La carita de Aída
tiene un antojo
que los ángeles pintan
con estrellinas de oro,
con estrellinas de oro
sujeticas al cielo,
en los labios perdidos
se tropiezan los besos;
se tropiezan los besos
entre mil arreboles,
mientras la niña ríe
los pucheros que pone,
los pucheros que pone
llevan todos regalo,
en los suaves hoyicos
de su rostro rosado;
de su rostro rosado
brillan cristales,
los ojitos de Aída
acunan los aires.
Antonio Piedra:
Versións:
Joaquín Díaz: Canción de cuna; Poesía necesaria con su música; 2003; Pista 18
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