Las alumnas de la banca
la llamaron Tiza Blanca.
A la prima luz del día
candorosa se vestía
de piqué bordado fino
cinturón alabastrino.
Iba a clase, a las lecciones
con sus ojos pupilones,
con su clara luz serena,
sus mejillas de azucena.
No olvidaba el canastillo
de alfeñiques y blanquillo.
Si problemas ensayaba
con la tiza se pintaba.
Resolvía azul misterio
del errante planisferio,
y de flora los jardines
el amor de clavelines,
con su clara luz de armiño
los teoremas del cariño.
Si al tablero se acercaba
con la tiza conversaba.
A su vera los negados
florecían avisados.
Los libraba de enemigos,
horas lentas y castigos.
Era el campo, la blancura
del colegio la Ternura.
José María Eguren: Rondinelas (1929)
Versións:
Juan Luis Dammert e Jessica Ballón: Tiza blanca; El cancionero de los poetas (VVAA); 1994; Pista 1
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