Si usted no conoce el sur
si piensa que es el desierto,
ni sabe cómo es La Pampa
ni conoce su secreto:
¡La Pampa es un viejo mar
donde navega el silencio!
Usted que pasa y se va,
puede bajarse sin miedo,
podrá escuchar como suenan
las trutrucas del Pampero:
¡Si usted no ha estado por aquí
no sabe lo que es el viento!
Tierra para estar de pie
con las vigilias del tiempo.
A veces, entre los cardos,
se va desangrando el suelo.
¡Y un llanto de sangre y sal
le llora su río muerto!
Busque en el pobre hachador
su caracú jornalero:
la médula de un caldén
hallará si escarba el hueso.
¡Con sus raigones de fe
son plantas mirando el cielo!
Deje que llueva nomás,
sobre este cultrún reseco;
ya verá como florecen
los surcos del chacarero:
¡Con sus muchachas en flor
el trigo se da en un beso!
Venga conmigo y seré
para siempre su aparcero;
verá un manantial de luz
en el corazón del médano.
¡La Pampa es de áspera piel,
pero jugosa por dentro!
Usted no conoce el sur
si piensa que es el desierto;
mire bien ese horizonte:
¿no ve mil barcos veleros?
¡La Pampa es un viejo mar
donde navega el silencio!
Juan Ricardo Nervi: Canto a La Pampa (1947)
Versións:
Alberto Cortez: La Pampa es un viejo mar; Entre líneas; 1985; Pista 5
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