
aún tiene auroras la soberbia Gloria;
el manto de la Fama aún tiene estrellas.
Sube sin miedo, y si su rostro airado
el cielo a tu soberbia da en castigo;
ven sin temor, tu marcha no ha cesado:
caerás en brazos de tu amante amigo.
México, 18 de marzo de 1876
José Martí: Versos varios. Obras completas, vol. 17: Poesías II*(2001)
Versións:
Amaury Pérez: A Enrique Guasp de Peris; Poemas de José Martí cantados por Amaury Pérez; 1978; Pista 2
*[Publicado orixinalmente en El Eco de Ambos Mundos, México, 26 de Marzo de 1876]
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