Que el niño mío
así se me queda.
No mamó mi leche
para que creciera.
Un niño no es el roble,
y no es la ceiba.
Los álamos, los pastos,
los otros, crezcan:
en malvavisco
mi niño se queda.
Ya no le falta nada:
risa, maña, cejas,
aire y donaire.
Sobra que crezca.
Si crece, lo ven todos
y le hacen señas.
O me lo envalentonan
mujeres necias
o tantos mocetones
que a casa llegan:
¡que mi niño no mire
monstruos de leguas!
Los cinco veranos
que tiene tenga.
Así como está
baila y galanea.
En talla de una vara
caben sus fiestas,
todas sus Pascuas
Y Noches-Buenas.
Mujeres locas
no griten y sepan:
nacen y no crecen
el Sol y las piedras,
nunca maduran
y quedan eternas.
En la majada
cabritos y ovejas,
maduran y se mueren:
¡malhaya ellas!
¡Dios mío, páralo!
¡Que ya no crezca!
Páralo y sálvalo:
¡mi hijo no se me muera!
Gabriela Mistral: Ternura (1924)
Versións:
Ángel Parra e Javiera Parra: Que no crezca; Amado, apresura el paso; 1995; Pista 10
lunes, 25 de marzo de 2019
Que no crezca
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