Rima XLVIII
Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué;
aunque sentí al hacerlo que la vida
¡me arrancaba con él!
Del altar que le alcé en el alma mía,
la voluntad su imagen arrojó;
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó.
Aún, para combatir mi firme empeño,
viene a mi mente su visión tenaz...
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!
Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas y leyendas (1871)
Versións:
Benito Moreno: Como se arranca; La vida; 1988; Cara B, Corte 4
Vicente Monera: Como se arranca el hierro; www.musicaypoemas.com; 2008;
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