más alegre y placentero,
me encontré con un palmero
que me habló y dijo así:
—¿Dónde vas, el caballero,
dónde vas, triste de ti?
Muerta es tu linda amiga.
Muerta es que yo la vi.
Las andas en que ella iba
de luto las vi cubrir.
Condes, duques, la lloraban
todos por amor de ti.
Dueñas, damas y doncellas,
llorando decían así:
—¡Ay, pobre del caballero,
que tal dama pierde aquí!
—¡Que esté muerta, que esté viva,
a verla tengo de ir!
Al subir de mi escalera,
una sombra vi venir.
—No te asustes, dueño mío,
no te asustes tú de mí;
que soy tu amiga querida,
que ha venido a verte aquí.
—Si eres mi amiga querida,
echa tus brazos a mí.
—Los brazos que te abrazaban
a la tierra se los di.
—Si eres mi amiga querida
echa un beso para mí.
—Los labios que te besaban
los gusanos dieron fin.
—Cásate, buen caballero,
cásate y te pido así,
que la mujer que tú tengas,
que la estimes como a mí.
Anónimo: Romance novelesco (XIV)
Versións:
Joaquín Díaz: Romance del caballero; De mi álbum de recuerdos; 1969; Cara A, Corte 5
Cali Fernández e Cecilia Todd: La aparición de la enamorada muerta; Romanciando. Romances tradicionales canarios; 1995; Pista 9
*[Este romance, con numerosas variantes e versións, tamén é coñecido como Romance del palmero o Romance de la aparecida. Moi posiblemente esté ligado á lenda de Inés de Castro e Pedro I de Portugal. Aparece recollido en numerosas obras líricas e teatrais, tanto en Portugal como en España, ao longo dos séculos XVI, XVII e XVIII.]
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