Esta tarde larguísima de otoño que me lleva
con tanto invierno helado perdido entre los huesos,
yo quisiera llorar sin que nadie nos viese,
sin que ninguno osara preguntarme:
¿Sabes adónde vas, puedes decirnos
si vas hacia algún fin o hacia la nada?
¿Sabes si al detenerte de pronto has terminado,
si perderás los ojos o el habla para siempre?
Yo sé que algo terrible me espera allá a lo lejos,
adonde ciegamente hoy me están empujando.
Llegaré de seguro y tantos cuando llegue
dirán: ¿Eres tú acaso el mismo que esperábamos?
Rafael Alberti: Los hijos del Drago y otros poemas (1986)
Versións:
Soledad Bravo: Tarde de otoño; Soledad Bravo Rafael Alberti; 1978; Cara 1, Corte 6
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