Lo mismo que un gusano que hilara su capullo,
hila en la rueda tuya tu sentir interior;
he pensado que el hombre debe crear lo suyo,
como la mariposa sus alas de color.
Teje serenamente, sin soberbia ni orgullo,
tus ansias y tu vida, tu verso y tu dolor.
Será mejor la seda que hizo el trabajo tuyo,
porque en ella pusiste tu paciencia y tu amor.
Yo, como tú, en mi rueca hilo la vida mía,
y cada nueva hebra me trae la alegría
de saber que entretejo mi amor y mi sentir.
Después, cuando mi muerte se pare ante mi senda,
con mis sedas más blancas levantaré una tienda y,
a su sombra, desnudo, me tenderé a dormir.
Manuel Rojas: Tonada del transeúnte* (1927)
Versións:
Eduardo Peralta: Gusano; XXI poetas chilenos; 2009; Pista 11
*[Publicada orixinalmente na revista Los Diez, Santiago de Chile, 1917.]
No hay comentarios :
Publicar un comentario