Nadie la llama, y viene
como el viento.
Saberla nadie la sabe,
porque no tiene nombre
ni mandamiento.
Con el mandil
sécate los ojos
quedito quedo
con el mandil
o con el pañuelo,
hermano pequeño.
¿A quién se lo vas a decir?
Algunos le decían
<<Que te espero>>,
y nada se meneaba,
ni una hoja del bosque
ni un cabello.
Con el mandil.
¿No conocéis aquel
jardín inmenso,
la perspectiva de pládanos
y unos duques minúsculos
en el paseo?
Con el mandil.
Todo de pronto estaba
tan quieto.
No había guerra en el mundo,
y la vida rodaba
con tal silencio.
Con el mandil.
A la jaula del antro-
popiteco
mirando están los turistas
si la verga le estalla
de lirios nuevos.
Con el mandil.
Han pasado los días
como sueño;
ovillo de lana roja
se le escapa a la vieja
de entre los dedos.
Con el mandil.
Y sentados en corro,
sonriendo,
lo inesperado esperamos,
que se levante un soplo
de tiempo fresco.
Con el mandil
sécate los ojos
quedito quedo
con el mandil
o con el pañuelo,
hermano pequeño,
galán.
¿A quién se lo vas a decir?
Agustín García Calvo: Canciones y soliloquios (1976)
Versións:
Amancio Prada: Nadie la llama y viene; Canciones de amor y celda; 1979; Pista 8
Amancio Prada: Nadie la llama y viene; Concierto Canciones y Soliloquios. Teatro Español de Madrid; 1982; Corte 3
Amancio Prada: Nadie la llama y viene; 3 poetas en el círculo; 1998; Pista 15
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