Yo no puedo tener un verso dulce
que anestesie el llanto de los niños
y mueva suavemente las hamacas como una brisa esclava.
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.
Además... esa tempestad ¿quién la detiene?
¡Eh, tú varón confiado que dormitas!
Levántate, recoge tus zapatos y prosigue...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.
Hacia las cumbres trepan los dioses
extenuados buscando un resplandor.
Y aquí voy yo con ellos,
entre el sudor y el polvo de sus inmensos pies descalzos,
aquí voy yo con ellos, atropellado y sacudido
pero agarrándome a sus plantas como las
pinzas de un insecto, clavándome en su carne,
hundíendome en su sangre
como un pulgón,
como una nigua... maldiciendo, blasfemando...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie:
ni a los niños
ni a los hombres
ni a los dioses.
León Felipe: Llamadme publicano* (1950)
Versións:
León Felipe: Como un pulgón; León Felipe por él mismo. Col. Voz Viva. UNAM. México; 1967; Cara A, Corte 3
León Felipe: Como un pulgón; León Felipe y sus intérpretes, Vol.2; 1977; Lado B, Corte 9
(Recitativo semellante ao do disco León Felipe por él mismo, do ano 1967.)
*[Publicado con este título por el editor Almendros y Cia. Editores, S.A. de México. El título original de la obra era Versos y blasfemias del caminante.]
No hay comentarios :
Publicar un comentario