*
La plaza, por ser la plaza,
tiene una mitad de oro
y la otra mitad de plata.
Se enciende el sol por un lado,
y por el otro se apaga;
por un lado es abanico,
por otro, media naranja.
Los dos juntos redondean
el círculo de la plaza,
en un suelo y en un cielo
que son desiertos del alma.
*
Esa música, ese canto,
ese melodioso eco,
que escuchamos con los ojos
y con los oídos vemos.
Esa soledad, sonora
de musicales silencios.
Ese inaudito, invisible,
saber que es sabor del tiempo.
Esa ilusión del sentido
—saber y sabor toreros—
es en Romero y en Páula
quintaesencia del toreo.
José Bergamín: La claridad del toreo (1985)
Versións:
Enrique Morente: Tangos de la plaza; Negra, si tú supieras; 1992; Pista 5
Manuel Lombo: Tangos de la plaza; Siete pormenores; 2008; Pista 10
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