Mains en songes, mains sur mon âme
Sagesse
Te avergüenzas de ellas
y ellas mismas no saben esconderse,
como esa muchacha que en el baile
procura no ser vista y evitar
con ello, y evitarse, un desengaño.
Prímulas y petunias, primaveras,
verbenas y jazmines,
y sobre todo rosas, toda clase
de rosas, amarillas, rojas, blancas,
rosas rosas, de seda y de cendales,
perfumadas y graves, se cobraron
en ellas su tributo: ya no son
manos de señorita. Y cuando ya nos dejes
y vayas a reunirte con las raíces,
te reconocerán en esa poca
tierra que te quedaba entre las uñas
y que en tanta paciencia se lavaban,
volviéndote más tímida y misántropa.
Qué fiesta van a hacerte, coronando
tu frente con guirnaldas,
ciñendo tu cintura con las mejores flores
y en los labios besándote con menta.
Como estaré a tu lado,
diles cuánto te amaba
y que me dejen ver el jardín de la sombra
como miraba en vida el otro,
que estropeó tus manos.
Andrés Trapiello: Un sueño en otro (2004)
Versións:
Andrés Trapiello: Manos de jardinera; La palabra y el tiempo; 2010; Pista 15
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