La flauta gemía
su melancolía.
La flauta decía
no hay pena tan grande cual la pena mía.
La flauta gemía
su melancolía.
La flauta decía:
si lloro, mi llanto parece el estruendo de loca alegría…
La flauta gemía
su melancolía.
La flauta decía:
si canto, mi canto parece suspiro de cruel agonía…
La flauta gemía
su melancolía.
La flauta decía:
no hay pena tan grande cual la pena mía.
Yo soy cual la flauta que ritma con ritmo sonoro
su fino y sonoro quebranto:
si canto, parece que lloro;
si lloro, parece que canto…
Nicolás Guillén: Cerebro y corazón (1922) (1965)*
Versións:
Pablo Milanés: Solo de flauta; Canta a Nicolás Guillén; 1975; Lado A, Corte 2
Ana María García e Hugo Cuevas-Mohr: Parece que canto; Poesía necesaria; 2005; Pista 12
*[O poemario aparece recollido, por vez primeira, en Ángel Augier: Nicolás Guillén, notas para un estudio biográfico crítico; 2ªedic., 1965.]
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