domingo, 15 de diciembre de 2019

Llanto

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   Tibia noche, perfumada
de jazmines, ¿por qué llenas
mi corazón solitario
de dolor y de tristeza?

   Entre las selvas sombrías
quiero correr por la tierra,
y llegar al horizonte
donde tiemblan las estrellas.

   Tras las flores de los valles
y las nieves de las sierras,
la adorada de mi alma
junto a su lámpara vela.

   Su carita melancólica,
más blanca que una azucena,
no tiene quien la dé besos
esta triste primavera;

   y sus ojos, al dormirse,
entre lágrimas se cierran.
Yo he soñado que la pobre
se está muriendo de pena.

   Cierro los ojos; me alejo…
Ya estoy a su lado. Ella
me mira con amargura
creyéndome una quimera…

   ¿Por qué esas lejanas músicas
en el aire tibio llegan?
¿Por qué las dichas del mundo
de mi sueño me despiertan?

   Como estoy solo, se pierden
entre perfumes mis quejas,
y desde el cielo me llaman
las dulcísimas estrellas.

   ¿Por qué no hay besos ocultos
para las almas que sueñan?
¿Por qué es tan larga y tan triste
la vida de los poetas?

   Tibia noche, perfumada
de jazmines, ¿por qué llenas
mi corazón solitario
de dolor y de tristeza?

Juan Ramón Jiménez: Rimas (1903)

Versións:
Carmen Linares: Llanto; Raíces y alas; 2008; Pista 9

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