La niña criolla pasa con su miriñaque blanco. ¡Qué blanco!
Hola, crespón de tu espuma, ¡marineros, contempladla!
Va mojadita de lunas que le hacen su piel mulata.
Niña, no te quejes, tan solo por esta tarde.
Quisiera mandar al agua
que no se escape de pronto de la cárcel de tu falda.
Tu cuerpo encierra esta tarde rumor de abrirse de dalia
Niña no te quejes, tu cuerpo de fruta está dormido en fresco brocado.
Tu cintura vibra fina con la nobleza de un látigo.
Toda tu piel huele alegre a limonal y a naranjo.
Los marineros te miran y se te quedan mirando.
La niña criolla pasa con su miriñaque blanco, ¡qué blanco!
Néstor Luján: El alba me traía una hoguera (1943)
Versións:
Teresa Berganza e Félix Lavilla: Punto de habanera; Canciones españolas; 1992; CD2, Pista 25
Patrice Jegou e Cristina Pato: Punto de habanera; From Russia to Brazil: Spanish and Latin American songs for voice and piano; 2006; Pista 8
*[Este poema foi musicalizado por Xavier Montsalvatge na obra para voz e piano Cinco canciones negras, no ano 1945.]
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