Tonada 33
Abajo, en el osario del tiempo y más abajo:
al fondo cavernario del fuego que no cesa,
tal vez dura y padece la memoria de piedra
donde han sedimentado los siglos su silicio
y el animal que fuimos, su lentitud inerme,
aún conserva el grito en que fue derrumbado
cuando la fuerza cósmica movía las tinieblas
y era un gran cataclismo el sonido y el aire.
Hay que indagar los mapas de ese país de sombras.
El polvo lo recuerda cuando mueve los párpados.
Alguna cal antigua que nutre nuestros huesos
memora, muy adentro, esas ciegas edades:
cierto paisaje ardiendo, altas crepitaciones,
ríos de hierro, hogueras de inmolada araucaria;
esa noción de origen que el mineral no olvida
y persiste en la alquimia del liquen y la sangre.
Acaso ahí elabore su tonada el silencio,
ahí, en esa raíz hundida en el espanto,
ya para siempre inmóvil en un bosque de helechos
sin regreso ni ausencia ni furia ni relámpagos.
Tal vez ahí comience a crecer lo que duele:
la vida, el nacimiento, la piel que el sol hilaba:
la entera muchedumbre del grito en movimiento,
el reconocimiento de la luz en las aguas.
Lenta, incesantemente, debió empezar el germen
mordiendo en el oxígeno el magro pan del aire,
la sal que ya nutría la recóndita linfa,
lo tibio, la materia desnuda y palpitante.
De esa manera cósmica ha cundido la vida.
Su ritual sin olvido oficia en nuestra sangre.
Armando Tejada Gómez: Tonadas para usar (1968)
Versións:
Armando Tejada Gómez: Ritual de la sangre; Poeta de la legua; 1959; Cara B, Corte 1
*[Por razóns de espazo nunha entrada anterior etiquetouse a Armando Tejada Gómez, intérprete, como Tejada. Respectamos a etiqueta actual para evitar duplicidades.]
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