Entonces,
en los atardeceres de verano,
el viento
traía desde el campo hasta mi calle
un inestable olor a establo
y a hierba susurrante como a un río
que entraba con su canto y con su aroma
en las riberas pálidas del sueño.
Ecos remotos,
sones desprendidos
de aquel rumor,
hilos de una esperanza
poco a poco deshecha,
se apagan dulcemente en la distancia:
ya ayer va susurrante como un río
llevando lo soñado aguas abajo,
hacia la blanca orilla del olvido.
Ángel González: Muestra, corregida y aumentada, de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que habitualmente comportan (1976)
Versións:
Ángel González: Entonces; La palabra en el aire; 2003; Pista 3
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