Los pianos golpean con sus colas
enjambres de violines y de violas.
Es el vals de las solas
y solteras,
el vals de las muchachas casaderas,
que arrebata por rachas
su corazón raído de muchachas.
Adonde llevará esa leve brisa,
a que jardín con luna esa sumisa
corriente
que gira de repente
desatando en sus vueltas
doradas cabelleras, ahora sueltas,
borrosas, imprecisas
en el río de música y metralla
que es un vals cuando estalla
sus trompetas.
Todavía inquietas,
vuelan las flautas hacia el cordelaje
de las arpas ancladas en la orilla
donde los violonchelos se han dormido.
Los oboes apagan el paisaje.
Las muchachas se apean en sus sillas,
se arreglan el vestido
con manos presurosas y sencillas,
y van a los lavabos, como después de un viaje.
Ángel González: Intermedio de canciones, sonetos y otras músicas. Tratado de urbanismo (1967)
Versións:
Pedro Guerra: Vals de atardecer; La palabra en el aire; 2003; Pista 22
miércoles, 17 de septiembre de 2025
lunes, 15 de septiembre de 2025
Quisiera desdormirme y desandarme
A José María Gómez Sanjurjo
noble poeta y noble amigo
Quisiera desdormirme y desandarme
Quisiera desfirmarme y desdecirme
Quisiera devolverme y desllorarme
Quisiera a veces desarrepentirme
Por largas avenidas des-soñarme
Los sueños que olvidé desolvidarme
Sombra volver el cuerpo Desamarme
Presentirme Saber dónde buscarme
Mi propio llanto y ser y así sorberme
Y ser el metro con el cual medirme
el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme
Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla
Josefina Plá: Follaje del tiempo (1965-1979) (1982)
Versións:
Hilda Lizarazu e Vero Bellini: Quisiera; La canción de las poetas; 2023; Pista 3
noble poeta y noble amigo
Quisiera desdormirme y desandarme
Quisiera desfirmarme y desdecirme
Quisiera devolverme y desllorarme
Quisiera a veces desarrepentirme
Por largas avenidas des-soñarme
Los sueños que olvidé desolvidarme
Sombra volver el cuerpo Desamarme
Presentirme Saber dónde buscarme
Mi propio llanto y ser y así sorberme
Y ser el metro con el cual medirme
el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme
Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla
Josefina Plá: Follaje del tiempo (1965-1979) (1982)
Versións:
Hilda Lizarazu e Vero Bellini: Quisiera; La canción de las poetas; 2023; Pista 3
viernes, 12 de septiembre de 2025
Valle del alba
Al alba, a la adormidera pura de los geómetras del sueño, los
carboneros y los que transportan tinajas bajaban a las
calles desde las aldeas del bosque, repartían sustancias
como el calor y la leche, y yo los escuchaba, yo los
escuchaba pasar hasta perderse hasta olvidarse, más allá
de mí mismo, más allá del humo de los trenes y las
montañas nevadas.
Aves del amanecer, potros del alba. Gente de la ciudad a cuyas
puertas, tirsos y vapor de caravanas, tañe su juventud la
primavera. Los que amansan caballos, hombres cuyo
oficio es la madrugada, pescadores de batracios en las
charcas umbrías de la aurora y los que curten blancas
pieles de cabra bajo la jauría de las estrellas.
Multitud de los valles sembrados de cilantro, multitud azul
de la tristeza, muchachas de las cabañas que recolectáis
especias, manos enternecidas por la siringa y los pájaros.
Vosotros cuyo silencio no conoce la duración del olvido,
timbradores de címbalos, carpinteros de cancelas para
los animales en celo, lejanas mujeres de los casares que
alimentáis ocas las tardes de lluvia
Esta es la hora de los ancianos alrededor de una fuente, losa
de la cavilación y la antigüedad del anochecer. Ciudad de
los que juegan a las tabas bajo los árboles, consentidos
aduladores del meteoro y la botánica, musicantes
silvestres.
Mi corazón os ha oído, mi corazón largamente ha escuchado
el silbo de los astros y al urogallo del bosque. Voces de
la diversidad y la astucia junto a la lonja reverdecida
por la albahaca de mayo. Voz de los gramáticos y voz
de las viudas ante las jaulas de mimbre, exclamación
del silencio en los atrios de la serenidad y exclamación de
las bestias bajo los puentes ante las herramientas de filo.
Día afligido por un pensamiento cuya sombra no existe. Día
nombrado por la prudencia de quien descifra el telégrafo,
de quien blanquea un asilo o azoga la soledad de la
muerte en la humedad de una fonda.
Concurrencia agreste que acude a mi alma, gente de la colina,
gente de las afueras que comerciáis en la plaza, el que
machaca romero sobre una piedra de sílice y el que
enjambra colmenas entre las matas de urces. País de los
trenzadores de banastas, país de los melodistas de
armónicas y vendedores de cebos en la extensión de la
niebla.
Extranjeros guiados por el aliento de la muerte, constructores
de estatuas y maestros de esquila bajo la curva de los soportales.
Muchachos de aldea, muchachos cuya memoria es veloz
como el rayo y se desvanece y no alumbra. Jóvenes de una
orilla del río, cuerpos de la alameda con una hoz y una
azada bajo el aullido de las estrellas. Ebrios adolescentes
en el fervor del agua, los solitarios bajo la sombra de
los viejos puentes de madera y los que al atardecer
contempláis con delicia el jaspe mojado de la melancolía
y los sueños.
Hablad de este día, decid de qué perlada víspera de nieve
llegáis a mi boca, día de las mujeres fértiles junto a las
viñas, día de los dóciles, de los que tallan báculos y de
los tintoreros de género.
Gente del río, escamadores de peces, los que engarzan la pluma
vívida de los anzuelos y los que sois transparentes como
una boya de vidrio en la adivinación de los vientos, gente
del estero y los vados, aguadores del amanecer que
entonáis en el prado la romanza furtiva de los que saetean
alondras.
Tierra que cantas debajo de la tierra. Tierra elegida por los
bebedores de vino que trazaron la línea del horizonte
y los mapas. Los que encendieron hogueras, el pastor
de relámpagos y los acopiadores de bayas, tribu del
anochecer, resplandor de los dioses sobre las colinas
de hierba. Tierras del alba, frontera de los pulsadores de
cítara, pueblo cuya soledad es dulce en el sonido de mi
corazón.
País de la semilla, país de la ribera donde balan las corzas.
Habitantes del valle, gentes del oeste atravesando la
niebla. Este es el lugar donde la vida, este es el lugar
donde la muerte, ferreteros y sastres, bailinistas cuya
felicidad es útil en la celebración, el que construye un
palomar y quien se inclina ante el fuego.
Virtud de las básculas en los establecimientos del jueves,
virtud de las artesas con sal, aroma de las droguerías.
Gente que transcurre en la plaza, el señalado del alba, el
campanero, los que hornean hogazas y el linotipista de
esquelas.
Humo y silencio de los dialectos del monte. Esa mujer que
está sola. El estambre de lana y la parra del pozo. El
pensamiento de esa mujer que fue joven y soñó con
el mar y ha envejecido. La habitación de sombra, la oscura
que está ahí como leña cortada, como el agua profunda
mientras sufren las norias, mientras cruzan los pájaros
hacia las ínsulas ardientes del otoño, los pájaros morados
del olvido, las aves del ciprés, los mirlos muertos, los
pájaros egipcios de la noche, los pájaros sagrados del
incesto.
Hace ya mucho tiempo que han ardido los bosques, hace ya
mucho tiempo que en los establos de heno la soledad
aventa los vilanos del cardo.
Valle sin misericordia, lo palidecido en las hojas de los robledales
eternos y las voces heladas del druida.
Juan Carlos Mestre: Antífona del otoño en el Valle del Bierzo (1986)
Versións:
Juan Carlos Mestre: Al alba; Antífona del otoño en el Valle del Bierzo; 2004; Pista 5
carboneros y los que transportan tinajas bajaban a las
calles desde las aldeas del bosque, repartían sustancias
como el calor y la leche, y yo los escuchaba, yo los
escuchaba pasar hasta perderse hasta olvidarse, más allá
de mí mismo, más allá del humo de los trenes y las
montañas nevadas.
Aves del amanecer, potros del alba. Gente de la ciudad a cuyas
puertas, tirsos y vapor de caravanas, tañe su juventud la
primavera. Los que amansan caballos, hombres cuyo
oficio es la madrugada, pescadores de batracios en las
charcas umbrías de la aurora y los que curten blancas
pieles de cabra bajo la jauría de las estrellas.
Multitud de los valles sembrados de cilantro, multitud azul
de la tristeza, muchachas de las cabañas que recolectáis
especias, manos enternecidas por la siringa y los pájaros.
Vosotros cuyo silencio no conoce la duración del olvido,
timbradores de címbalos, carpinteros de cancelas para
los animales en celo, lejanas mujeres de los casares que
alimentáis ocas las tardes de lluvia
Esta es la hora de los ancianos alrededor de una fuente, losa
de la cavilación y la antigüedad del anochecer. Ciudad de
los que juegan a las tabas bajo los árboles, consentidos
aduladores del meteoro y la botánica, musicantes
silvestres.
Mi corazón os ha oído, mi corazón largamente ha escuchado
el silbo de los astros y al urogallo del bosque. Voces de
la diversidad y la astucia junto a la lonja reverdecida
por la albahaca de mayo. Voz de los gramáticos y voz
de las viudas ante las jaulas de mimbre, exclamación
del silencio en los atrios de la serenidad y exclamación de
las bestias bajo los puentes ante las herramientas de filo.
Día afligido por un pensamiento cuya sombra no existe. Día
nombrado por la prudencia de quien descifra el telégrafo,
de quien blanquea un asilo o azoga la soledad de la
muerte en la humedad de una fonda.
Concurrencia agreste que acude a mi alma, gente de la colina,
gente de las afueras que comerciáis en la plaza, el que
machaca romero sobre una piedra de sílice y el que
enjambra colmenas entre las matas de urces. País de los
trenzadores de banastas, país de los melodistas de
armónicas y vendedores de cebos en la extensión de la
niebla.
Extranjeros guiados por el aliento de la muerte, constructores
de estatuas y maestros de esquila bajo la curva de los soportales.
Muchachos de aldea, muchachos cuya memoria es veloz
como el rayo y se desvanece y no alumbra. Jóvenes de una
orilla del río, cuerpos de la alameda con una hoz y una
azada bajo el aullido de las estrellas. Ebrios adolescentes
en el fervor del agua, los solitarios bajo la sombra de
los viejos puentes de madera y los que al atardecer
contempláis con delicia el jaspe mojado de la melancolía
y los sueños.
Hablad de este día, decid de qué perlada víspera de nieve
llegáis a mi boca, día de las mujeres fértiles junto a las
viñas, día de los dóciles, de los que tallan báculos y de
los tintoreros de género.
Gente del río, escamadores de peces, los que engarzan la pluma
vívida de los anzuelos y los que sois transparentes como
una boya de vidrio en la adivinación de los vientos, gente
del estero y los vados, aguadores del amanecer que
entonáis en el prado la romanza furtiva de los que saetean
alondras.
Tierra que cantas debajo de la tierra. Tierra elegida por los
bebedores de vino que trazaron la línea del horizonte
y los mapas. Los que encendieron hogueras, el pastor
de relámpagos y los acopiadores de bayas, tribu del
anochecer, resplandor de los dioses sobre las colinas
de hierba. Tierras del alba, frontera de los pulsadores de
cítara, pueblo cuya soledad es dulce en el sonido de mi
corazón.
País de la semilla, país de la ribera donde balan las corzas.
Habitantes del valle, gentes del oeste atravesando la
niebla. Este es el lugar donde la vida, este es el lugar
donde la muerte, ferreteros y sastres, bailinistas cuya
felicidad es útil en la celebración, el que construye un
palomar y quien se inclina ante el fuego.
Virtud de las básculas en los establecimientos del jueves,
virtud de las artesas con sal, aroma de las droguerías.
Gente que transcurre en la plaza, el señalado del alba, el
campanero, los que hornean hogazas y el linotipista de
esquelas.
Humo y silencio de los dialectos del monte. Esa mujer que
está sola. El estambre de lana y la parra del pozo. El
pensamiento de esa mujer que fue joven y soñó con
el mar y ha envejecido. La habitación de sombra, la oscura
que está ahí como leña cortada, como el agua profunda
mientras sufren las norias, mientras cruzan los pájaros
hacia las ínsulas ardientes del otoño, los pájaros morados
del olvido, las aves del ciprés, los mirlos muertos, los
pájaros egipcios de la noche, los pájaros sagrados del
incesto.
Hace ya mucho tiempo que han ardido los bosques, hace ya
mucho tiempo que en los establos de heno la soledad
aventa los vilanos del cardo.
Valle sin misericordia, lo palidecido en las hojas de los robledales
eternos y las voces heladas del druida.
Juan Carlos Mestre: Antífona del otoño en el Valle del Bierzo (1986)
Versións:
Juan Carlos Mestre: Al alba; Antífona del otoño en el Valle del Bierzo; 2004; Pista 5
jueves, 11 de septiembre de 2025
Progreso
Hubo un tiempo de amor contemplativo
En que el saber, muy poco positivo,
Confundiendo la tierra con los cielos,
Ensalzaba las vírgenes modelos.
Y en que inspirándoles horror profundo
La realidad prosaica de este mundo,
Las muchachas de quince primaveras
Se arrobaban en místicas quimeras.
Pero desde que el hombre sabio y fuerte,
Compadecido de su incierta suerte,
Discute con profundos pareceres
La educación moral de las mujeres;
Desde que ha definido su destino,
No señalándole más que un camino,
Y ni virtud ni utilidad concilia
Sin la maternidad en la familia;
Ya saben ellas desde muy temprano
Que amar un ideal es sueño vano,
Que su único negocio es buscar novio
Y quedar solterona el peor oprobio.
Ninguna ha de quedar chasqueada hoy día
Por elegir —como antes sucedía—
Que hoy ocupa el lugar de la inocencia
La prematura luz de la experiencia.
Hoy del amor, preciso es no hacer caso,
Porque el amor es pobre y pide plazo,
Y por salir cuanto antes del apuro
Se acepta lo más próximo y seguro
De modo que todo hombre hoy al casarse
Podrá con la certeza consolarse
De que —a no serlo suya— siempre fuera
Su adorada mitad de otro cualquiera.
Adela Zamudio: Peregrinando (1943)
Versións:
Teresa Parodi e Vero Bellini: Progreso; La canción de las poetas; 2023; Pista 11
En que el saber, muy poco positivo,
Confundiendo la tierra con los cielos,
Ensalzaba las vírgenes modelos.
Y en que inspirándoles horror profundo
La realidad prosaica de este mundo,
Las muchachas de quince primaveras
Se arrobaban en místicas quimeras.
Pero desde que el hombre sabio y fuerte,
Compadecido de su incierta suerte,
Discute con profundos pareceres
La educación moral de las mujeres;
Desde que ha definido su destino,
No señalándole más que un camino,
Y ni virtud ni utilidad concilia
Sin la maternidad en la familia;
Ya saben ellas desde muy temprano
Que amar un ideal es sueño vano,
Que su único negocio es buscar novio
Y quedar solterona el peor oprobio.
Ninguna ha de quedar chasqueada hoy día
Por elegir —como antes sucedía—
Que hoy ocupa el lugar de la inocencia
La prematura luz de la experiencia.
Hoy del amor, preciso es no hacer caso,
Porque el amor es pobre y pide plazo,
Y por salir cuanto antes del apuro
Se acepta lo más próximo y seguro
De modo que todo hombre hoy al casarse
Podrá con la certeza consolarse
De que —a no serlo suya— siempre fuera
Su adorada mitad de otro cualquiera.
Adela Zamudio: Peregrinando (1943)
Versións:
Teresa Parodi e Vero Bellini: Progreso; La canción de las poetas; 2023; Pista 11
miércoles, 10 de septiembre de 2025
Valdivia (1544)
XXI
Pero volvieron.
(Pedro se llamaba.)
Valdivia, el capitán intruso,
cortó mi tierra con la espada
entre ladrones: «Esto es tuyo,
esto es tuyo, Valdés, Montero,
esto es tuyo, Inés, este sitio
es el cabildo».
Dividieron mi patria
como si fuera un asno muerto.
«Llévate
este trozo de luna y arboleda,
devórate este río con crepúsculo»,
mientras la gran cordillera
elevaba bronce y blancura.
Asomó Arauco. Adobes, torres,
calles, el silencioso
dueño de casa levantó sonriendo.
Trabajó con las manos empapadas
por su agua y su barro, trajo
la greda y vertió el agua andina:
pero no pudo ser esclavo.
Entonces Valdivia, el verdugo,
atacó a fuego y a muerte.
Así empezó la sangre,
la sangre de tres siglos, la sangre océano,
la sangre atmósfera que cubrió mi tierra
y el tiempo inmenso, como ninguna guerra.
Salió el buitre iracundo
de la armadura enlutada
y mordió al promauca, rompió
el pacto escrito en el silencio
de Huelén, en el aire andino.
Arauco comenzó a hervir su plato
de sangre y piedras.
Siete príncipes
vinieron a parlamentar.
Fueron encerrados.
Frente a los ojos de la Araucanía,
cortaron las cabezas cacicales.
Se daban ánimo los verdugos. Toda
empapada de vísceras, aullando,
Inés de Suárez, la soldadera,
sujetaba los cuellos imperiales
con sus rodillas de infernal harpía.
Y las tiró sobre la empalizada,
bañándose de sangre noble,
cubriéndose de barro escarlata.
Así creyeron dominar Arauco.
Pero aquí la unidad sombría
de árbol y piedra, lanza y rostro,
transmitió el crimen en el viento.
Lo supo el árbol fronterizo,
el pescador, el rey, el mago,
lo supo el labrador antártico,
lo supieron las aguas madres
del Bío Bío.
Así nació la guerra patria.
Valdivia entró la lanza goteante
en las entrañas pedregosas
de Arauco, hundió la mano
en el latido, apretó los dedos
sobre el corazón araucano,
derramó las venas silvestres
de los labriegos,
exterminó
el amanecer pastoril,
mandó martirio
al reino del bosque, incendió
la casa del dueño del bosque,
cortó las manos del cacique,
devolvió a los prisioneros
con narices y orejas cortadas,
empaló al Toqui, asesinó
a la muchacha guerrillera
y con su guante ensangrentado
marcó las piedras de la patria,
dejándola llena de muertos,
y soledad y cicatrices
Pablo Neruda: III. Los Conquistadores. Canto General (1950)
Versións:
Aparcoa e Mario Lorca: Resistencia de Arauco: melodía araucana*; Canto General; 1971; LP1, Lado 2, Corte 6
*[O recitativo deste fragmento do poema, na voz de Mario Lorca, remata co primeiro verso do poema Avanzando en las tierras de Chile, da obra de Pablo Neruda: Los Libertadores. Canto General, do ano 1950; na voz do mesmo intérprete.]
Pero volvieron.
(Pedro se llamaba.)
Valdivia, el capitán intruso,
cortó mi tierra con la espada
entre ladrones: «Esto es tuyo,
esto es tuyo, Valdés, Montero,
esto es tuyo, Inés, este sitio
es el cabildo».
Dividieron mi patria
como si fuera un asno muerto.
«Llévate
este trozo de luna y arboleda,
devórate este río con crepúsculo»,
mientras la gran cordillera
elevaba bronce y blancura.
Asomó Arauco. Adobes, torres,
calles, el silencioso
dueño de casa levantó sonriendo.
Trabajó con las manos empapadas
por su agua y su barro, trajo
la greda y vertió el agua andina:
pero no pudo ser esclavo.
Entonces Valdivia, el verdugo,
atacó a fuego y a muerte.
Así empezó la sangre,
la sangre de tres siglos, la sangre océano,
la sangre atmósfera que cubrió mi tierra
y el tiempo inmenso, como ninguna guerra.
Salió el buitre iracundo
de la armadura enlutada
y mordió al promauca, rompió
el pacto escrito en el silencio
de Huelén, en el aire andino.
Arauco comenzó a hervir su plato
de sangre y piedras.
Siete príncipes
vinieron a parlamentar.
Fueron encerrados.
Frente a los ojos de la Araucanía,
cortaron las cabezas cacicales.
Se daban ánimo los verdugos. Toda
empapada de vísceras, aullando,
Inés de Suárez, la soldadera,
sujetaba los cuellos imperiales
con sus rodillas de infernal harpía.
Y las tiró sobre la empalizada,
bañándose de sangre noble,
cubriéndose de barro escarlata.
Así creyeron dominar Arauco.
Pero aquí la unidad sombría
de árbol y piedra, lanza y rostro,
transmitió el crimen en el viento.
Lo supo el árbol fronterizo,
el pescador, el rey, el mago,
lo supo el labrador antártico,
lo supieron las aguas madres
del Bío Bío.
Así nació la guerra patria.
Valdivia entró la lanza goteante
en las entrañas pedregosas
de Arauco, hundió la mano
en el latido, apretó los dedos
sobre el corazón araucano,
derramó las venas silvestres
de los labriegos,
exterminó
el amanecer pastoril,
mandó martirio
al reino del bosque, incendió
la casa del dueño del bosque,
cortó las manos del cacique,
devolvió a los prisioneros
con narices y orejas cortadas,
empaló al Toqui, asesinó
a la muchacha guerrillera
y con su guante ensangrentado
marcó las piedras de la patria,
dejándola llena de muertos,
y soledad y cicatrices
Pablo Neruda: III. Los Conquistadores. Canto General (1950)
Versións:
Aparcoa e Mario Lorca: Resistencia de Arauco: melodía araucana*; Canto General; 1971; LP1, Lado 2, Corte 6
*[O recitativo deste fragmento do poema, na voz de Mario Lorca, remata co primeiro verso do poema Avanzando en las tierras de Chile, da obra de Pablo Neruda: Los Libertadores. Canto General, do ano 1950; na voz do mesmo intérprete.]
martes, 9 de septiembre de 2025
Posibilidad
¿De qué manera ataco con palabras
cosas tan delicadas?
La mirada de un niño de tres meses
¿puede acaso tocarse
con las palabras «meses», «tres», «mirada»?
Hay que dar un rodeo
dar vueltas y volver sobre sonidos
sobre voces, oídas, leídas,
tal vez muy usadas…
Es posible que un día se abran
y en la hendidura brote
la mirada.
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Posibilidad; Imagen final y otros textos; 2008; Pista 2
cosas tan delicadas?
La mirada de un niño de tres meses
¿puede acaso tocarse
con las palabras «meses», «tres», «mirada»?
Hay que dar un rodeo
dar vueltas y volver sobre sonidos
sobre voces, oídas, leídas,
tal vez muy usadas…
Es posible que un día se abran
y en la hendidura brote
la mirada.
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Posibilidad; Imagen final y otros textos; 2008; Pista 2
sábado, 23 de agosto de 2025
Vaivén
La pececita de larga cola,
viene y va con la ola,
viene y va con la ola.
El venadito de azoramiento,
viene y va con el viento,
viene y va con el viento.
Viene y va con la ola,
contenta y sola.
Viene y va con el viento,
solo y contento.
Mirta Aguirre: Juegos y otros poemas (1974)
Versións:
José Mª Vitier e Pablo Milanés: Vaivén; Si yo volviera a nacer; 1995; Pista 4
viene y va con la ola,
viene y va con la ola.
El venadito de azoramiento,
viene y va con el viento,
viene y va con el viento.
Viene y va con la ola,
contenta y sola.
Viene y va con el viento,
solo y contento.
Mirta Aguirre: Juegos y otros poemas (1974)
Versións:
José Mª Vitier e Pablo Milanés: Vaivén; Si yo volviera a nacer; 1995; Pista 4
martes, 19 de agosto de 2025
Poeta
II
Ni de tu corazón,
ni de tu pensamiento,
ni del horno divino de Vulcano
han salido tus alas.
Entre todos los hombres las labraron
y entre todos los hombres en los huesos
de tus costillas las hincaron.
La mano más humilde
te ha clavado
un ensueño…
una pluma de amor en el costado.
León Felipe: Versos y oraciones de caminante (1930)
Versións:
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México; VV.7; UNAM-17/18; 1960; Cara A, Corte 1
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética; AMB Discográfica; 1967; Cara A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 2
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Voz Viva de México; VV.7; UNAM; 1986; Lado A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Antología personal; Colección Visor de Poesía; Libro-CD; 1996; Pista 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
*[O recitativo deste poema, na voz de León Felipe, está precedido polos poemas Poesía…, Deshaced ese verso e Más bajo, poetas, más bajo, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1920; e por dous versos do poema El sueño, la locura, el borracho…, da obra de León Felipe: Ganarás la luz, do ano 1943.]
Ni de tu corazón,
ni de tu pensamiento,
ni del horno divino de Vulcano
han salido tus alas.
Entre todos los hombres las labraron
y entre todos los hombres en los huesos
de tus costillas las hincaron.
La mano más humilde
te ha clavado
un ensueño…
una pluma de amor en el costado.
León Felipe: Versos y oraciones de caminante (1930)
Versións:
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México; VV.7; UNAM-17/18; 1960; Cara A, Corte 1
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética; AMB Discográfica; 1967; Cara A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 2
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Voz Viva de México; VV.7; UNAM; 1986; Lado A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Antología personal; Colección Visor de Poesía; Libro-CD; 1996; Pista 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México, do ano 1960.)
*[O recitativo deste poema, na voz de León Felipe, está precedido polos poemas Poesía…, Deshaced ese verso e Más bajo, poetas, más bajo, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1920; e por dous versos do poema El sueño, la locura, el borracho…, da obra de León Felipe: Ganarás la luz, do ano 1943.]
domingo, 17 de agosto de 2025
Vai polo monte o camiño
Vai polo monte o camiño
outeando como un louco
polos caborcos do val
i as poxas do taramouco.
Cruza solo a serra toda
sin levar outra compaña
que a gran presencia do ceo
sobre o silencio da braña.
Eu non sein pra onde vai
méntral’o quedo mirando.
Sólo sein que eilí se compre
o soño que estoun soñando…
Uxío Novoneyra: Os eidos (1955)
Versións:
Suso Vaamonde: O camiño do monte; Rapazas, rapaces e rapazadas; 1997; CD1, Pista 4
outeando como un louco
polos caborcos do val
i as poxas do taramouco.
Cruza solo a serra toda
sin levar outra compaña
que a gran presencia do ceo
sobre o silencio da braña.
Eu non sein pra onde vai
méntral’o quedo mirando.
Sólo sein que eilí se compre
o soño que estoun soñando…
Uxío Novoneyra: Os eidos (1955)
Versións:
Suso Vaamonde: O camiño do monte; Rapazas, rapaces e rapazadas; 1997; CD1, Pista 4
viernes, 15 de agosto de 2025
Poesía...
II
Poesía…
tristeza honda y ambición del alma…
¡cuándo te darás a todos… a todos,
al príncipe y al paria,
a todos…
sin ritmo y sin palabras!...
León Felipe: Prologuillos. Versos y oraciones de caminante (1920)
Versións:
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México; VV.7; UNAM-17/18; 1960; Cara A, Corte 1
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética; AMB Discográfica; 1967; Cara A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 2
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Voz Viva de México; VV.7; UNAM; 1986; Lado A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Antología personal; Colección Visor de Poesía; Libro-CD; 1996; Pista 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
*[O recitativo deste poema, na voz de León Felipe, está seguido dos poemas: Deshaced ese verso e Más bajo, poetas, más bajo..., da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1920; de dous versos do poema El sueño, la locura, el borracho…, da obra de León Felipe: Ganarás la luz, do ano 1943; e polo poema Poeta, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1930.]
Poesía…
tristeza honda y ambición del alma…
¡cuándo te darás a todos… a todos,
al príncipe y al paria,
a todos…
sin ritmo y sin palabras!...
León Felipe: Prologuillos. Versos y oraciones de caminante (1920)
Versións:
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética. Voz Viva de México; VV.7; UNAM-17/18; 1960; Cara A, Corte 1
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe por él mismo. Antología poética; AMB Discográfica; 1967; Cara A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 2
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Voz Viva de México; VV.7; UNAM; 1986; Lado A, Corte 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
León Felipe: Preceptiva poética*; Antología personal; Colección Visor de Poesía; Libro-CD; 1996; Pista 1
(Reedición da versión do disco León Felipe por él mismo. Antología poética, do ano 1960.)
*[O recitativo deste poema, na voz de León Felipe, está seguido dos poemas: Deshaced ese verso e Más bajo, poetas, más bajo..., da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1920; de dous versos do poema El sueño, la locura, el borracho…, da obra de León Felipe: Ganarás la luz, do ano 1943; e polo poema Poeta, da obra de León Felipe: Versos y oraciones de caminante, do ano 1930.]
martes, 5 de agosto de 2025
Vai a meniña
Pola veira do río
vai a meniña,
ollando sobre a auga
a súa cariña.
Leva un cesto pequecho
de moitos freques
pra coller margaridas
e chuchameles.
Unha ran brincadeira
chouta na erba
e batuxa e ranfiña
diante da nena.
Mentras o río longo
ruxe e cavila,
leda coma un parrulo
vai a meniña.
Xosé Neira Vilas: Cantarolas e contos prá xente miuda (1975)
Versións:
Suso Vaamonde: Vai a meniña; Cantarolas pra xente miuda; 1986; Cara B, Corte 6
vai a meniña,
ollando sobre a auga
a súa cariña.
Leva un cesto pequecho
de moitos freques
pra coller margaridas
e chuchameles.
Unha ran brincadeira
chouta na erba
e batuxa e ranfiña
diante da nena.
Mentras o río longo
ruxe e cavila,
leda coma un parrulo
vai a meniña.
Xosé Neira Vilas: Cantarolas e contos prá xente miuda (1975)
Versións:
Suso Vaamonde: Vai a meniña; Cantarolas pra xente miuda; 1986; Cara B, Corte 6
domingo, 3 de agosto de 2025
Poema para mi muerte
Morir conmigo misma, abandonada y sola,
en la más densa roca de una isla desierta.
En el instante un ansia suprema de claveles,
y en el paisaje un trágico horizonte de piedra.
Mis ojos todos llenos de sepulcros de astro,
y mi pasión, tendida, agotada, dispersa.
Mis dedos como niños, viendo perder la nube
y mi razón poblada de sábanas inmensas.
Mis pálidos afectos retornando al silencio
—¡hasta el amor, hermano derretido en mi senda!—
Mi nombre destorciéndose, amarillo en las ramas,
y mis manos, crispándose para darme a las yerbas.
Incorporarme el último, el integral minuto,
y ofrecerme a los campos con limpieza de estrella
doblar luego la hoja de mi carne sencilla,
y bajar sin sonrisa, ni testigo a la inercia.
Que nadie me profane la muerte con sollozos,
ni me arropen por siempre con inocente tierra;
que en el libre momento me dejen libremente
disponer de la única libertad del planeta.
¡Con qué fiera alegría comenzarán mis huesos
a buscar ventanitas por la carne morena
y yo, dándome, dándome, feroz y libremente
a la intemperie y sola rompiéndome cadenas!
¿Quién podrá detenerme con ensueños inútiles
cuando mi alma comience a cumplir su tarea,
haciendo de mis sueños un amasijo fértil
para el frágil gusano que tocará a mi puerta?
Cada vez más pequeña mi pequeñez rendida,
cada instante más grande y más simple la entrega;
mi pecho quizás ruede a iniciar un capullo,
acaso irán mis labios a nutrir azucenas.
¿Cómo habré de llamarme cuando sólo me quede
recordarme, en la roca de una isla desierta?
Un clavel interpuesto entre el viento y mi sombra,
hijo mío y de la muerte, me llamarán poeta.
Julia de Burgos: Otros poemas. El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Poema para mi muerte; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 14
Miriam Colón: Poema para mi muerte; Poesía de Julia de Burgos; 2017; Pista 6
en la más densa roca de una isla desierta.
En el instante un ansia suprema de claveles,
y en el paisaje un trágico horizonte de piedra.
Mis ojos todos llenos de sepulcros de astro,
y mi pasión, tendida, agotada, dispersa.
Mis dedos como niños, viendo perder la nube
y mi razón poblada de sábanas inmensas.
Mis pálidos afectos retornando al silencio
—¡hasta el amor, hermano derretido en mi senda!—
Mi nombre destorciéndose, amarillo en las ramas,
y mis manos, crispándose para darme a las yerbas.
Incorporarme el último, el integral minuto,
y ofrecerme a los campos con limpieza de estrella
doblar luego la hoja de mi carne sencilla,
y bajar sin sonrisa, ni testigo a la inercia.
Que nadie me profane la muerte con sollozos,
ni me arropen por siempre con inocente tierra;
que en el libre momento me dejen libremente
disponer de la única libertad del planeta.
¡Con qué fiera alegría comenzarán mis huesos
a buscar ventanitas por la carne morena
y yo, dándome, dándome, feroz y libremente
a la intemperie y sola rompiéndome cadenas!
¿Quién podrá detenerme con ensueños inútiles
cuando mi alma comience a cumplir su tarea,
haciendo de mis sueños un amasijo fértil
para el frágil gusano que tocará a mi puerta?
Cada vez más pequeña mi pequeñez rendida,
cada instante más grande y más simple la entrega;
mi pecho quizás ruede a iniciar un capullo,
acaso irán mis labios a nutrir azucenas.
¿Cómo habré de llamarme cuando sólo me quede
recordarme, en la roca de una isla desierta?
Un clavel interpuesto entre el viento y mi sombra,
hijo mío y de la muerte, me llamarán poeta.
Julia de Burgos: Otros poemas. El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Poema para mi muerte; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 14
Miriam Colón: Poema para mi muerte; Poesía de Julia de Burgos; 2017; Pista 6
sábado, 2 de agosto de 2025
Va la brisa reciente
Va la brisa reciente
Por el espacio esbelta,
Y en las hojas cantando
Abre una primavera.
Sobre el límpido abismo
Del cielo se divisan,
Como dichas primeras,
Primeras golondrinas.
Tan sólo un árbol turba
La distancia que duerme,
Así el fervor alerta
La indolencia presente.
Verdes están las hojas,
El crepúsculo huye,
Anegándose en sombra
Las fugitivas luces.
En su paz la ventana
Restituye a diario
Las estrellas, el aire
Y el que estaba soñando.
Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1936)
Versións:
Joselito Vélez: ¡Qué blanco corcel de espuma!*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado 1, Corte 1
Malizzia: Música cautiva; El alma en verso; 2003; Pista 2
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida, a xeito de retrouso, pola derradeira estrofa do poema Callada. Sábanas mudas, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927 e, seguida pola primeira estrofa do poema La fuente que se ha roto, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927 e, por unha estrofa do poema El amor mueve al mundo, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936.]
Por el espacio esbelta,
Y en las hojas cantando
Abre una primavera.
Sobre el límpido abismo
Del cielo se divisan,
Como dichas primeras,
Primeras golondrinas.
Tan sólo un árbol turba
La distancia que duerme,
Así el fervor alerta
La indolencia presente.
Verdes están las hojas,
El crepúsculo huye,
Anegándose en sombra
Las fugitivas luces.
En su paz la ventana
Restituye a diario
Las estrellas, el aire
Y el que estaba soñando.
Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927) (1936)
Versións:
Joselito Vélez: ¡Qué blanco corcel de espuma!*; Caballo, hombre, cartón; 1987; Lado 1, Corte 1
Malizzia: Música cautiva; El alma en verso; 2003; Pista 2
*[A versión musical de Joselito Vélez está precedida, a xeito de retrouso, pola derradeira estrofa do poema Callada. Sábanas mudas, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927 e, seguida pola primeira estrofa do poema La fuente que se ha roto, da obra de Luis Cernuda: Perfil del aire, do ano 1927 e, por unha estrofa do poema El amor mueve al mundo, da obra de Luis Cernuda: Primeras poesías (1924-1927), do ano 1936.]
miércoles, 30 de julio de 2025
Poema de la fuga en tu recuerdo
Se acabó la alegría de mi carne risueña,
se acabó la ternura de mi triste sendero,
en las redes de mi mal se me acerca:
una tumba en las alas de mi amado febrero.
Nací sola de luces. Conquisté claridades,
tuve citas inmensas con los magos luceros;
pero nada más gime mi cariño en la tierra.
¡Es la hora de irme al azul cementerio!
Me despido del mundo entonando canciones
como siempre la misma de los ecos más yertos.
En tu traje de galas que una noche me diste
Me devuelvo a la tierra, en tu llanto, febrero
Julia de Burgos: Criatura del agua. Otros poemas. Obra Poética* (1961)
Versións:
La discreta academia: Fuga en tu recuerdo; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 10
*[Consuelo Burgos y Juan Bautista Pagán: Julia de Burgos: Obra Poética; estudio preliminar de José Emilio Gonzales; Instituto de Cultura Puertorriqueña; San Juan de Puerto Rico, 1961; Dep. Leg.: M.9452-61]
se acabó la ternura de mi triste sendero,
en las redes de mi mal se me acerca:
una tumba en las alas de mi amado febrero.
Nací sola de luces. Conquisté claridades,
tuve citas inmensas con los magos luceros;
pero nada más gime mi cariño en la tierra.
¡Es la hora de irme al azul cementerio!
Me despido del mundo entonando canciones
como siempre la misma de los ecos más yertos.
En tu traje de galas que una noche me diste
Me devuelvo a la tierra, en tu llanto, febrero
Julia de Burgos: Criatura del agua. Otros poemas. Obra Poética* (1961)
Versións:
La discreta academia: Fuga en tu recuerdo; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 10
*[Consuelo Burgos y Juan Bautista Pagán: Julia de Burgos: Obra Poética; estudio preliminar de José Emilio Gonzales; Instituto de Cultura Puertorriqueña; San Juan de Puerto Rico, 1961; Dep. Leg.: M.9452-61]
domingo, 27 de julio de 2025
Ustedes y nosotros
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual
ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien
ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud
ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función
ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar
ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
Mario Benedetti: Canciones de amor y desamor. Poemas de otros (1973-1974) (1974)
Versións:
Nacha Guevara: Ustedes y nosotros; Amor de ciudad grande; 1977; Cara B, Corte 3
Cantoral: Ustedes y nosotros; Coplas para la libertad; 1985; Lado 2, Corte 1
Nacha Guevara: Ustedes y nosotros; No llores por mí Argentina; 1987; Pista 17
(Reedición da versión do disco Amor de ciudad grande, do ano 1977.)
Juan Carlos Baglietto: Ustedes y nosotros; Ayúdame a mirar; 1990; Pista 4
Mario Benedetti: Ustedes y nosotros; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 6
Cantoral: Ustedes y nosotros; Paredes de sueños; 1998; Pista 8
Mario Benedetti: Ustedes y nosotros; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 43
(Recitativo semellante ao da versión do disco El amor, las mujeres y la vida, do ano 1995.)
Luis Pastor González Vega: Ustedes y nosotros; Luis Pastor; 2005; Pista 3
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual
ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez
nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien
ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom
nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud
ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón
nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función
ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal
nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar
ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial
nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.
Mario Benedetti: Canciones de amor y desamor. Poemas de otros (1973-1974) (1974)
Versións:
Nacha Guevara: Ustedes y nosotros; Amor de ciudad grande; 1977; Cara B, Corte 3
Cantoral: Ustedes y nosotros; Coplas para la libertad; 1985; Lado 2, Corte 1
Nacha Guevara: Ustedes y nosotros; No llores por mí Argentina; 1987; Pista 17
(Reedición da versión do disco Amor de ciudad grande, do ano 1977.)
Juan Carlos Baglietto: Ustedes y nosotros; Ayúdame a mirar; 1990; Pista 4
Mario Benedetti: Ustedes y nosotros; El amor, las mujeres y la vida; 1995; Pista 6
Cantoral: Ustedes y nosotros; Paredes de sueños; 1998; Pista 8
Mario Benedetti: Ustedes y nosotros; Inventario (1950-1975); 2002; Pista 43
(Recitativo semellante ao da versión do disco El amor, las mujeres y la vida, do ano 1995.)
Luis Pastor González Vega: Ustedes y nosotros; Luis Pastor; 2005; Pista 3
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Poemas de otros
jueves, 24 de julio de 2025
Poema de la estrella reintegrada
“Había una vez una estrella
que se murió de puro miedo,
las golondrinas la encontraron,
las margaritas la entreabrieron,
y fue una fiesta en el rocío,
cuando ascendió cantando un verso,
todos los ríos la besaron,
todas las albas la siguieron...”
Eso me dijo la mañana
que se internó por mi sendero,
lo repitió la tarde blanca,
y entre la noche danza en ecos.
Yo sé la historia de esa estrella...
Su caída breve fue en mi pecho.
(por poco el mar se enluta todo
con el color de un sueño muerto.)
Pero ya hay fuentes por mi alma,
para mi barco hay marineros,
vuelan gaviotas sobre mi alma,
y hasta en mis ojos hay veleros.
Amo el dolor que se me escapa
por donde viene mi gran sueño...
uno me eleva para el alma,
otro me salva para el tiempo.
¡Dolor y amor! De las estrellas,
juntos bajaron a mi encuentro.
Dos horizontes apretados
que se me funden alma adentro...
“Había una vez una estrella…”
¡Qué inmenso es ser el creerse muerto!
Julia de Burgos: Poemas para un naufragio. El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Estrella reintegrada; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 15
Zoraida Santiago: Poema de la estrella reintegrada; Antología a Julia de Burgos; 2013; Pista 1
que se murió de puro miedo,
las golondrinas la encontraron,
las margaritas la entreabrieron,
y fue una fiesta en el rocío,
cuando ascendió cantando un verso,
todos los ríos la besaron,
todas las albas la siguieron...”
Eso me dijo la mañana
que se internó por mi sendero,
lo repitió la tarde blanca,
y entre la noche danza en ecos.
Yo sé la historia de esa estrella...
Su caída breve fue en mi pecho.
(por poco el mar se enluta todo
con el color de un sueño muerto.)
Pero ya hay fuentes por mi alma,
para mi barco hay marineros,
vuelan gaviotas sobre mi alma,
y hasta en mis ojos hay veleros.
Amo el dolor que se me escapa
por donde viene mi gran sueño...
uno me eleva para el alma,
otro me salva para el tiempo.
¡Dolor y amor! De las estrellas,
juntos bajaron a mi encuentro.
Dos horizontes apretados
que se me funden alma adentro...
“Había una vez una estrella…”
¡Qué inmenso es ser el creerse muerto!
Julia de Burgos: Poemas para un naufragio. El mar y tú (1954)
Versións:
La discreta academia: Estrella reintegrada; A Julia sin lágrimas; 2009; Pista 15
Zoraida Santiago: Poema de la estrella reintegrada; Antología a Julia de Burgos; 2013; Pista 1
lunes, 21 de julio de 2025
Urano
—Agora non lles chaman
discotecas. Vai calor, non se ve.
—Como se fosen úteros.
—Esa é unha perspectiva xenerosa.
—Nesta cidade só se pode ser
estudante ou funcionario.
Se fumase, diría: —Dásme lume?
Sempre lle pareceu
unha pregunta moi precisa.
—Podo beber do teu vaso?
—É unha declaración?
Son as seis da mañá. A muller
entra no after. Non hai sitio.
Non lle custa traballo entrar na copa
do primeiro que ve.
—Funcionaria ou estudante?
Ás sete e media poñerase de xeonllos
sobre a mesa. —Non busco nada,
non busco nada.
El pásalle o polgar amodo
sobre os labios.
Gustaríalle erguerse, comezar a bailar
para que a vexan todos.
—Podo tocarte?
Ten os ollos pechados,
as mans dentro dos petos.
—Cando remate préstame o bolígrafo.
El borra o lapis de labios
do bordo do cristal.
Os dedos vólvense
vermellos. —Á luz da lámpada
o teu vaso aparece
unha pedra de ámbar
sen bicho dentro.
—Sabes como o destilan?
A malta pasa a través da brea.
A saia é branca.
Debuxa unha inicial.
—Agora mesmo sabes a carbón
—Dóeme a boca, di.
—Non hai bicho, repite.
Aforran a broma. Pérdense
no primeiro portal. —Espera.
Ábrelle a camisa
non coma quen desata
unha corda,
coma quen molla
os labios. —Falas da túa cidade
con rabia. —É tan pequena.
O frío pasa a través da porta.
Empezan a baixar os ascensores.
Eles déixanse
a medias. —E ti que queres ser?
Aguántalle a mirada.
—Con rabia desexamos
o que non pode ser noso.
Tres cuartos de hora antes:
—Algo córtase aí,
á altura dos pulmóns.
Esta é a miña maneira
de despedirme.
—Así non, así non.
(O frío pasa
a través do frío.)
Encima do seu corpo,
despois das escaleiras
todos os cigarrillos,
todas as horas.
—Esta é a túa maneira de perder?
Intercambian escusas,
números de teléfono.
Danse as boas noites.
É de día.
María do Cebreiro Rábade Villar: Os hemisferios (2006)
Versións:
Fanny + Alexander: Funcionaria ou estudante; Finais dos 70s, comezos dos 80s; 2007; Pista 5
discotecas. Vai calor, non se ve.
—Como se fosen úteros.
—Esa é unha perspectiva xenerosa.
—Nesta cidade só se pode ser
estudante ou funcionario.
Se fumase, diría: —Dásme lume?
Sempre lle pareceu
unha pregunta moi precisa.
—Podo beber do teu vaso?
—É unha declaración?
Son as seis da mañá. A muller
entra no after. Non hai sitio.
Non lle custa traballo entrar na copa
do primeiro que ve.
—Funcionaria ou estudante?
Ás sete e media poñerase de xeonllos
sobre a mesa. —Non busco nada,
non busco nada.
El pásalle o polgar amodo
sobre os labios.
Gustaríalle erguerse, comezar a bailar
para que a vexan todos.
—Podo tocarte?
Ten os ollos pechados,
as mans dentro dos petos.
—Cando remate préstame o bolígrafo.
El borra o lapis de labios
do bordo do cristal.
Os dedos vólvense
vermellos. —Á luz da lámpada
o teu vaso aparece
unha pedra de ámbar
sen bicho dentro.
—Sabes como o destilan?
A malta pasa a través da brea.
A saia é branca.
Debuxa unha inicial.
—Agora mesmo sabes a carbón
—Dóeme a boca, di.
—Non hai bicho, repite.
Aforran a broma. Pérdense
no primeiro portal. —Espera.
Ábrelle a camisa
non coma quen desata
unha corda,
coma quen molla
os labios. —Falas da túa cidade
con rabia. —É tan pequena.
O frío pasa a través da porta.
Empezan a baixar os ascensores.
Eles déixanse
a medias. —E ti que queres ser?
Aguántalle a mirada.
—Con rabia desexamos
o que non pode ser noso.
Tres cuartos de hora antes:
—Algo córtase aí,
á altura dos pulmóns.
Esta é a miña maneira
de despedirme.
—Así non, así non.
(O frío pasa
a través do frío.)
Encima do seu corpo,
despois das escaleiras
todos os cigarrillos,
todas as horas.
—Esta é a túa maneira de perder?
Intercambian escusas,
números de teléfono.
Danse as boas noites.
É de día.
María do Cebreiro Rábade Villar: Os hemisferios (2006)
Versións:
Fanny + Alexander: Funcionaria ou estudante; Finais dos 70s, comezos dos 80s; 2007; Pista 5
sábado, 19 de julio de 2025
Peligros
En un tiempo no supe,
—a veces sospechaba—
que pudieras tener un doble fondo,
mundo claro, vidriada superficie.
Ya nuestro suelo, vuelto transparente
y quebradizo, muestra
que era hueco debajo y esta tensa
lámina no muy firme…
¡Cuidado!
El pie vacila, el peso es inseguro.
Y al revés: la más clara
más nítida luz, la que vivía
sobre limpias miradas
se hace opaca de pronto, inerte, dura,
—ácida luz de amor oscurecido—
¡Cuidado!
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Peligro; Circe Maia por ella misma; 1970; Cara B, Corte 5
—a veces sospechaba—
que pudieras tener un doble fondo,
mundo claro, vidriada superficie.
Ya nuestro suelo, vuelto transparente
y quebradizo, muestra
que era hueco debajo y esta tensa
lámina no muy firme…
¡Cuidado!
El pie vacila, el peso es inseguro.
Y al revés: la más clara
más nítida luz, la que vivía
sobre limpias miradas
se hace opaca de pronto, inerte, dura,
—ácida luz de amor oscurecido—
¡Cuidado!
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Peligro; Circe Maia por ella misma; 1970; Cara B, Corte 5
viernes, 11 de julio de 2025
Uno de Mayo
Mi tango has sido tú. Recuerdo que te he escrito
con la mejor ginebra que dio mi corazón.
Contigo la tristeza fue quizá menos triste,
la soledad tan sólo una mala canción.
Recuerdo que he llevado tu nombre a los suburbios
y he visto cómo el tiempo te convirtió en papel.
Inquieta como un trozo de amor bajo la lluvia,
recuerdo haberte visto temblar sobre mi piel.
Vivimos codo a codo, nada nos enturbiaba,
en tus ojos la luna parecía charol.
La ciudad nos miraba con su mejor sonrisa,
con tu mejor misterio desde aquella pensión.
A ti te he dedicado mis únicos desvelos
y las dudas que uno sólo siente una vez.
Detrás de cada esquina siempre estaba mi abrazo,
estrechándote fuerte, esperándote fiel.
Después llegó el destino vestido de uniforme,
nos separó de un golpe y me arrojó hacia el mar,
pero te llevo ahora mezclada con mi sangre,
uno jamás olvida tu nombre, libertad.
Luis García Montero: En pie de paz (1985)
Versións:
Esteban Valdivieso: Uno de Mayo; Fumar en Berlín; 1998; Pista 6
Esteban Valdivieso: Uno de Mayo; Cantando a: Agustín García Calvo, Luis García Montero, Agustín Millares, Pedro Lezcano (VVAA); Col. La palabra más tuya; 2006; Pista 7
(Reedición da versión do disco Fumar en Berlín, do ano 1998.)
con la mejor ginebra que dio mi corazón.
Contigo la tristeza fue quizá menos triste,
la soledad tan sólo una mala canción.
Recuerdo que he llevado tu nombre a los suburbios
y he visto cómo el tiempo te convirtió en papel.
Inquieta como un trozo de amor bajo la lluvia,
recuerdo haberte visto temblar sobre mi piel.
Vivimos codo a codo, nada nos enturbiaba,
en tus ojos la luna parecía charol.
La ciudad nos miraba con su mejor sonrisa,
con tu mejor misterio desde aquella pensión.
A ti te he dedicado mis únicos desvelos
y las dudas que uno sólo siente una vez.
Detrás de cada esquina siempre estaba mi abrazo,
estrechándote fuerte, esperándote fiel.
Después llegó el destino vestido de uniforme,
nos separó de un golpe y me arrojó hacia el mar,
pero te llevo ahora mezclada con mi sangre,
uno jamás olvida tu nombre, libertad.
Luis García Montero: En pie de paz (1985)
Versións:
Esteban Valdivieso: Uno de Mayo; Fumar en Berlín; 1998; Pista 6
Esteban Valdivieso: Uno de Mayo; Cantando a: Agustín García Calvo, Luis García Montero, Agustín Millares, Pedro Lezcano (VVAA); Col. La palabra más tuya; 2006; Pista 7
(Reedición da versión do disco Fumar en Berlín, do ano 1998.)
miércoles, 9 de julio de 2025
Palabras
Tantos millones de bocas
tienen pasadas
Pedro Salinas
En este cuarto me rodean muebles
que no conoces: tengo puesto ahora
este vestido que no has visto y miro
—¿hacia dentro, hacia fuera?— No lo sabes.
Pero ahora y aquí y mientras viva
tiendo palabras-puentes hacia otros.
Hacia otros ojos van y no son mías
no solamente mías:
las he tomado como tomo el agua
como tomé la leche de otro pecho.
Vinieron de otras bocas
y aprenderlas fue un modo
de aprender a pisar, a sostenerme.
No es fácil, sin embargo.
Maderas frágiles, fibras delicadas
ya pronto crujen, ceden.
Duro oficio apoyarse sin quebrarlas
y caminar por invisible puente.
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Palabras II; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 3
tienen pasadas
Pedro Salinas
En este cuarto me rodean muebles
que no conoces: tengo puesto ahora
este vestido que no has visto y miro
—¿hacia dentro, hacia fuera?— No lo sabes.
Pero ahora y aquí y mientras viva
tiendo palabras-puentes hacia otros.
Hacia otros ojos van y no son mías
no solamente mías:
las he tomado como tomo el agua
como tomé la leche de otro pecho.
Vinieron de otras bocas
y aprenderlas fue un modo
de aprender a pisar, a sostenerme.
No es fácil, sin embargo.
Maderas frágiles, fibras delicadas
ya pronto crujen, ceden.
Duro oficio apoyarse sin quebrarlas
y caminar por invisible puente.
Circe Maia: El puente (1970)
Versións:
Circe Maia: Palabras II; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 3
lunes, 7 de julio de 2025
Unha vez tiven un cravo
Unha vez tiven un cravo cravado no corazón, i eu non me acordo xa si era aquel cravo de ouro, de ferro ou de amor. Soio sei que me fixo un mal tan fondo, que tanto me atormentóu, que eu día e noite sin cesar choraba cal choróu Madalena na Pasión. “Señor, que todo o podedes —pedínlle unha vez a Dios— |
||
daime valor para arrincar dun golpe cravo de tal condición”. |
||
E doumo Dios, e arrinquéino; mais… ¿quén pensara…? Despóis xa non sentín máis tormentos nin soupen qué era delor; soupen só que non sei qué me faltaba en donde o cravo faltóu, e seica, seica tiven soidades daquela pena… ¡Bon Dios! Este barro mortal que envolve o esprito ¡quén o entenderá, Señor…! |
Rosalía de Castro: Follas Novas (1880)
Versións:
Emilio Cao: O cravo; Amiga alba e delgada; 1985; Cara A, Corte 5
Maite Dono: O cravo; Corazón de Brief; 1998; Pista 4
Aid: Unha vez tiven un cravo; Rapoemas; 2012; Pista 8
viernes, 4 de julio de 2025
Palabras
Con gran dificultad, como un idioma
nuevo, mi propio idioma.
Asoman las palabras fugazmente
y ya dejan un polvo, alguna equívoca
sombra, se endurecen
se retiran de mí, están cerradas,
y como envueltas en sus signos, quietas.
Cubiertas por su capa de sonidos
en una espesa, inerte luz, calladas
no hablan, no nos hablan.
Pero de pronto, de otra boca salen
simples, directas, saltan
sobre mi propia voz, la están alzando
la levantan, la alumbran, están vivas
las siento sobre mí como una ráfaga.
Hablarte, hablarme. Es tiempo
es tiempo ahora
de voces entre voces apoyadas.
Circe Maia: Cercanías. Presencia diaria (1964)
Versións:
Circe Maia: Palabras I; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 2
nuevo, mi propio idioma.
Asoman las palabras fugazmente
y ya dejan un polvo, alguna equívoca
sombra, se endurecen
se retiran de mí, están cerradas,
y como envueltas en sus signos, quietas.
Cubiertas por su capa de sonidos
en una espesa, inerte luz, calladas
no hablan, no nos hablan.
Pero de pronto, de otra boca salen
simples, directas, saltan
sobre mi propia voz, la están alzando
la levantan, la alumbran, están vivas
las siento sobre mí como una ráfaga.
Hablarte, hablarme. Es tiempo
es tiempo ahora
de voces entre voces apoyadas.
Circe Maia: Cercanías. Presencia diaria (1964)
Versións:
Circe Maia: Palabras I; Circe Maia por ella misma; 1970; Lado A, Corte 2
jueves, 26 de junio de 2025
Unha chamada perdida
Alí está, es ti, nun ring interior.
Repito posición:
Golf Alfa Lima India Charlie India Alfa
Ainda que creo que ti,
precisamente ti, quen o diría,
tes algo de esperanza.
Hai nos teus ollos un letreiro de neón.
O neón pertence á vangarda da esperanza.
Lembras?
A mensaxe era:
Lima India Bravo Echo Romeo Delta Alfa Delta Echo
As fotografías apreixaban o jazz da luz.
Os amantes abaneaban
no acordeón do L’Atalante.
O neón brillaba
coa memoria dun río
no traxe branco de Dita Parlo.
Os beixos eran longos,
duraban máis que a fin.
Por eles perdíanse os tranvías
e os barcos.
Como era a mensaxe?
Alfa Mike Oscar Romeo
Outra vez:
Alfa Mike Oscar Romeo
E os pais desacougados vomitaban a factura eléctrica,
boxeadores sen bisté nos corredores da noite noite.
Dende entón,
noto que tes algo de esperanza,
unha araña bébeda de trebón
que prende nas espiñas das nubes de abril,
un lixo de arco iris no ollo
como os pescadores de Fisterra,
un peixe boca de fogo,
un peixe que cría as ovas entre os dentes.
Repito posición:
no ring interior,
emitindo para un sistema exterior.
Cal é a mensaxe? Cambio.
Cal é a mensaxe?
Manuel Rivas: A desaparición da neve (2009)
Versións:
Manuel Rivas e César Morán: Unha chamada perdida; A desaparición da neve; 2009; Pista 13
Repito posición:
Golf Alfa Lima India Charlie India Alfa
Ainda que creo que ti,
precisamente ti, quen o diría,
tes algo de esperanza.
Hai nos teus ollos un letreiro de neón.
O neón pertence á vangarda da esperanza.
Lembras?
A mensaxe era:
Lima India Bravo Echo Romeo Delta Alfa Delta Echo
As fotografías apreixaban o jazz da luz.
Os amantes abaneaban
no acordeón do L’Atalante.
O neón brillaba
coa memoria dun río
no traxe branco de Dita Parlo.
Os beixos eran longos,
duraban máis que a fin.
Por eles perdíanse os tranvías
e os barcos.
Como era a mensaxe?
Alfa Mike Oscar Romeo
Outra vez:
Alfa Mike Oscar Romeo
E os pais desacougados vomitaban a factura eléctrica,
boxeadores sen bisté nos corredores da noite noite.
Dende entón,
noto que tes algo de esperanza,
unha araña bébeda de trebón
que prende nas espiñas das nubes de abril,
un lixo de arco iris no ollo
como os pescadores de Fisterra,
un peixe boca de fogo,
un peixe que cría as ovas entre os dentes.
Repito posición:
no ring interior,
emitindo para un sistema exterior.
Cal é a mensaxe? Cambio.
Cal é a mensaxe?
Manuel Rivas: A desaparición da neve (2009)
Versións:
Manuel Rivas e César Morán: Unha chamada perdida; A desaparición da neve; 2009; Pista 13
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