Para el Sr. D. Ramón del Valle-Inclán
Este gran Don Ramón de las barbas de chivo,
cuya sonrisa es la flor de su figura,
parece un viejo dios altanero y esquivo
que se animase en la frialdad de su escultura.
El cobre de sus ojos por instantes fulgura
y da una llama roja tras un ramo de olivo.
Tengo la sensación de que siento y que vivo
a su lado una vida más intensa y más dura.
Este gran don Ramón del Valle-Inclán me inquieta,
y a través del zodíaco de mis versos actuales
se me esfuma en radiosas visiones de poeta,
o se me rompe en un frasco de cristales.
Yo le he visto arrancarse del pecho la saeta
que le lanzan los siete pecados capitales.
Rubén Darío: El canto errante (1907)
Versións:
Cecilia: Soneto a Valle; Diálogos…, Vol.3; 2013; Pista 1
domingo, 14 de agosto de 2022
Soneto
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