Otoño agita sus quebrados brazos
y llama a mi cristal.
¡Oh acobardados pájaros,
oh inédita pintura
de nubes ateridas,
apretadas y cárdenas!,
ya no me sois bastante.
Acecho en la ventana
y todos los rumores
me parecen aquel
de los pasos que espero.
Pero sólo es el viento
barriendo hojas de trapo
con sus manos de trapo.
El banco del jardín está vacío
y las torres se afilan y oscurecen
contra ese cielo de color cinabrio.
Cada vez mis membrillos
se ponen más enfermos.
¡Ay, amor!,
¿por qué tardas en venir?
Carmen Martín Gaite: A rachas (1976)
Versións:
Carmen Martín Gaite: Otro otoño; Poemas; 2000; Pista 8
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