el gran perdedero
de un recto camino.
Cantando las mieles
de lo que no quiero
me bebo el ricino.
Echa los cerrojos,
enciende el farol,
y aguántate el frío.
No sepan tus ojos
si ha salido el sol
o hay gente en el río.
Tanta queja disecada
de los muertos y los vivos
en estantes y anaqueles
y tanto afán para nada:
para llenar los archivos
de libros y de papeles.
Pero tú aguanta marea
y no tires de la manta:
perderías la guarida.
Aún queda tarea
—¡y tanta!—.
Aguanta,
que no queda tanta vida.
A paso de hormiga,
despacito, hermana,
y por tus rieles.
Manta zamorana
que pesa y no abriga,
libros y papeles.
¡Valiente edredón
de palabra vana!
Manta zamorana,
tapa y no consuela.
—Es su condición.
Cada palo, hermana,
que aguante su vela.
Carmen Martín Gaite: A rachas (1976)
Versións:
Carmen Martín Gaite: Libros y papeles; Poemas; 2000; Pista 20
*[Publicado orixinalmente na revista La Ilustración Poética Española e Iberoamericana, nº 8, xuño de 1975, coa dedicatoria «para Chicho [Sánchez Ferlosio]». Carmen Martín Gaite: Obras Completas; T.III: Narrativa breve, poesía, teatro; edición de José Teruel; Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, S.A.; Barcelona, 2010; ISBN: 978-84-672-3106-9.]
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