Qué dolor de la verde grama,
qué dolor,
si no la seca el amor.
El claro amor me llama,
pasados los caminos,
bajo los altos pinos,
sobre la verde grama.
Hasta el zarzal se acama
cuando me ve contigo,
el cardo se hace amigo,
la ortiga se amadama.
Qué dolor de la verde grama,
qué dolor,
si no la seca el amor.
La noche se derrama
caliente por tu pecho;
sediento y al acecho,
su oscuro ciervo brama.
El agua te reclama,
mi corazón te ciñe:
un dejo de azul tiñe
el monte y lo embalsama.
Qué dolor de la verde grama,
qué dolor,
si no la seca el amor.
Antes de que esta llama
el otoño destrence,
llega el amor y vence
al lado de quien ama.
Tú, la cuajada rama;
mi corazón, la piña:
racimo de tu viña,
olor de tu retama.
Qué dolor de la verde grama.
qué dolor,
si no la seca el amor.
Antonio Gala: Baladas y canciones. Poemas de amor (1997)
Versións:
Clara Montes: Qué dolor de la verde grama; Canta a Antonio Gala; 1998; Pista 6
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