Mientras fui dichosa
Canté para mí.
De día y de noche la canción aquella
No encontraba fin.
La alcé en primavera con los labios dulces
De perfume y miel.
La alcé en el estío con la boca bella
De tanto querer.
Rodaba mi canto como un viento suave
Por cima y hondor.
Lo deseaban todos con ansia de gozo
Para el corazón.
Cantaba y cantaba por completo extraña
A todo sufrir.
Con los ojos sanos, con la vista limpia,
Como ciega fui.
Mas la pena, un día, lo mismo que a un vaso
Quebró mi canción.
Poco estuve muda, porque es ley sin tregua
Que he de cantar yo.
Corazón en llaga tórnase vidente
Y a la ajena angustia se da en cabezal.
De hoy en adelante por todos los hombres
Tengo que cantar.
Juana de Ibarbourou: Las lenguas de diamante (1919)
Versións:
Amalia de la Vega: Mientras fui dichosa; Mientras fui dichosa; 1976; Lado 1, Pista 1
Amalia de la Vega: Mientras fui dichosa*; Juana de América; 1980; Lado 1, Corte 4
*[A versión musical de Amalia de la Vega está precedida do recitativo dunha estrofa do poema Autorromance de Juanita Fernández, da obra de Juana de Ibarbourou: Romances del destino, do ano 1955; na voz de Sylvia Puentes de Oyenard.]
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