viernes, 28 de abril de 2023

Tengo los ojos puestos

                              ESCENA II

FIGARO.— Ya me enteraré de lo que pasa. Las noticias llegan al mundo después de haber pasado por el clasificador de la barbería. Las barberías son las encrucijadas de las noticias. Esta navaja que ven ustedes rompe el cascarón de los secretos. Los barberos tenemos más olfato que los perros de presa; tenemos el olfato de las palabras oscuras y los gestos misteriosos. ¡Claro! Somos los alcaldes de las cabezas, los jardineros de las cabezas, y a fuerza de abrir caminitos entre los bosques del cabello nos enteramos cómo piensan por dentro. Qué bonitas historias podría contar de los feos durmientes de las barberías!

CRISTOBITA.— (Entrando.) ¡Quiero afeitarme ahora mismo, sí, señor, ahora mismo, porque me voy a casar! ¡Brrrr! Y no convido a nadie, porque sois unos ladrones todos.

(Cansa-Almas cierra su puerta y asoma la cabeza por el ventanillo.)

FÍGARO.— Son.

CRISTOBITA.— (Alargando la porra.) ¡Sois!

FIGARO.— Son (Muy afirmativo) las diez. (Se guarda el reloj)

CRISTOBITA.— Las diez o las once, quiero afeitarme ahora mismo.

CANSA-ALMAS.— ¡Qué malillo es!

CRISTOBITA.— (Pegando con la porra en la cabeza de Cansa-Almas.) ¡Tunda que tunda!

(Cansa-Almas esconde la testa chillando como una rata.)

CRISTOBITA.— ¡Vamos! (Se sienta.)

FÍGARO.— ¡Qué hermosísima cabeza tiene usted! ¡Pero qué magnífica! Un ejemplar.

CRISTOBITA.— ¡Empieza!

FÍGARO.— (Trabajando.) ¡Tran, lará, lará!

CRISTOBITA.— ¡Cómo me cortes, te abro en canal. ¡Pero que en canal he dicho, y es en canal!

FÍGARO.— ¡Excelencia, admirable! Yo estoy encantado. ¡Tran, larán, larán!

(La puerta de la posada se abre, y aparece una jovencita vestida de amarillo, con una rosa carmesí en el pelo. Un viejo mendigo con una acordeón toma asiento dentro de la posada.)

JOVENCITA.— (Cantando y tocando los palillos.)
                      Tengo los ojos puestos
                      en un muchacho,
                      delgado de cintura,
                      moreno y alto.
                      A la flor, a la pitiflor,
                      a la verde oliva...
                      A los rayos del sol
                      se peina la niña.

TODOS.—
                      A la flor... etc.

JOVENCITA.—
                      En los olivaritos,
                      niña, te espero,
                      con un jarro de vino
                      y un pan casero.

TODOS.—
                      A la flor... etc.

FÍGARO.— (Mirando a la muchacha.) ¡A la flor, pero que a la flor! ¡Ja, ja, ja! Cansa-Almas, ¡sal pronto!

(La muchacha queda mirando, extrañadísima, a Cristobita, dormido.)

CRISTOBITA.— (Roncando.) Brrrrr, brrrrr...

CANSA-ALMAS.— (Con miedo.) No, no quiero salir. (Con la cabeza asomada al ventanillo.)

FÍGARO.— ¡Esto es admirable! Ya me lo figuraba yo. ¡Pero qué cosa más estupenda! Don Cristobita tiene la cabeza de madera. ¡De madera de chopo! ¡Ja, ja, ja! (La Niña se acerca más.) Y mirad, mirad cuánta pintura... ¡cuánta pintura! Ja, ja, ja!

CANSA-ALMAS.— (Que sale.) Se va a despertar.

FÍGARO.— En la frente tiene dos nudos. Por aquí, sudará la resina. ¡Ésta era la novedad! ¡La gran novedad!

CRISTOBITA.— (Removiéndose.) Aligera... brrrrr... aligera...

FÍGARO.— ¡Excelencia! Sí, sí...

JOVENCITA.—
                      Tengo los ojos puestos
                      en un muchacho,
                      delgado de cintura,
                      moreno y alto.
                      A la flor, a la pitiflor,
                      a la verde oliva,
                      a los rayos del sol
                      se peina la niña.

TODOS.— (Alrededor de Cristobita dormido, y pianísimo para éste no lo oiga, pero llenos de guasa.)
                      A la flor... etc.

(Por la ventana de la posada asoma una maja con lunares, que abre y cierra un abanico.)
 
                              Telón

Federico García Lorca: Cuadro 5º. Escena IIª. Los títeres de cachiporra. Tragicomedia de Don Cristobal y la señá Rosita (1923)

Versións:

Camarón: Homenaje a Federico*; La leyenda del tiempo; 1979; Cara A, Corte 3




Camarón: Homenaje a Federico**; Antología inédita; 2000; Pista 8



*[A versión musical de Camarón está seguida por fragmentos dos seguintes poemas: Es verdad e Murió al amanecer, da obra de Federico García Lorca: Canciones (1927); La Lola e Sorpresa, da obra de Federico García Lorca: Poema del cante jondo (1931).]
**[A versión musical de Camarón está seguida por fragmentos dos seguintes poemas: Es verdad e Murió al amanecer, da obra de Federico García Lorca: Canciones (1927); La Lola, da obra de Federico García Lorca: Poema del cante jondo (1931).]

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